Océanos de color verde: las consecuencias del cambio climático según este estudio
La ciencia ya investiga el impacto que esta alteración tendrá para los ecosistemas acuáticos del planeta.

Nuestro planeta tiene alrededor de un 70% de su superficie cubierta de agua y es por ello que el líquido elemento es tan importante para la supervivencia de las especies de plantas y animales que en él habitan. Ya te hemos hablado en anteriores ocasiones acerca del ciclo del agua y su importancia para el planeta, además del proceso por el que el agua del mar es salada. Ahora, queremos contarte la historia del cambio de color de los océanos y sus consecuencias.
Del azul al verde: el viaje de los océanos que empieza a ser investigado
Una reciente investigación científica, publicada en el medio Nature, nos acerca a un hecho del que pocos éramos conscientes: desde hace 20 años los océanos son cada vez más verdes y la causa fundamental, como no podía ser de otra manera, es el ser humano. Más bien hablamos del cambio climático, al que hemos contribuido de manera intensiva, y de un fenómeno que aún necesita de muchos más años de observaciones para ser estudiado en profundidad, aunque ya podemos ofrecerte claves interesantes.
The ocean is turning green. Yes, it's climate change. https://t.co/0PRDkM2fjb
— Svein Tveitdal (@tveitdal) July 15, 2023
Over the last 20 years, more than half of the planet's oceans experienced color change.
El motivo por el que observamos mares y océanos en diferentes tonos tiene que ver con factores como los nutrientes presentes en el agua y la cantidad de fitoplancton con los que son alimentados. La clorofila, que es un pigmento que se encuentra en estos organismos, es la que produce el color verdoso de algunos océanos, con lo que el aumento de temperatura del agua podría ser uno de los factores por los que ésta empiece a tornarse más verde.
Si te preguntas cuál es el verdadero motivo por el que las aguas del planeta están cambiando de color, no existe aún evidencia científica del fenómeno. B. B. Cael, autor principal del estudio, cree que no existe relación directa entre el aumento de la temperatura de mares y océanos y el color verde, cada vez más presente en las mismas.
Sin embargo, podría ser que los nutrientes se estén distribuyendo de manera distinta. Éstos podrían tener más dificultades de ascender a la superficie del mar y dado que serían más escasos, los fitoplancton pequeños tendrían más posibilidades de sobrevivir que los de mayor tamaño, con lo que el color del ecosistema variaría de manera ostensible. Ivona Cetinić, oceanógrafa de la NASA, afirma que:
Se confirma la necesidad de misiones de imagénes hiperespectrales globales como PACE. Este satélite debería permitirnos entender las implicaciones ecológicas de las tendencias observadas en la estructura de los ecosistemas oceánicos en los años venideros.