Por fin sabemos por qué los edificios de la Antigua Roma han aguantado más de 2000 años, todo se debe a un ingrediente secreto en el cemento
La construcción moderna aún tiene mucho que aprender de nuestro pasado.

El paso de la cultura romana por nuestra historia nos ha otorgado una visión centenaria de la construcción. Su apuesta por imponentes edificios, tal y como puedes ver en la España monumental donde descubrir las localizaciones de la primera temporada de La casa del dragón, es aún estudiada por arquitectos de todo el mundo. Ahora, hemos descubierto cómo un ingrediente, a veces despreciado, es la base de la resistencia de los edificios romanos.
Este es el ingrediente secreto que se utilizaba en la Antigua Roma
Recientemente, gracias a la información publicada en el diario digital Science Advances, hemos conocido una investigación llevada a cabo por un equipo de científicos de Estados Unidos, Italia y Suiza en la que muestran el secreto que hacía tan duradero al cemento romano. Parece ser, a través de las muestras de este material que han sido analizadas de más de 2.000 años de antigüedad, que el ingrediente 'mágico' eran unos trozos de cal embutidos dentro de la mezcla, que eran capaces de poder reparar las grietas que se iban formando con el paso del tiempo.
Parece ser que estos trozos de cal ya habían sido descubiertos previamente, pero la mayoría de expertos los explicaban afirmando que formaban parte de un tipo de mezcla hecha con algo de desgana. Admir Masic, uno de los autores del estudio, no opina lo mismo:
Para mi, era realmente difícil de creer que los ingenieros de la Antigua Roma no hubiesen hecho un buen trabajo, porque hicieron esfuerzos cuidadosos cuando elegían y procesaban los materiales. Los académicos redactaban las recetas exactas y las imponían en los lugares de construcción. El cemento permitió a los romanos tener una revolución arquitectónica. Fueron capaces de crear y convertir ciudades en algo que es extraordinario y maravilloso donde vivir. Y esa revolución, básicamente, cambió por completo la manera en que vivimos los humanos.
Según los textos antiguos, los romanos mezclaban la cal con el aglutinante y es por eso que muchos estudiosos habían asumido que esa era la manera en que fabricaban el cemento. Ahora, parece que estos trozos de cal simplemente surgían al utilizar óxido de calcio en la mezcla en caliente. El equipo, para comprobar si la cal era la responsable de la extraordinaria resistencia del cemento romano, hicieron un experimento: crear dos tipos de cemento, el romano y el actual, y agrietarlos. La sorpresa llegó al comprobar, semanas más tarde, cómo el agua atravesaba las grietas del cemento moderno, mientras que el romano parecía haberse reparado.