De qué color es el sol y por qué lo vemos amarillo
Descubriendo la verdad detrás de la creencia popular: por qué el Sol no es realmente amarillo, a pesar de lo que podemos ver.

El Sol, el cuerpo central del sistema solar, ha sido fuente de admiración y observación durante milenios. Sin embargo, recientemente ha surgido una teoría de la conspiración que sostiene que el color del Sol ha cambiado a lo largo de las décadas, pasando de amarillo a blanco. En este artículo, haremos caer este mito y analizaremos desde la Ciencia por qué el Sol a menudo se percibe como amarillo, aunque en realidad emite una luz blanca.
- El Sol visto por la gente como «amarillo»
- El mito del Sol amarillo
- Dispersión de Rayleigh y la percepción del color del Sol
- La luz polícroma del Sol
- El mito del sol amarillo en la infancia
El Sol visto por la gente como «amarillo»
Para comprender por qué algunas personas creen que el Sol ha cambiado de color, es importante explorar la percepción humana y los fenómenos atmosféricos que influyen en cómo vemos al Sol. A menudo, los recuerdos de la infancia y las observaciones personales pueden llevar a creencias erróneas, como la idea de que el Sol era amarillo en el pasado. Las redes sociales y la difusión de mensajes online han contribuido a difundir estas ideas erróneas.
Hace no mucho, un tweet que se volvió viral con seis millones de visitas en dos semanas, expresó la sorpresa de alguien al notar que el Sol parecía blanco en lugar de amarillo. Este es solo un ejemplo de cómo las percepciones personales pueden alimentar la creencia de que algo ha cambiado en el color del Sol.

La luz blanca del sol es el resultado de una mezcla de múltiples longitudes de onda, que, al combinarse, crean un espectro completo de colores visibles en nuestro planeta.
El mito del Sol amarillo
La idea de que el Sol ha cambiado de color, pasando de amarillo a blanco, ha ganado cierta notoriedad en la cultura popular y en las redes sociales. Sin embargo, desde una perspectiva científica, esta creencia es infundada y puede explicarse a través de la física de la luz y la manera en que interactúa con nuestra atmósfera y nuestros ojos.
El Sol emite luz blanca: la realidad científica
La base de la desmitificación de esta creencia radica en comprender el tipo de luz que emite el Sol. En términos científicos, el Sol emite luz blanca. La luz blanca es una combinación de todas las longitudes de onda en el espectro visible, lo que significa que contiene todos los colores posibles. Este hecho ha sido confirmado por décadas de observación y análisis científico.
Entonces, si el Sol emite luz blanca, ¿por qué a menudo se percibe como amarillo? La respuesta a esta pregunta se encuentra en la forma en que la luz solar interactúa con nuestra atmósfera y con nuestros ojos.
Dispersión de Rayleigh y la percepción del color del Sol
Para comprender por qué vemos el cielo y, por lo tanto, el Sol de diferentes colores, debemos explorar la dispersión de Rayleigh. La dispersión de Rayleigh es un fenómeno óptico que ocurre cuando la luz pasa a través de partículas en la atmósfera, como moléculas de aire y partículas de polvo.
Las longitudes de onda de luz más corta, como el violeta y el azul, se dispersan con mayor facilidad que las longitudes de onda más largas, como el rojo y el amarillo. Esto significa que, cuando la luz solar entra en nuestra atmósfera, la luz azul se dispersa en todas las direcciones, lo que contribuye al característico color azul del cielo durante el día.

Lord Rayleigh, con sus investigaciones sobre la dispersión de la luz, contribuyó significativamente a la comprensión del por qué el Sol aparenta ser amarillo, a pesar de su luz blanca original.
El amanecer, el atardecer y el color amarillo del Sol
Cuando el Sol se encuentra en el horizonte, durante el amanecer o el atardecer, la luz solar debe atravesar una mayor cantidad de atmósfera antes de llegar a nuestros ojos. Esto conlleva a una mayor dispersión de las longitudes de onda más cortas (azul y violeta), lo que resulta en la percepción de un cielo con tonalidades de naranja, rojo y, sí, amarillo.
Por lo tanto, cuando vemos el Sol justo en el horizonte, se ve afectado por esta dispersión, lo que da como resultado la percepción de un Sol de color amarillo o incluso anaranjado. Esto es una consecuencia directa de la interacción de la luz solar con nuestra atmósfera en un ángulo específico durante el amanecer o el atardecer.
La luz polícroma del Sol
Igualmente, a maravilla de la luz del Sol se encuentra en su naturaleza polícroma. En el mundo de la física, un objeto que emite luz en múltiples longitudes de onda, y por lo tanto, una variedad de colores, se describe como «polícromo». En el caso del Sol, esta característica se traduce en una fuente de luz verdaderamente espectacular.
La descomposición de la luz solar: el arco iris en el cielo
Imaginemos por un momento que somos capaces de descomponer la luz del Sol en un espectro de colores. Esta hazaña, que se logra a través de un prisma o, en la naturaleza, mediante la lluvia que produce un arco iris, nos revela el verdadero espectro de colores del Sol. Lo que vemos en ese momento es un arco iris completo, que abarca desde el violeta hasta el rojo, pasando por todos los colores intermedios. Cada color en este espectro es el resultado de una longitud de onda particular de la luz solar.
En términos científicos, podemos decir que el Sol emite luz en todas estas longitudes de onda. Cada una de estas longitudes de onda se traduce en un color específico cuando la luz se percibe por nuestros ojos. Así, cuando se combinan todas las longitudes de onda de la luz solar, se produce una luz blanca, que es una mezcla de todos los colores del espectro. Este fenómeno es una manifestación de la naturaleza polícroma de la luz solar.
Entonces, podemos pensar en el Sol como una fuente que irradia todos los colores posibles. Esta riqueza de colores es la razón por la que la luz del Sol es tan fundamental para nuestra percepción del mundo que nos rodea. Proporciona la paleta de colores necesaria para que podamos ver y apreciar la belleza de nuestro entorno.

La luz del sol, al interactuar con la atmósfera terrestre, se convierte en un arco iris de colores revelando la ciencia detrás de de los colores de nuestra estrella.
El mito del sol amarillo en la infancia
Muchos de nosotros recordamos el Sol como amarillo debido a nuestras experiencias de infancia, cuando se nos animaba a dibujar un Sol amarillo brillante en nuestros dibujos. Los pintores y fotógrafos saben que la luz y los colores del entorno cambian constantemente debido a la variación de la atmósfera y la iluminación. Es esta variabilidad la que da lugar a percepciones personales sobre el color del Sol.

Todos, en algún momento, hemos dibujado un sol amarillo de pequeños.
¿Es el sol amarillo?
No, el Sol no es amarillo. A pesar de las percepciones comunes, el Sol emite luz blanca, pero su color aparente puede variar debido a la forma en que la luz interactúa con la atmósfera y la posición del Sol en el cielo.