Quizá el cosmos se haya ensañado con los dinosaurios más de lo que creemos: un meteorito no fue suficiente
Un segundo impacto podría haber ayudado a acabar con el reino de estos animales prehistóricos.

La mayoría de la comunidad científica está de acuerdo en coincidir en que el meteorito que impactó en la Península del Yucatán fue el motivo principal que desencadenó la famosa extinción de los dinosaurios. Tal y como recoge una nueva publicación disponible en el medio digital Science Advances, parece que un nuevo cráter pone el debate sobre la mesa, propugnando que el impacto conocido pudo no haber sido el único de este tipo y compartir método de destrucción en tierra firme.
No sólo existen grandes cráteres en la Península del Yucatán y este nuevo estudio lo demuestra
El lugar es el lecho marino del Océano Atlántico y el punto exacto es la costa entre Guinea y Guinea-Bissau. El cráter que ha sido descubierto recientemente ha sido bautizado como Cráter Nadir y parece tener alrededor de 66 millones de años de antigüedad, lo que significaría que habría sido ocasionado en una época similar en la que sucedió el impacto del meteorito más famoso de la historia.
El cráter en cuestión tiene un tamaño de alrededor 8 kilómetros de diámetro y se sitúa a unos 400 metros bajo el nivel del mar. El origen de este cráter podría tener tres explicaciones, siendo la primera de ellas que este fuese un fragmento desprendido del famoso meteorito Chicxulub, el que cayó sobre la Península del Yucatán.
Por otro lado, también podría haber sido causado por una colisión en el cinturón de asteroides que dejase caer otro meteorito sobre la Tierra o que el impacto en el mismo período haya sido un hecho sin relación aparente. Uisdean Nicholson, miembro del equipo, en declaraciones recogidas en el medio Gizmodo, asegura que:
Si el primer escenario es el correcto, esto nos proporciona nueva información realmente importante sobre lo que sucedió, tanto en el espacio como en la Tierra, durante el evento.
A pesar de los indicios, el equipo de investigadores aún debe recoger muestras del cráter para comprobar que su formación se debe al impacto de un meteorito, como los primeros indicios parecen apuntar. El trabajo aún se retrasará hasta el año 2024, pero esperar un par de años para desentrañar un misterio de más de 66 millones de años no parece demasiado tiempo, ¿verdad?