Se ha detectado un "latido" a miles de millones de años luz de la Tierra, y nadie sabe lo que puede ser
¿De dónde proviene una señal de radio que se produce cada cierto tiempo en el universo? Los científicos aún no han encontrado una explicación.

El Universo aún no ha desvelado muchos secretos de los que esconde y, pese a que la inversión en tecnología aplicada nos ha permitido obtener importantes avances, todavía es pronto para conocer mucha información sobre la historia del cosmos. Uno de los focos más interesantes a la hora de investigar sobre ello es ver si puede haber vida extraterrestre en algún lugar situado a miles de millones de años luz de la Tierra. ¿Estamos solos aquí o puede haber vida en algún que otro planeta?
Cada cierto tiempo, se registra una especie de "latido" que los investigadores todavía no han sido capaces de explicar. Se trata de una misteriosa ráfaga de radio que ha sido rastreada con el objetivo de encontrar una potencial solución. La estimación inicial, de acuerdo con la información de la CNN, nos muestra que la señal proviene de una galaxia situada a unos mil millones de años luz, pero se desconoce el lugar exacto.
¿Qué supone este nuevo descubrimiento para el futuro de las investigaciones? Nos encontramos ante un nuevo episodio que explica, entre otras cuestiones, por qué se trata de una opción interesante en el terreno científico. Veamos, por tanto, en qué consigue una ráfaga de estas características y, por supuesto, cuáles son las claves para explicar su funcionamiento.
Ráfagas de radio que simulan el latido de un corazón
Las ráfagas de radio rápidas, también conocidas como FRB, son intensas ráfagas de ondas de radio de milisegundos de duración y origen desconocido. Desde el año 2007, momento del que se tiene los primeros datos, se lleva analizando este rastro que nos deja el Universo de forma periódica. Desde aquella primera interpretación, se han dado a conocer otros muchos episodios, los cuales se contabilizan ya por cientos.
Únicamente los radiotelescopios más avanzados del mundo cuentan con esta tecnología tienen la posibilidad de detectar este tipo de señales. Uno de ellos, el Experimento Canadiense para el Mapeo de la Intensidad del Hidrógeno, es el que más ha conseguido captar el momento exacto en el que se produce esta especie de latido proveniente de un lugar remoto en otra galaxia. Este tipo de ráfagas llama la atención por su corto espacio de tiempo en el que tima acción, pero hubo una que llamó la atención por encima de las demás.
Aquella señal, denominada FRB 20191221A, tuvo una duración de unos 3 segundos, lo cual fue mucho mayor que las demás que se han contabilizado. De igual manera, dentro de dicho plazo de tiempo, se pudo comprobar cómo las señales tuvieron una intensificación en picos, de igual forma que lo harían los latidos descritos anteriormente. Tras su duración, lo cierto es que no se ha podido comprobar el origen de aquella ráfaga, lo cual demuestra hasta qué punto se trata de una línea de investigación a desarrollar.
El principal problema de este tipo de señales es que no se puede encontrar la fuente atendiendo a la onda de radio. Esto dificulta en gran medida conocer dónde se ha producido el estallido y, por supuesto, qué es lo que ha determinado este proceso.