¿Cómo se forma una tormenta tropical como Harvey?
Ante la llegada del huracán Harvey a Texas, descubre todo lo que debes saber de las tormentas tropicales: cómo se originan, tipos, cómo protegerte...

La naturaleza es verdaderamente espectacular. Estamos acostumbrados a convivir con ella pero no por eso deja de sorprendernos. Si vives en la zona de Centroamérica y el sur de Estados Unidos, probablemente mires el cielo con preocupación y no es para menos. La tormenta tropical Harvey se encuentra desatando su furia esa zona del globo terráqueo y se prevé que en las próximas horas golpee las costas de Texas. Eso sí, llegará transformado en un huracán de categoría 3, según informa la CNN.
¿Hay diferencia entre un ciclón, un huracán o una tormenta tropical?
¿Pero cuál es la diferencia entre un ciclón, un huracán o una tormenta tropical? A menudo estas palabras son usadas en el lenguaje cotidiano como sinónimos, pero no lo son. A decir verdad, el término científico para todas estas tormentas es ciclón tropical. Como puntualiza la NASA, únicamente los ciclones tropicales formados en el Océano Atlántico y el Océano Pacífico oriental son catalogados como "huracanes", como es el caso del ya Huracán Harvey.
Las tormentas tropicales suelen originar vientos muy fuertes, lluvias torrenciales, tormentas eléctricas, tornados y grandes olas, especialmente peligrosas en zonas costeras.
¿Cómo se forman las tormentas tropicales?
Los fenómenos físicos que originan las tormentas tropicales son fascinantes pero totalmente cotidianos e interiorizados por nuestras experiencias. Si recuerdas tu época escolar, sabrás que el aire es menos denso conforme aumenta la temperatura, y los fluidos poco densos tienden a ascender. Por eso son tan típicas las tormentas de verano tras días de mucho calor.
En las zonas tropicales hay elevada humedad, por lo que el aire cálido y con alta saturación de agua asciende desde la superficie terrestre. Al subir, deja huecos en las zonas inferiores que son ocupados por bolsas de aire que se encuentran alrededor de forma natural y muy rápida. Siguiendo con los ejemplos de la vida diaria: sucede exactamente lo mismo que cuando succionas con una pajita en tu refresco.
Ese aire que ha llenado el hueco, también se calienta y por tanto se eleva. En las zonas altas de la atmósfera, la temperatura es mas baja, consecuentemente el aire vuelve a enfriarse, provocando que el agua que se encontraba en su interior salga y forme nubes. Es lo que pasa cuando sales de la ducha: que el agua presente en el aire caliente comienza a condensar en el espejo del baño.

Corte transversal de un ciclón tropical. NASA
Ya te habrás dado cuenta que todo esto forma un ciclo continuo que tiene lugar muy rápidamente. Es más, este sistema de nubes y aire va girando y creciendo, alimentándose de más agua y aire caliente. Los ingredientes ya están en el horno: se está cocinando un huracán.
No todos los ciclones giran en el mismo sentido
Un dato bastante curioso y fascinante: no todas los ciclones tropicales giran en el mismo sentido. De hecho, las generadas en el norte del ecuador giran en sentido contrario a las agujas del reloj y las del sur del ecuador, en sentido horario.
¿A qué se debe esto? Desde la Euskal Herriko Unibertsitatea nos explican que es causado por de la rotación de la Tierra y una fuerza que se origina con los giros conocida como efecto Coriolis.
Como no queremos ponernos muy técnicos y hablarte de productos vectoriales y una imagen vale más que mil palabras, te dejamos este vídeo corto, preciso e instructivo:
Todo esto se traduce en que el efecto Coriolis consigue acelerar cada vez más la masa de aire y agua que conforma la tormenta, generando un ojo en su centro. En ese punto todo es muy tranquilo y la presión del aire es muy baja: la zona catastrófica se encuentra en el exterior.
Tipos de tormentas tropicales
Como ya hemos comentado antes, la diferencia entre ciclón tropical y huracán es meramente la ubicación geográfica de su nacimiento. No obstante, las tormentas tropicales tienen distinta denominación en función de su intensidad.
Para evaluarlas se usan una serie de parámetros como es la velocidad del viento, el daño que causan en tierra firme y la altura de las olas. La clasificación empleada es la Escala de Saffir-Simpson, que va del 1 al 6 en orden creciente de peligrosidad.

Escala de huracanes y sus efectos. Volcanes de Canarias
En general, los ciclones se debilitan al llegar a la costa, debido a que no se pueden nutrir de la energía del agua caliente de los océanos, pero sus últimos coletazos suelen ser terribles.
Dos satélites de la NASA se sitúan a 22.300 millas para ser controlar al detalle la evolución de estos fenómenos meteorológicos, ayudando a meteorólogos y protección civil a prever y paliar sus posibles efectos devastadores.
¿Cómo podemos protegernos de una tormenta tropical?
La Cruz Roja Americana alerta de una serie de medidas que debemos seguir a rajatabla ante una posible tormenta tropical. Aunque estos consejos pueden resultarte muy útiles para el Huracán Harvey que actualmente ya ha llegado a Texas, siempre viene bien tenerlos a mano:
- Lo primero de todo es la prevención: conviene estar alerta a la previsión meteorológica y hacer caso a los avisos.
- En caso de tormenta tropical, planifica con tiempo a dónde podrías ir (casa de un familiar, hotel), números de emergencia y rutas de transporte alternativas. En caso de emergencia, las carreteras principales suelen tener mucho tráfico.
- Prepara un suministro que incluya un botiquín de primeros auxilios, conservas, agua, ropa impermeable y de abrigo, linterna y pilas y alguna herramienta.
- En tu casa el objetivo es claro: evitar que los objetos del exterior salgan disparados y sean un peligro. Por ello debes instalar contraventanas o sellar las ventanas fijándolas con madera. Asegura todo lo que puedas para evitar que salga disparado: toldos, macetas... Si es necesario, poda los árboles.
- Durante la tormenta tropical lo mejor es que te quedes en tu casa, alejado de las ventanas. El peor momento es cuando el ciclón pasa por encima y no te dejes engañar por la calma del ojo del huracán.