Un agujero negro se ha tragado una estrella a 250 millones de años luz de la Tierra, y la NASA ha podido verlo
Los misterios de estos fenómenos cósmicos cada vez son captados de forma más habitual.

No ha sido uno, sino varios, los telescopios que han sido testigos de lo que sería un asesinato cósmico, cuyo verdugo ha sido un nuevo agujero negro y la víctima una inocente estrella. Tal y como un grupo de científicos ha publicado en la revista digital Astrophysical Journal, se ha podido observar a un agujero negro tragándose una estrella a 250 millones de años luz de la Tierra, en el centro de otra galaxia. Esta es la quinta observación que se ha realizado de un evento tan singular y ha sido detectado, en parte, gracias a la labor del telescopio NuSTAR.
La inmensa gravedad del agujero negro comenzó a despedazar la estrella que deambulaba a su alrededor, lo que incrementó los rayos X de alta energía alrededor del agujero. Este incremento mostró lo que se conoce como corona, una estructura extremadamente caliente por encima del agujero negro y que pudo observarse tanto en su formación como en su evolución.
Los agujeros negros meriendan estrellas y la NASA ha podido verlo
Estos procesos, que habitualmente reciben el nombre de eventos de disrupción de marea, sirven a la comunidad científica para ir entendiendo lo que sucede cuando un agujero negro atrapa material y comienza a devorarlo. Algo que queda claro para los astrofísicos es que los agujeros negros están rodeados de gas muy caliente, acumulado durante milenios en ocasiones, formando discos que pueden ser incluso más brillantes que algunas galaxias. Con ese brillo, a pesar de lo que pueda parecer, eventos como el consumo de un estrella pueden ser detectados.
A cosmic laboratory. 🔭
— NASA JPL (@NASAJPL) December 20, 2022
A recent and unusually close glimpse of a black hole snacking on a star is helping scientists understand complex black hole feeding behaviors. https://t.co/CNNvklxnf1 pic.twitter.com/QRnLE8dzKH
Los eventos de disrupción de marea son extremadamente cortos, en términos cósmicos, dado que pueden suceder en apenas semanas o meses. Este hecho, unido a las leyes físicas extremas que suceden y a los espectáculos de luz que se propagan por el universo, hacen de estos eventos algo extraordinario de observar. Suvi Gezari, coautor del estudio, afirma:
Los eventos de disrupción de marea son una especie de laboratorio cósmico. Son nuestra ventana en tiempo real a la alimentación de un agujero negro masivo acechando en el centro de una galaxia.
El evento que nos ha traído hasta aquí se ha denominado AT2021ehb y tiene como protagonista a un agujero negro con una masa 10 millones de veces superior a la del Sol. Parece que uno de los lados de la estrella más cercana empezó a ser desgarrado, dejando una especie de fideo de gas caliente como evidencia. En estos procesos, se crean ondas de choque y luz ultravioleta, siendo esta última visible para nuestros instrumentos de vigilancia, tales como los telescopios Swift, NICER y NuSTAR. Muchos son los misterios aún por desvelar de los agujeros negros, pero eventos de este tipo continúan siendo vitales para su comprensión.
