Un espermatozoide cósmico: la NASA nos muestra la bellísima imagen de una estrella antes de nacer
Conocida coloquialmente como "oruga espacial", esta formación de polvo estelar acabará conviertiéndose en un Sol.

Nuestro puente con la belleza del espacio exterior son el potentísimo telescopio James Webb y el Hubble de la NASA. Este último es el hermano mayor, y aunque el Webb es más avanzado a nivel tecnológico, el Hubble puede presumir de habernos dejado con instantáneas sobrecogedoras de estrellas, nebulosas y sistemas que pueblan el espacio a miles de años luz de la Tierra. Esta vez nos ha regalado la increíble imagen de una oruga espacial, una estrella en sus primeras etapas de formación.
Lo que ves en la imagen es IRAS 20324+4057, un cúmulo estelar localizado en la constelación de Cygnus, a aproximadamente 4.500 años luz de distancia de la Tierra. La NASA ha compartido la imagen en un post de su web oficial, y explica este "aspirante a estrella" está todavía en sus primeras etapas de desarrollo. Por el momento lo que se aprecia es una nube gigante de gas y polvo estelar, envuelta y movida por una capa de radiación proveniente de estrellas cercanas.
Miles de años en el futuro, este cúmulo de polvo alcanzará el máximo exponente y empezará la "metamorfosis" hacia su forma final: una estrella. De ahí el sobrenombre de "oruga espacial" con el que la NASA nos la ha presentado. La forma alargada tiene aproximadamente un año luz de longitud, lo que ya te da una idea aproximada de las absurdas proporciones de este prototipo de estrella. Y ojo, porque llegar a este estado le ha llevado a IRAS 20324+4057 varios millones de años, es todo un privilegio el mero hecho de poder observarla así.
Cuando llegue el momento, toda la estructura colapsará sobre su propia gravedad y dará lugar a una nueva estrella
IRAS 20324+4057 seguirá acumulando gas y radiación de sus vecinos cósmicos, y teniendo en cuenta la constelación en la que se encuentra, la NASA cree que su forma final podría aproximarse a diez veces el tamaño de nuestro sol. Sin embargo, la radiación de estrellas cercanas también erosiona la envoltura de gas exterior, así que es difícil saber si esta estrella será un "peso pesado" o un "peso ligero", en propias palabras de la agencia espacial.
Los equipos de observación de la NASA le seguirán la pista a esta protoestrella, pero ni tu ni yo veremos el momento en el que finalmente complete su transformación. Lo que sí podemos admirar es la majestuosidad con la que decora el cielo de Cygnus OB2.
