Un estudio revela que los elefantes hablan entre sí y se ponen nombres como hacemos los seres humanos
¿Sabías que los elefantes pueden ponerse nombres entre si? Así lo acaba de confirmar un equipo de investigaciones tras la publicación de un estudio.

Se sabe que los elefantes son uno de los animales más inteligentes del Planeta, pero recientemente se ha podido descubrir una nueva justificación de ello. ¿Hasta qué punto es posible que cada uno de ellos pueda tener un nombre determinado? Un nuevo estudio ha monitorizado los sonidos emitidos en diversos grupos con el objetivo de determinar si había una conexión entre determinadas llamadas y la contestación por algunos de los ejemplares.
Los resultados permiten establecer que hay un claro sistema de comunicación personalizado para cada uno de los miembros de elefantes. Los datos han sido obtenidos en dos parques naturales, ambos situados en Kenia. Por el momento, por tanto, solo se ha podido definir esta afirmación para el caso del elefante africano. Veamos, con más grado de detalle, en qué ha consistido este estudio, cómo se ha actuado en consecuencia y, por supuesto, cuáles han sido las principales conclusiones obtenidas.
Los elefantes africanos hablan entre sí y, además, ponen nombres a los miembros del grupo
Los elefantes pueden emitir múltiples sonidos, pero nunca nos habíamos parado a pensar por qué motivos realizan alguna que otra entonación determinada. En el día de hoy puede decirse que los ejemplares tienen su propio nombre, el cual ha sido interpuesto por sus semejantes. El conjunto de datos final sobre el que se ha basado la investigación ha contado con 625 llamadas distintas. Del total, 597 tuvieron lugar entre miembros del mismo grupo familiar.
Tras el uso de programas especializados en la sintetización de sonidos, se ha podido establecer una correlación entre el timbre utilizado por un elefante determinado y su correspondiente respuesta por otro al sentirse aludido. En el mensaje introducido al emitir el sonido, hay una parte que se corresponde directamente con el llamamiento que se efectúa al receptor. De esta manera, es posible establecer un patrón determinado que se repite constantemente.
Hasta donde sabemos, este estudio presenta la primera evidencia de direccionamiento vocal de congéneres sin imitación de las llamadas del receptor en animales no humanos.
Además, se ha podido descubrir que la emisión de sonidos también permite comunicarse con otros ejemplares que se encuentran a mayores distancias. Es común que las familias de elefantes terminen segregándose con el paso del tiempo, pero suelen permanecer en grandes grupos dispersos. En estos casos, un medio de comunicación como este permite mantener el contacto pese a estar en espacios más alejados.