Un fósil de hace 100 millones de años nos enseña cómo comían los dinosaurios: este herbívoro tenía un método infalible
Los dinosaurios saurópodos eran herbívoros, esto se sabía desde hace décadas, pero no el tipo de plantas que comían y cómo lo hacían. Ahora gracias a un raro fósil lo sabemos

Los dinosaurios siguen siendo unas bestias majestuosas. Da lo mismo que se extinguieran hace 66 millones de años. Ese mundo perdido sigue atrayendo a millones de personas, sobre todo a los paleontólogos expertos. En este sentido, un nuevo descubrimiento excepcional ha proporcionado la primera evidencia directa del tipo de alimentación que tenían los saurópodos, los famosos dinosaurios herbívoros de cuello largo. En concreto, se hallaron restos fosilizados de plantas dentro del abdomen de un Diamantinasaurus matildae, un saurópodo que vivió hace entre 94 y 101 millones de años en el periodo Cretácico. Este hallazgo confirma que los saurópodos eran efectivamente comedores de plantas (algo de sobra sabido), pero eso no es lo más relevante, sino que revela detalles concretos sobre lo que consumían y cómo lo hacían.
Hasta ahora, el conocimiento sobre la dieta de los saurópodos se basaba en indicios indirectos, como la estructura de sus dientes, mandíbulas y cuellos, ya que nunca se habían encontrado contenidos estomacales fosilizados. Según Stephen Poropat, autor principal del estudio de la Universidad de Curtin, esto convierte el descubrimiento en un evento sin precedentes en la paleontología de dinosaurios.
Los saurópodos utilizaban las bacterias de su estómago para un proceso de fermentación
Durante una excavación en 2017, el equipo del Museo Australiano de la Era de los Dinosaurios encontró una capa de roca fracturada que contenía fósiles de plantas perfectamente conservados. Esta roca preservaba lo que se conoce como cololito, es decir, contenido intestinal fosilizado, revelando la última comida del dinosaurio.
New Diamantinasaurus matildae skeletal, this time with less leg and more chunk. Will do a rigorous skeletal sometime to show how much/little we know of her. pic.twitter.com/eej2U2GNln
— Ashley Patch (@AshleyPalaeo) August 28, 2020
El análisis del cololito mostró una dieta sorprendentemente variada: hojas de coníferas, estructuras reproductivas de helechos con semilla y hojas de angiospermas, o plantas con flores. La presencia de estas últimas fue especialmente llamativa, ya que eran relativamente nuevas en el registro fósil en aquella época. Este hallazgo sugiere que los saurópodos se adaptaron rápidamente a incluir las plantas con flores en su alimentación, en un lapso evolutivo de apenas 40 millones de años desde su aparición.
Los investigadores también concluyeron que los saurópodos no masticaban sus alimentos. En lugar de eso, eran comedores de volumen que ingerían grandes cantidades de vegetación y dependían de la fermentación y de microbios intestinales para digerir su comida. Algunos animales herbívoros en la actualidad conservan sistemas de digestión similares. También se ha sabido que otros tragaban piedras para machacar los alimentos una vez estaban en el estómago.
Estos resultados respaldan la teoría de que los saurópodos jugaron un papel ecológico clave durante la Era Mesozoica, influyendo en la vegetación a escala global. No obstante, Poropat advierte que este estudio refleja la última comida de un solo saurópodo subadulto, por lo que aún quedan incógnitas sobre si esta dieta era típica de la especie, si variaba por edad o estación, o si reflejaba una alimentación en condiciones de estrés. Así que solo queda continuar investigando hasta saber la auténtica verdad, si es que es posible hacerlo, ya que encontrar este tipo de restos entre el material fósil es algo fortuito y parte del azar del trabajo paleontológico.