Un grupo de científicos ha logrado cultivar células cerebrales humanas, y las han puesto a jugar a videojuegos
Las células que llevaron a cabo las pruebas "aprendieron" patrones de movimiento.
 Los avances en la ciencia jamás dejarán de sorprendernos. En un mundo donde la inteligencia artificial puede crear arte y con procesadores capaces de ejecutar millones de comandos en segundos, hemos roto una nueva barrera: el cultivo de células cerebrales humanas.
Un grupo de científicos de una startup de biotecnología llamada Cortical Labs ha conseguido cultivar 800.000 células cerebrales y ensablarlas en una red que han bautizado con el nombre de DishBrain. Los científicos combinaron células de ratón derivadas de cerebros de embriones y células humanas extraídas de células madre para crear ua especie de "red neural artificial". Luego conectaron todo el sistema a una matriz para poder ejecutar comandos y darle órdenes.
Lo curioso es que lo primero que han hecho los responsables del estudio es hacer que las células se pongan a jugar a videojuegos, al clásico Pong para ser exactos. Si no te suena el nombre, el Pong es considerado como el primer videojuego de la historia, con las dos barras en los extremos y la pelota que va rebotando de lado a lado. El experimento con esta red neural funcionaba a base de una serie de pulsos eléctricos enviados a las neuronas, que indicaban la posición de la pelota en el juego. La matriz a la que estaba conectada era capaz de mover las paletas hacia arriba y hacia abajo para bloquear la pelota y evitar el punto.
La células no solo eran capaz de reaccionar para interceptar la pelota, también aprendían
Sin embargo, lo que podría haberse quedado en un experimento curioso obtuvo resultados muy reveladores que sorprendieron a los científicos. Los responsables del estudio aseguran que DishBrain mostró signos de "aprendizaje" en la sesión de cinco minutos que estuvo controlando la interfaz de Pong. Tras veinte minutos de actividad constante, las células cerebrales responsables se reorganizaron para crear patrones nuevos de movimiento y adaptándose a las situaciones que se reflejaban en pantalla. El Dr. Brett Kagan, principal autor del estudio, lo explicaba así en una entrevista reciente a la BBC:
“Las células cambiaron su actividad de manera consciente, adaptándose a los patrones del juego. De hecho, la capacidad de las neuronas para cambiar y adaptar su actividad como resultado de la experiencia aumenta con el tiempo, cuanto más juegan, más aprenden y ejecutan mejores movimietos”
Este curioso es solo el principio en una carrera muy prometedora para Dishbrain. Kagan tiene la esperanza de que si mejoran la respuesta y aprendizaje de este conjunto de células y neuronas, en un futuro pueda usarse como tratamiento de enfermedades como el Alzheimer.