Un misterio de hace 700 años acaba de ser resuelto: ya sabemos quién fue el asesino de este joven duque

Los huesos hallados, hace más de un siglo, en una iglesia de Budapest confirman la identidad y la violenta muerte de un noble húngaro, descendiente de la dinastía vikinga Rúrik

Un misterio de hace 700 años acaba de ser resuelto: ya sabemos quién fue el asesino de este joven duque
Este es el cráneo del individuo encontrado en el monasterio dominico de la isla Margarita
Publicado en Ciencia

Un equipo internacional de investigadores ha logrado identificar los restos del duque Béla de Macsó, que fue asesinado en 1272 en una emboscada en palacio que dejó conmocionado al reino de Hungría. Esta investigación ha sido dirigida por el antropólogo Tamás Hajdu, de la Universidad Eötvös Loránd de Budapest, y combina genética, antropología forense e historia para resolver un enigma arqueológico que llevaba un siglo sin respuesta.

El brutal final del duque Béla de Macsó

Recientemente, según el artículo publicado en la revista científica Forensic Science International: Genetics, hemos podido reconstruir un crimen centenario. Todo comienza con unos huesos descubiertos en 1915 en el monasterio dominico de la isla Margarita, en la propia ciudad de Budapest. El cuerpo, de un joven de unos veinte años, presentaba cortes por todo el esqueleto, entre los que se hallaron 23 golpes de espada y varios de ellos en la cabeza, según los análisis realizados por el antropólogo Lajos Bartucz en los años treinta. En aquel entonces, se creía que correspondían a Béla de Macsó, el nieto del rey Béla IV y descendiente, por el lado paterno, de la dinastía vikinga Rúrik.

Esta dinastía nos lleva a los príncipes escandinavos que fundaron la Rus de Kiev, el primer gran estado de los pueblos eslavos orientales y el antecesor histórico de Rusia, Ucrania y Bielorrusia. Crónicas del siglo XIII relataban que este duque fue asesinado por Ban Henrik Kőszegi, y sus hombres, y que su hermana Margit recogió los restos para enterrarlos en la isla.

Lesiones observadas en los restos del misterioso ser humano analizado

Lesiones observadas en los restos del misterioso ser humano analizado

Durante décadas se pensó que los huesos se habían perdido en la Segunda Guerra Mundial, hasta que en 2018 reaparecieron por azar en una caja de madera en el Museo de Historia Natural de Hungría. Ese mismo año comenzó un proyecto que reunió a especialistas de la Universidad de Viena, la Universidad de Bolonia, la Universidad de Helsinki y la Universidad de Harvard, entre otras instituciones. Gracias a análisis radiocarbónicos, isotópicos y genéticos se pudo confirmar que el individuo vivió en el siglo XIII y tenía una dieta rica en proteínas animales y pescado, lo que alteró las primeras dataciones.

El estudio dental reveló restos de trigo y cebada, cocidos y horneados, y los isótopos de estroncio indicaron que el joven nació en la región de Syrmia, actual Serbia y Croacia, y se trasladó después hacia el área de Buda. El actual examen genético no deja lugar a dudas: el ADN coincide con la genealogía de los Árpád y los Rúrik. Su linaje paterno pertenece a la misma rama que Dmitri Aleksándrovich, príncipe ruso del siglo XIII, descendiente directo de Yaroslav el Sabio.

Por cierto, el análisis forense también ha reconstruido el crimen. Sabemos que el duque fue atacado por tres hombres a la vez, con sables y espadas. Recibió 26 heridas, nueve de ellas en la cabeza, y aunque intentó defenderse, fue abatido y rematado en el suelo. La distribución de los cortes sugiere una ejecución planificada, aunque había un poso de violencia, desatado por el odio y la rabia. Ocho siglos después, la ciencia confirma que el asesinato de Béla de Macsó fue político y premeditado. Su muerte, escrita en los huesos, vuelve ahora a hablar a través de la genética.

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