Una tumba nuclear para el próximo millón de años a casi 500 metros de profundidad: así es ONKALO
Finlandia ha decidido enterrar su basura y el proyecto arquitectónico es uno de los más interesantes de nuestra historia.

Enterrar los residuos nucleares no es una opción novedosa en nuestra historia, pero ONKALO es diferente desde varios puntos de vista. La profundidad a la que descansarán estos depósitos, alrededor de los 455 metros, el sistema de túneles que está siendo creado y la posibilidad de que los residuos puedan permanecer ocultos, y sin afectar al planeta, durante un millón de años es algo digno de destacar.
Aún no estamos cerca de desaparecer del planeta, pero no parece que este cementerio nuclear vaya a ser motivo de nuestra extinción. Eso sí, el cine y la televisión ya nos han mostrado en más de una ocasión como la tecnología podría poner punto y final a la vida en la Tierra.
Onkalo es el depósito de residuos nucleares más ambicioso de nuestra historia
Finlandia lleva casi 40 años buscando una solución para el depósito de sus residuos nucleares y fue, finalmente, en el año 1995 cuando la fundación de la compañía Posiva Oy permitió atajar este urgente problema. Según la información publicada en la página web de Posiva, después de años de análisis económicos, geológicos y de impacto medioambiental, en 2004 se decidió la construcción de ONKALO en la isla de Olkiluoto, donde se encuentra una de las dos centrales nucleares del país.
El lugar elegido no es casualidad, dado que el tipo de roca que se encuentra bajo la superficie es lo suficientemente resistente para integrar una estructura de túneles como la que se ha utilizado en el proyecto y, además, se encuentra en un área alejada de cualquier tipo de movimiento tectónico, con lo que se espera que la zona permanezca intacta durante milenios. Según la información publicada en la página web de Posiva, el método que se utilizará para deshacerse de los residuos nucleares se denomina KBS-3V.
Los restos se depositan en grandes cápsulas, que viajan a través de un intrincado sistema de túneles, y acaban siendo ubicadas en contenedores verticales, separados por roca y bentonita, de 1,05 metros de diámetro. Los huecos donde se encuentran los contenedores tienen una profundidad de 8 metros y un diámetro de 1,75 metros. Para su construcción se ha utilizado una máquina denominada Deposition Hole Boring Machine, cuyo prototipo se ha llamado Sanna.
El encargado de transportar los residuos desde la superficie hasta las profundidades de Olkiluoto es KSAA, un vehículo que puede transportar hasta 30 toneladas de peso, para sumar un total de 120 toneladas en su recorrido. El transporte se realiza con la cápsula en posición horizontal, para que, una vez llegado el momento, ésta sea izada para ser depositada correctamente en el depósito correspondiente. Un proyecto de casi 40 años que está a punto de ver la luz y que pone en valor el poder de construcción de nuestra civilización.