Uno de los volcanes más peligrosos en Estados Unidos podría entrar en erupción muy pronto
La actividad sísmica cerca de un estratovolcán situado en el Arco Aleutiano de Alaska es cada vez más intensa

Alaska es uno de los cincuenta estados de Estados Unidos, situándose en el extremo noroeste del país. Es su estado más extenso, aunque el cuarto menos poblado. Sin embargo, no venimos a hablarte de sus paisajes nevados ni de sus comunidades indígenas, sino de un volcán situado en el monte Spurr, que podría entrar en erupción próximamente, según el comunicado publicado en la página web del Servicio Geológico de Estados Unidos.
El monte Spurr se está preparando para entrar en erupción
Gracias a las observaciones realizadas por científicos del Observatorio Vulcanológico de Alaska, se han constatado emisiones de gas volcánico procedentes del volcán ubicado en esta montaña. Todo parece indicar que el magma ha penetrado en la corteza terrestre bajo este volcán y que las probabilidades de que se produzca una erupción volcánica se están incrementando.
Por el momento, se están barajando hasta cuatro escenarios, según los datos que están siendo recopilados por el mencionado observatorio. El primero de ellos, el más probable en estos momentos, significaría que se produjese una erupción similar a la que tuvo lugar en los años 1953 y 1992, con eventos explosivos que duraron unas cuantas horas y con nubes de ceniza que fuesen transportadas miles de kilómetros hacia la parte sur de Alaska.
El segundo escenario implicaría una pequeña erupción, con ríos de lava y explosiones breves, aunque con un impacto mucho menor en los alrededores. Como tercera opción, los expertos plantean una erupción fallida, en un escenario en el que la lava no consiga salir a la superficie, tal y como ya ha sucedido anteriormente, en los años 2004 y 2006.
Estos dos escenarios son posibles, aunque menos probables. De hecho, en el tercer caso, los científicos del Observatorio Vulcanológico de Alaska creen que es posible que exista actividad sísmica, deformación del suelo, emisiones de gas y un calentamiento de la superficie. Estos fenómenos irían disminuyendo con el paso de las semanas o los meses. Sin embargo, existen un cuarto escenario que aún no está descartado.
Ya habíamos comentado que las explosiones de 1953 y 1992 fueron importantes. Eso sí, la cuarta opción no descarta que se produzca una erupción volcánica mucho más grande aún, con nubes de ceniza mucho mayores, depósitos volcánicos mucho más gruesos e impactos mucho más evidentes que en cualquiera de los otros escenarios. La fecha es imposible de predecir, pero los expertos aseguran que la erupción podría darse en las próximas semanas o meses. Quedará continuar siguiendo las actualizaciones del Observatorio Vulcanológico de Alaska y esperar que no haya que lamentar pérdidas humanas ni materiales.
After last week's announcement that the likelihood of a Mount #Spurr eruption has increased, now is a good time for Alaska residents, especially in southcentral Alaska, to familiarize themselves with the possible hazards of a Spurr eruption. (1/5) pic.twitter.com/rir6R8ujit
— Alaska AVO (@alaska_avo) March 19, 2025
Por cierto, tal y como anuncia el hilo iniciado en la red social X por el Observatorio Vulcanológico de Alaska, los residentes en la región central y sur de este estado deberán tomar las precauciones necesarias para evitar los cuatro mayores peligros de una erupción volcánica del monte Spurr:
- Las cenizas pueden dañar los motores de los aviones. Esto es de gran importancia, dado que el Aeropuerto Internacional Anchorage es el cuarto aeropuerto de carga con más actividad del mundo.
- Los flujos piroclásticos pueden ser mortales, aunque el área comprometida parece no estar habitada. Eso sí, se recomienda no acudir a las inmediaciones del volcán durante las próximas semanas.
- La ceniza que caerá del cielo es tóxica, con lo que los ciudadanos afectados tendrán que permanecer en sus casas o utilizar mascarillas para salir a la calle. Los coches y otros objetos también podrían sufrir daños.
- Los flujos de lodo y escombros volcánicos, también denominados lahar, son realmente peligrosos, aunque también parece que no afectarán a ninguna población.