Unos estudiantes diseñan un revolucionario mini-satélite que se infla como una pelota de playa

A lo largo de los últimos años, la investigación espacial ha dado un fuerte salto cualitativo. Empresas como SpaceX o la NASA han llevado a cabo fuertes inversiones para cubrir las capas intermedias de la Atmósfera de satélites con toda una serie de funciones diferenciales. Tal es el nivel de entusiasmo que está habiendo en la humanidad respecto a este mercado que un equipo de estudiantes ha creado un proyecto particular para crear un mini-satélite con capacidad para obtener información especial de la ionosfera.

Se trata de una tecnología que tiene como objetivo principal la medición en tiempo real de toda una serie de elementos clave que afectan a una de las capas de la Atmósfera más interesantes por la composición que posee. Lo más destacado es que apenas tiene el tamaño de una caja de cereales. Se espera que pueda servir para conocer en mayor medida cuáles son las principales características que hay presentes unos kilómetros más allá de la Tierra y, por supuesto, cómo afectan los cambios en su propia composición.

Veamos, por tanto, cuáles son las claves más interesantes que podemos encontrar en el mercado, por qué se trata de un elemento diferencial a tener en cuenta y, por supuesto, hasta qué punto pueden estar desarrollándose otros programas de esta clase en el ámbito estudiantil. Al fin y al cabo, cabe destacar que el personal que ha creado este producto se encuentra aún en una fase de aprendizaje.

Un nuevo satélite creado por estudiantes para medir las capacidades de la ionosfera

Además de la capacidad para obtener información valiosa de este satélite, una de las características más interesantes que hay detrás del proyecto es su facilidad para extender un estructura esférica con con antena incluida. El objetivo de esta solución es la incorporación de una propuesta con capacidad para poder establecer contacto con la Tierra y poder, de esta manera, realizar el correspondiente envío de información. Se trata de un elemento clave que permitirá la medición de datos y métricas esenciales en futuras líneas de investigación.

Para poder contar con la pieza más representativa de este curioso satélite, se ha contado con la colaboración de la empresa Freefall Aerospace. El objetivo de esta propuesta radica en la reducción del coste necesario que supone recurrir a la tecnología desarrollada a lo largo de las últimas décadas. La innovación ha permitido contar con un equipamiento hardware mucho más avanzado, el cual puede ser integrado mediante un equipo de ondas.

Al contrario que otras unidades lanzadas en los últimos años, el CatSat que está siendo objeto de desarrollo será capaz de enviar información de gran interés en mucho menos tiempo. Al fin y al cabo, contar con datos precisos puede ser fundamental para controlar qué es lo que está ocurriendo en aquellas capas que forman la Atmósfera que nos protege de la radiación.

Aun no hay fecha concreta para el lanzamiento de este curioso satélite, pero lo cierto es que se ha confirmado que tendrá su aplicación real en el espacio. Se ha podido confirmar, de igual manera, que su presencia tendrá lugar a una distancia de unos 547 kilómetros de la Tierra, según se puede leer en Gizmodo. Sea como fuere, nos encontramos ante un revolucionario proyecto que sirve para entender cómo la era de los mini-satélites ya está aquí. Puede que no esté al nivel de lo que es capaz de ofrecer la red Starlink, pero, sin duda alguna, servirá como pieza esencial para crear nuevas soluciones adicionales en el medio plazo.