China muestra su nueva arma no nuclear. Produce una enorme bola de fuego que lo arrasa todo
China ha informado de que tiene un nuevo arma de destrucción masiva no nuclear. Se trata de un material que puede arder más intensamente que el explosivo tradicional y lo quema todo

China es en la actualidad la segunda potencia militar después de Estados Unidos. Algunas webs especializadas indican que es Rusia, pero nosotros creemos que, tras los últimos eventos, es el eje asiático el que da muestras de querer discutir el liderazgo estadounidense. Ahora, en unas últimas noticias llegadas desde este país se ha puesto en conocimiento del planeta que China tiene un nuevo tipo de arma explosiva no nuclear basada en hidrógeno. Está diseñada para causar enormes daños térmicos intensos y prolongados alcanzado temperaturas de 1.000 ºC.
Como decíamos antes, en recientes noticias hemos podido saber que un grupo de investigadores chinos ha afirmado haber desarrollado un nuevo tipo de arma explosiva no nuclear que es capaz de crear una inmensa bola de fuego que arrasa con todo lo que toca. A pesar de que las armas nucleares siguen siendo el culmen de la carrera tecnológica en materia de defensa, este dispositivo de 2 kilogramos supera en capacidad destructiva al clásico explosivo TNT usado durante décadas.
Esta arma podría destruir casi cualquier cosa debido a sus altas temperaturas
De acuerdo con la información hecha pública, el componente principal del artefacto es el es el hidruro de magnesio, un polvo que se compone de hidrógeno en forma sólida. Al detonarse con un explosivo, este material se descompone en diminutas partículas que liberan gas hidrógeno. Este gas, al encenderse, genera una bola de fuego con temperaturas que superan los 1.000 °C. A diferencia de una explosión de TNT que dura apenas una fracción de segundo, esta nueva explosión térmica puede mantenerse durante más de 2 segundos, lo que, aunque parezca mentira, es 15 veces más la duración del explosivo tradicional.
Una particularidad importante de este nuevo material (y arma) es que la reacción térmica generada se comporta como una cadena prolongándose mientras haya combustible disponible. Esto la convierte en un arma eficaz para la negación de área, haciendo que zonas afectadas se mantengan demasiado calientes como para ser habitables o transitadas durante un tiempo. También se perfila como una herramienta letal para destruir equipos, vehículos y otras estructuras mediante una incineración prolongada debido a las altas temperaturas que produce.
Por supuesto, y como han indicado los expertos, aunque no es un sustituto de los explosivos convencionales en términos de presión o impacto inmediato, este nuevo tipo de bomba ofrece una alternativa estratégica para operaciones específicas que requieren daño térmico extendido y destrucción sostenida, sin la necesidad de llegar a cruzar el umbral del armamento nuclear, que es el último paso que puede dar un país, ya sea en su empleo táctico o estratégico.