China tiene claro cuál es el mayor peligro de Estados Unidos: no son sus modernos aviones de combate, sino este antiguo bombardero

China ha realizado un estudio sobre el arma más peligrosa que tiene Estados Unidos y es un avión que tiene más de 70 años

China tiene claro cuál es el mayor peligro de Estados Unidos: no son sus modernos aviones de combate, sino este antiguo bombardero
El bombardero B-52 es un viejo avión de la Guerra Fría y todavía puede llevar cuatro bombas nucleares encima
Publicado en Defensa

Una reciente evaluación de amenazas realizada por investigadores militares chinos ha identificado al bombardero B-52H Stratofortress de la Fuerza Aérea de Estados Unidos como la amenaza más significativa en caso de un ataque nuclear táctico limitado contra China. El estudio fue dirigido por Wang Bingqie, de la Academia de Alerta Temprana de la Fuerza Aérea del EPL en Wuhan, y publicado en la revista china Modern Defence Technology. Esta investigación es curiosa, ya que señala como mayor amenaza a un super bombardero creado por Estados Unidos en la primera década de la Guerra Fría, esto es durante 1950. Por tanto, fue usado en la guerra de Vietnam y otros conflictos, pero ya no es un sistema moderno.

El estudio se ha basado en una simulación que se centró en un escenario de operación de contrataque aéreo penetrante (PCA) de Estados Unidos contra activos navales chinos e infraestructura militar en el interior del país. A pesar de su antigüedad, más de 70 años en servicio, el B-52H superó a plataformas más modernas en todas las fases del ataque: despliegue, penetración y golpe final. Su gran capacidad de carga, alcance operativo y sistemas de aviónica modernizados le otorgan un valor estratégico superior al de cazas y bombarderos furtivos como el F-35A y el B-2 Spirit.

Aunque tiene más de 70 años este bombardero todavía atemoriza a China

El estudio resaltó que el B-52H puede portar hasta cuatro bombas nucleares B61-12, lo que lo convierte en el avión con mayor capacidad de carga nuclear en la actualidad. Estas bombas pueden generar explosiones equivalentes a hasta 300 toneladas de TNT, con efectos devastadores que incluyen ondas de choque, radiación y contaminación duradera. Lo que bastaría para hacer colapsar los mayores centros operativos de China. Así lo ha demostrado un estudio publicado en SCMP.

Para contrarrestar esta amenaza, los investigadores chinos recomendaron fortalecer las redes de alerta temprana, ampliar la cobertura de vigilancia y reforzar las defensas aéreas, especialmente en las rutas potenciales de ingreso de aviones enemigos. También señalaron el papel de la guerra electrónica y las operaciones cibernéticas como herramientas clave para interrumpir las comunicaciones y sistemas de navegación de las plataformas de ataque estadounidenses. De esta forma se podría impedir que un avión como el B-52H pudiera navegar y lanzar las bombas contra los objetivos señalados.

El equipo utilizó una metodología híbrida que combinó el juicio de planificadores operacionales del EPL con datos objetivos, evitando el uso de modelos de inteligencia artificial por considerarlos opacos. También se empleó teoría de juegos para simular decisiones bajo condiciones de combate.

Por último, y adicionalmente, el estudio destacó que los radares chinos pueden detectar aviones furtivos como el F-22 o el B-2 a distancias de hasta 400 kilómetros y mencionó el desarrollo de sistemas de defensa aérea hipersónica con alcances superiores a los 1.000 kilómetros. Estas capacidades reflejan la creciente preocupación china por las capacidades ofensivas de Estados Unidos en un contexto de tensiones regionales, especialmente en el estrecho de Taiwán y el Mar de China Meridional.

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