Europa intensifica el desarrollo de misiles hipersónicos ante la amenaza de Rusia y China
La batalla por el futuro escudo antimisiles de Europa obliga a la española Sener y a su rival francés MBDA a una fusión forzosa o a una lucha sin cuartel por un único contrato millonario de la UE
La Unión Europea ha puesto sobre la mesa un ultimátum que resuena en los despachos de la industria de defensa continental. Los dos grandes consorcios que compiten por desarrollar el futuro escudo antimisiles hipersónicos se encuentran en una encrucijada ineludible: o unen sus fuerzas en un único proyecto o se enfrentan en una batalla industrial de la que solo uno saldrá con financiación. Bruselas ha fijado el marco del Fondo Europeo de Defensa de 2026 como fecha límite para resolver esta pugna, consciente de que cualquier retraso amenaza con dejar a Europa peligrosamente descolgada en una tecnología militar punta.
Esta urgencia se ve amplificada por la creciente preocupación sobre la eficacia de los sistemas actuales, especialmente ante la aparición de una superarma balística rusa que ha puesto en jaque a las defensas Patriot en conflictos recientes. En el centro de esta disputa se encuentran dos grandes consorcios enfrentados.
Por un lado, el proyecto HYDEF, que cuenta con un importante liderazgo de la empresa española Grupo Sener junto a la alemana Diehl Defence. Por otro, la iniciativa HYDIS, encabezada por el gigante francés MBDA, el principal fabricante de misiles del continente. La tensión es máxima, pues ambos aspiran a liderar un programa estratégico para la seguridad europea.
Un pulso geopolítico con sello francés y alemán
Esta insólita situación se gestó tras un giro inesperado de los acontecimientos. En 2022, el consorcio HYDEF se adjudicó el contrato inicial de investigación, pero MBDA, que había quedado fuera, impugnó la decisión por la vía legal. Ante el bloqueo, la Comisión Europea optó por una solución poco ortodoxa en 2023: lanzar y financiar el segundo proyecto paralelo, HYDIS. La intención original, tal y como han publicado en los medios oficiales de la fuerza aérea de Estados Unidos, era fomentar la competencia interna antes de tomar una decisión final.
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— Centro Estudios y Análisis sobre el Futuro Europa (@F_CEAFE) December 9, 2025
The Russian Aerospace Forces and the Chinese Air Force conducted another joint air patrol in the Asia-Pacific region.
An air group consisting of Tu-95ms strategic missile carriers of the Russian Aerospace Forces and Xi'an H-6 strategic bombers of the People's Liberation… pic.twitter.com/qSWE7rrMBE
De hecho, el principal escollo para una fusión pactada es un obstáculo de envergadura: la histórica rivalidad industrial entre Francia y Alemania. Cada gobierno respalda firmemente a su campeón nacional, creando un cisma que ya ha complicado el desarrollo de otros programas de defensa conjuntos en el pasado. París apoya sin fisuras a MBDA, mientras que Berlín hace lo propio con la candidatura germano-española liderada por Diehl y Sener. Este tipo de decisiones estratégicas nacionales no son un caso aislado, como demuestra el hecho de que Dinamarca haya optado por una alternativa europea a los misiles Patriot, reflejando una tendencia a buscar soluciones de defensa dentro del continente.
Sin embargo, el plan de mantener dos propuestas tecnológicas sobre la mesa ha sido finalmente descartado. Bruselas ha decidido cortar por lo sano, principalmente por razones presupuestarias, y ha anunciado que solo destinará fondos a un único programa continental. La decisión obliga ahora a los actores implicados a negociar la unificación de los proyectos o a prepararse para una contienda directa que definirá el futuro de la defensa hipersónica en Europa.