4 características de los coches que han desaparecido por completo, pero que en su época fueron un bombazo

4 características de los coches que han desaparecido por completo, pero que en su época fueron un bombazo
El Ferrari F40 era uno de los deportivos que optaron por los faros escamoteables. Wikipedia
Publicado en Motor

La industria del automóvil ha sido una fuente de innovación durante décadas. Con el paso del tiempo, los fabricantes han llevado a cabo todo tipo de soluciones para adaptarse a las nuevas necesidades de los usuarios. Por ello, automóviles actuales de la gama media cuentan con equipamientos que bien podrían ser de la gama alta de hace un par de décadas. Existen múltiples ejemplos que corroboran tal afirmación y, por supuesto, hay otras muchas opciones que han quedado completamente descatalogadas.

¿Recuerdas cuando había opcionales que permitían llevar un teléfono móvil incluido en el salpicadero? ¡Qué tiempos aquellos! En el día de hoy queremos mostrarte algunos de los ejemplos que eran normales en la industria del automóvil y que ahora, por el contrario, no se barajarían ni siquiera. Hay múltiples casos, pero vamos a centrarnos en aquellas tecnologías que fueron un referente en el mercado.

Veamos, por tanto, aquellas innovaciones que quedaron en desuso por obsolescencia tecnológica, por qué nos encontramos ante soluciones diferenciales que llaman la atención por ser una revolución hace unas décadas y, por supuesto, hasta qué punto podríamos volver alguna de estas propuestas nuevamente en un automóvil en el futuro.

Aspectos que fueron vitales en el coche y que ya ninguna marca ofrece

Hemos querido hacer una recopilación sobre cuáles son aquellas innovaciones que quedaron en desuso por haber quedado descatalogadas. Habría muchas más opciones, tales como la antena de la radio escamoteable o los ceniceros en el habitáculo. Hemos escogido aquellas que supusieron un antes y un después y que, por cuestiones tecnológicas, terminaron quedando a un lado.

Faros escamoteables

Los faros escamoteables tuvieron su propio mercado hasta los primeros años de la década de los 2000. Era una solución original que, sin embargo, apena tenía efectos prácticos. Puede que sentase genial esto en algunos diseños frontales, pero esta tecnología se enfrentaba a una serie de problemas. Por un lado, se trataba de una tecnología que se accionaba mediante un motor, el cual podría ser susceptible de fallo. Arreglar una pieza como esta podría suponer un alto coste para el usuario, por lo que cada vez era menos demandado.

Del mismo modo, la llegada del xenon implicaba la instalación de faros de mayor tamaño, lo cual era incompatible con el diseño de este tipo de faros. Al fin y al cabo, ¿qué sentido tenía instalar esta tecnología si, precisamente, la estética iba a terminar viéndose perjudicada?

Por último, nos encontramos ante una tecnología que tenía una gran responsabilidad en el aumento del consumo de combustible. Conducir de noche suponía que el automóvil gastaba más gasolina debido al deterioro del coeficiente aerodinámico. Se trata, sin duda alguna, de una de las tecnologías que más rápido fue desechada tras conocerse los problemas que suponía.

Compatibilidad con CD's y cintas de música

Todo coche de menos de 15 años es difícil que incluya compatibilidad para cintas de música. En la actualidad, pocos automóviles son los que disponen de la ranura para insertar CD's, una tecnología más propia de la primera década del siglo XXI. En algunos vehículos, sobre todo en aquellos de gama media y alta, había una opción para incluir un portaCD's en el maletero, el cual servía para no tener que cambiar continuamente de disco de forma manual.

Un usuario insertando un CD en el coche

La ranura para insertar un CD ya no está disponible en la inmensa mayoría de automóviles.

Esta tecnología quedó en desuso tras verse cómo la llegada del concepto MP3 permitía meter cientos de canciones en un pendrive con apenas un par de GB de capacidad. La disposición de las soluciones anteriores ya no tenía ningún sentido, por lo que los fabricantes pronto se dieron cuenta de que incluir esta tecnología era caer en gastos injustificados.

Adornos y figuras en el capó de los coches

¿Quién no recuerdas a las antiguas berlinas de Mercedes-Benz? El símbolo de la estrella sobre el capó es algo muy de los ochenta y noventa del siglo pasado. La normativa sobre seguridad en la mayor parte de países penalizaba notablemente este tipo de adornos, ya que podían causar efectos perjudiciales a las personas en caso de atropello.

Empresas como Rolls-Royce fueron más reticentes a su eliminación, llegando a incluir fórmulas para esconder esta pieza en determinadas ocasiones. Sea como fuere, nos encontramos ante una tecnología que terminó siendo descatalogada por sus nulos beneficios. Además, estos elementos que sobresalen de la superficie no hacen más que empeorar el coeficiente aerodinámico, produciendo un incremento del gasto en combustible.

Quinta rueda de neumático en caso de pinchazo

Hasta hace un tiempo, la mayor parte de los automóviles incorporaban una quinta rueda, con llanta incluida, para poder utilizarla en caso de pinchazo. Se trata de una tecnología que podría llegar a ser muy útil, pero lo cierto es que ocupaba mucho espacio y, adicionalmente, incrementaba el peso del vehículo. En su defecto, los fabricantes comenzaron a incluir los denominados kits antipinchazos o una rueda tipo galleta para poder circular de forma provisional con una serie de limitaciones a nivel de prestaciones.

Diferencia entre una rueda normal y una tipo galleta

La rueda tipo galleta y el kit antipinchazos son las opciones más usadas por los fabricantes en la actualidad.

La falta de una regulación en este sentido ha sido aprovechada por los fabricantes, los cuales han ido optando por estas segundas alternativas para ahorrar costes en el proceso de fabricación. Al fin y al cabo, teniendo en cuenta los servicios actuales, muchos usuarios apuestan ahora por llamar a la grúa si existe cualquier problema mecánico de estas características.

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