Cuida el aire acondicionado de tu coche: trucos, consejos y claves de mantenimiento

El aire acondicionado en el automóvil se convirtió hace ya muchos años en una opción prácticamente obligada debido a los múltiples beneficios que ofrece. Hace unas décadas, bajar la ventanilla era la única solución para poder conducir, pero lo cierto es que nos hemos vuelto muy sibaritas y ya no nos conformamos con ello. Tan solo aquellos modelos más aspiracionales en los que cada kilogramo extra tiene importancia se pueden permitir el lujo de no contar con este equipamiento.

Se trata de una pieza indispensable y, sin embargo, muchas veces no nos paramos a pensar en la importancia que tiene llevar a cabo una serie de prácticas para evitar un deterioro precoz del sistema. Basta con seguir unos sencillos consejos para poder disfrutar de una temperatura perfecta para poder conducir sin ningún riesgo. De hecho, podría decirse que este elemento, además de ser una alternativa de confort, se puede considerar una pieza clave en cuanto a seguridad.

Veamos, por tanto, algunos trucos sencillos y claves para mantener nuestro aire acondicionado en el coche en perfecto estado. En ocasiones, se produce un desgaste excesivo que conviene evitar siguiendo unos trucos. Gracias a ello, además de ahorrarte unos euros, te permitirá disfrutar de una temperatura agradable en el verano, la prueba de fuego de la eficiencia de esta tecnología.

El aire acondicionado, un equipamiento que requiere un mantenimiento

Podría pensarse que el sistema de aire acondicionado consiste en un motor capaz de generar aire a una temperatura determinada que circula, además, por un circuito cerrado, ¿verdad? Lo cierto es que no es así. Se trata de una solución algo más compleja que, como en el resto de elementos de un vehículo, requiere de un control para mantener sus cualidades. Así pues, ¿cuáles son las claves para disfrutar al máximo de los beneficios que nos aporta esta tecnología en el automóvil?

Enciende el aire acondicionado una vez al mes

El sistema de climatización permite disfrutar, tanto de temperaturas altas como bajas. Por tanto, aprovechamos esta tecnología durante las 4 estaciones del año. Ahora bien, ¿qué ocurre si nos ceñimos al aire acondicionado puro? Es muy probable que, varios meses al año, no se cuente con sus cualidades. Es fundamental enchufarlo al menos una vez al mes durante un rato. De esta forma, se evitará que los conductos se obstruyan o que aparezca moho.

Si, pasados unos meses en los que no se ha usado, lo enciendes y huele a humedad, es muy probable que este problema haya aparecido. En este caso, es importante limpiar el circuito con el objetivo de que no se atasque el sistema. Si esto ocurriera, no se podrían notar los efectos del aire acondicionado, convirtiéndose en una avería mayor.

Una inspección bienal para garantizar la calidad del sistema

Uno de los principales problemas de esta tecnología es la pérdida de potencia. Al fin y al cabo, se trata de un producto que, dependiendo del área geográfica en el que se sitúe el vehículo, se utilizará en una mayor o menor proporción. Es costumbre, sobre todo en los vehículos viejos, realizar recargas periódicas con el objeto de disfrutar de una calidad del aire apropiada. Esto, no obstante, suele ser un error.

Realizar una inspección bienal, es decir, cada 2 años, permite garantizar que elementos clave como el compresor o la válvula de expansión funcionan o no correctamente. Además, se realiza una comprobación de todo el circuito, por lo que pueden detectarse espacios por los que se puede filtrar el aire frío. En ocasiones, las recargas, con el paso de un par de meses, vuelven a perder su eficiencia, lo que implica la realización de una nueva recarga.

Con un control de toda la tecnología se podría descubrir, más concretamente, dónde puede estar el fallo. El precio de esta inspección puede variar dependiendo del tipo de vehículo y, sobre todo, del lugar en el que se lleve a cabo. En la casa oficial siempre se disfrutará de un mayor precio, por lo que puede ser una buena opción acudir a centros especializados en aires acondicionados para el automóvil.

Haz un uso responsable del aire acondicionado en el automóvil

Por costumbre, solemos encender el aire acondicionado nada más arrancar el vehículo tras haber estado expuesto al Sol. Con esta práctica, se exige una mayor potencia al sistema, lo cual tiene una repercusión directa en el consumo de combustible y, por supuesto, un mayor esfuerzo a todo el conjunto que conforma la tecnología de enfriamiento. ¿Qué otra cosa podemos hacer?

Lo primero que debe hacerse es comenzar la conducción con las ventanillas bajadas. Pasados un par de minutos es conveniente encender el aire acondicionado y, seguidamente, subir las ventanillas. La clave de este proceso nos la muestra el botón de la recirculación del aire.

Botón de recirculación del aire acondicionado Nitro

Apretando este olvidado botón que todos tenemos en nuestro vehículo, se consigue que no entre aire caliente del exterior del vehículo, lo cual permite cerrar el circuito para evitar que se cuele aire a mucha mayor temperatura que la presente en el habitáculo. Es cierto que no funciona como el filtro HEPA que ofrece Tesla en sus automóviles, pero se consigue un resultado más que satisfactorio.

Aprovecha y usa el parabrisas si el coche estará expuesto al Sol

Puede parecer un gesto sin mayor importancia, pero lo cierto es que la inclusión de este elemento permite reducir la exposición del Sol en el habitáculo. Esto es de gran relevancia, ya que podremos reducir notablemente la temperatura en el interior cuando lo vayamos a utilizar. De igual forma, se consigue obtener un menor desgaste de los plásticos presentes en el salpicadero.

Disponer de este elemento permitirá una mejor gestión de la temperatura en el interior del automóvil. Gracias a ello, se requerirá de una menor potencia para enfriar el habitáculo, convirtiéndose esto en algo esencial para preservar la calidad de esta tecnología. Un aire acondicionado que no haya sido sobreutilizado equivaldrá a una vida útil mayor.