Así funcionan los nuevos radares móviles que ha comprado la DGT: precisos, rápidos y prácticamente invisibles
Una nueva hornada de radares móviles o Velolaser ya está aquí. ¿Por qué han sido adquiridos hasta 70 unidades adicionales?

En la carretera podemos encontrar toda una serie de radares. Existen los llamados fijos, los cuales podemos conocer su ubicación, los de tramo, cuya diferencia es que monitoriza la velocidad durante un determinado espacio y, por último, los móviles. Estos, sin duda alguna, son los más peligrosos. Si andas un poco despistado, puede 'cazarte' uno instalado en un coche camuflado o, simplemente, sujeto al guardarraíl. La Dirección General de Tráfico (DGT) sabe de su eficiencia, por lo que está incorporando nuevas unidades de su modelo estrella.
Los denominados Velolaser vienen realizando un gran desempeño para el organismo público en cuestión. En esta nueva hornada se han incorporado un total de 70 unidades, por lo que la flota asciende, ya, a un total de 2.710 unidades. Se trata de una herramienta de gran relevancia para la DGT y Guardia Civil, ya que sus dimensiones, pesos y sencilla conectividad, permite una rápida forma de imposición de sanciones. Se trata de un elemento clave como medio recaudador, ya que no es preciso que haya un control posterior para la entrega de la 'receta'.
Y bien, ¿cuáles son las claves para entender el funcionamiento de esta nueva gama de radares suministrada por la compañía Saima Seguridad S.A.,? He aquí los elementos más destacados para entender el funcionamiento de esta tecnología, por qué se trata de una opción muy interesante desde el punto de vista del organismo público y, por supuesto, hasta qué punto puedes toparte con una unidad de esta clase. Cabe precisar que suelen utilizarse tanto en carreteras como en el ámbito urbano, por lo que es fundamental echar un ojo siempre al velocímetro.
Velolaser, la gallina de los huevos de oro de la Dirección General de Tráfico
De acuerdo con la información proporcionada por el portal Solo Moto, tras la comprobación de la plataforma de contratación del Sector Público, los nuevos cinemómetros han costado 610.678,25 euros. Esto equivale a un precio unitario de unos 8.800 euros. Lo que parece estar claro es que, tras solo unas semanas de uso, habrán amortizado completamente su coste debido a las multas que serán capaces de imponer.
Y bien, ¿hay justificación para la adquisición de más material de esta clase? Lo cierto es que los números sobre siniestralidad indican que sí. De acuerdo con el análisis de la situación elaborado por la Dirección General de Tráfico el año pasado, en atención a la información disponible en el año 2020, se puede observar cómo el exceso de velocidad fue la segunda causa de siniestralidad en España. Esto viene a demostrar la aparente necesidad de introducir más medidas disuasorias, tales como el empleo de estos radares móviles.
Se espera que, por tanto, el uso de estos dispositivos se siga incrementando a lo largo de los próximos años. Teniendo en cuenta el uso de tecnología obsoleta, es posible que dicha adquisición se haya realizado para la sustitución de aquellos más antiguos, pero no hay información oficial al respecto. Sea como fuere, los nuevos radares móviles estarán presentes en nuestras carreteras a lo largo de las próximas semanas, pudiendo desarrollar su labor más intensamente en las campañas del puente de la Constitución y, sobre todo, en la campaña de Navidad.