Cambiar de marcha sin usar el embrague es posible, pero necesitas dominar una habilidad muy concreta
Se puede cambiar sin embrague. Pero hazlo solo en caso de emergencia

Os voy a contar un secreto. Confío en el pedal del embrague de mi coche casi tanto como en que me toque la Lotería de Navidad. Compré el vehículo hace unos años de segunda mano y ese es el único fallo que tiene dicha unidad. De vez en cuando, el pedal se queda un poco a medio camino. He cambiado ya varios elementos del embrague y ya no suele fallar casi nunca. Pero el temor sigue ahí. Cosas de no solucionar el problema de un plumazo cambiando el kit completo.
En casa del herrero, digo… del redactor de motor, está visto que ignoramos los problemas de cojinete del embrague. Pero, por suerte, el día que el pedal del Jetta termine de fallar, yo llegaré a mi destino, y el alemán no tendrá que subirse a una grúa. ¿Por qué? Pues porque, en realidad, se puede cambiar sin embrague. Es un truco de supervivencia que recomiendo que aprendas y que te puede salvar en un apuro. Si quieres aprender cómo se hace, sigue leyendo.
Cambiar de marcha sin usar el embrague: una habilidad de emergencia que exige precisión

Si te falla el embrague, es mejor cambiar el kit (aunque sea caro) que alargar tu sufrimiento como te acabo de contar ahí arriba
A pesar de toda la caña que te dieron en la autoescuela para que usaras el embrague correctamente, debes saber que sí es posible cambiar de marcha en un coche manual sin accionar el dichoso pedal. Eso sí, no es fácil. Si lo haces mal, puedes romper los engranajes de la caja de cambio, lo que se traduce en una factura bastante alta a la hora de ir al taller.
No obstante, en caso de emergencia, saber esta técnica te va a ahorrar un buen disgusto. Vas a poder conducir prácticamente igual, solo que poniendo bastante más atención a la conducción. El secreto de poder cambiar de marcha sin embrague está en la sincronización. Para poder pasar de una marcha a otra sin rascar (y hacer un destrozo), la marcha que va a entrar y el motor deben girar exactamente al mismo régimen de vueltas.
La base de toda esta técnica ya te la expliqué en el artículo sobre el doble embrague y cuándo ponerlo en práctica. Solo que, en esta ocasión, vamos a centrarnos en la velocidad del coche y las revoluciones del motor, olvidándonos de pisar el pedal.
Para hacer esta técnica correctamente, es importante conocer el vehículo. Esto significa saber de antemano a qué régimen de vueltas corresponde cada velocidad en cada marcha. Para no perder el tiempo, mi recomendación es que pintes un gráfico con los desarrollos de la caja de cambio de tu vehículo. Lo puedes hacer a mano en un papel sacando los datos del propio manual del vehículo o incluso consultando la información en fichas técnicas como las que publican en la web km77.

Si quieres aprender a hacer la técnica de forma rápida, empieza pintando un gráfico como este, pero para tu coche
La parte complicada es esa. Una vez asimilada, la puesta en práctica no tiene mucho misterio:
Subir de marcha
Vamos a usar el coche del ejemplo, siguiendo las instrucciones del gráfico. En este caso, vamos a subir de 2ª a 3ª a 30 km/h:
- Circulamos a unas 1.800 RPM. Aceleramos un poco para aumentar las revoluciones.
- Soltamos el acelerador y colocamos punto muerto.
- Cuando las revoluciones caigan hasta el régimen esperado en la siguiente marcha (en este caso, 1.400 RPM), introducimos la siguiente marcha.
Bajar de marcha
Para bajar de marcha sin embrague, vamos a hacer lo mismo que haríamos haciendo un falso doble embrague —tienes la técnica perfectamente explicada al final del artículo que te hemos enlazado antes—. La única diferencia es que no vamos a pisar el embrague.
Vamos a hacer el ejemplo para bajar de 4ª a 3ª a 60 km/h. Como advertencia, reducir es un poco más complicado:
- En este caso, circulamos a 1.750 RPM aproximadamente. Automáticamente, desplazaremos la palanca hasta el punto muerto.
- Daremos ahora un pequeño golpe de gas para llevar las revoluciones del motor al régimen esperado para la marcha inferior. En este caso, tendríamos que poner el motor a 2.400 RPM aproximadamente.
- Introducimos la marcha.
Obviamente, todo esto se puede hacer sin mirar revoluciones y sin pintar ningún gráfico. Basta con conocer el coche y crear el hábito. Si aprendes técnicas de rev matching (como el falso doble embrague o el punta tacón), esta técnica te va a salir de forma natural cuando te falle el pedal del embrague. Eso sí, recuerda que esto es solo una técnica para usar en caso de emergencia, como aquella que te contamos sobre qué debes hacer si te quedas sin frenos.