Cómo valorar un coche de segunda mano con las tablas de Hacienda
Las tablas de Hacienda son una herramienta para conocer el valor venal de un vehículo de segunda mano, aunque ese dato no se ajusta al valor real de mercado.

Existen multitud de factores a tener en cuenta cuando se tiene que vender o comprar un coche de segunda mano. El estado general del vehículo, su kilometraje, la garantía técnica que podemos o nos pueden ofrecer como vendedores son factores genéricos a cualquier coche, a los que hay que sumar las particularidades exclusivas de cada modelo, como puede ser su exclusividad o su demanda en el mercado. En definitiva, encontrar el precio justo para comprar o vender un coche de segunda mano no es una tarea para nada fácil.
Dejando a un lado las tasas que hay que pagar y los trámites a realizar para comprar un coche de segunda mano en España, ya sea con un particular o con un punto de venta o concesionario, hoy nos vamos a centrar en cómo se puede calcular de manera más o menos rápida el precio real de cualquier vehículo. Si bien no es una regla exacta y, como decimos, hay decenas de detalles a mirar al comprar o vender un coche de segunda mano, las conocidas tablas de Hacienda nos pueden ayudar a determinar el valor del vehículo en cuestión.
- Qué son las tablas de Hacienda
- El valor venal y de mercado
- La depreciación
- Porcentajes de depreciación
- Tabla de Hacienda
- Cuál es el mejor momento para vender un coche
- Qué mirar al comprar o vender un coche
Qué son las tablas de Hacienda
Las conocidas como tablas de Hacienda son unas tablas de tasación de coches que la Agencia Tributaria pone a disposición de los ciudadanos españoles para conocer el valor de un coche de segunda mano. Las referencias que marcan estas tablas sobre el valor de cualquier vehículo son utilizadas en diversas aplicaciones. Sin ir más lejos, las aseguradoras suelen utilizar los varemos que marcan las tablas de Hacienda para calcular el precio de las pólizas o, en caso de accidente, el valor del vehículo por su antigüedad.
Aunque las tablas de Hacienda son una herramienta muy útil para conocer de manera rápida el precio de un vehículo de segunda mano, hay que tener en cuenta algunas definiciones para que su uso sea el adecuado. En primer lugar, hay que tener claro que las tablas de Hacienda reflejan lo que se denomina valor venal -también el valor de reposición- y, en ningún caso, es el valor de mercado exacto de un vehículo, ya que ese queda determinado por cuestiones como la oferta y la demanda, sin ir más lejos. En segundo término, hay que entender también el concepto de depreciación.

El valor venal de un vehículo es el que tiene justo antes de un siniestro. Tiene en cuenta sólo la antigüedad y el valor inicial del coche y con él se elaboran las tablas de Hacienda.
El valor venal y de mercado
El valor venal es aquel que tiene cualquier vehículo antes de sufrir un siniestro, sin tener en cuenta el kilometraje del coche y su estado en general, aunque sí su precio de venta inicial y el equipamiento. En resumidas cuentas, se trata del precio de cualquier vehículo a partir de su antigüedad y equipamiento, sin tener en cuenta ningún otro condicionante. De ahí que el valor venal sea una cifra estimativa, ya que dos vehículos comprados a la par, con el mismo acabado, color y equipamiento tendrán el mismo valor venal, aunque uno esté impoluto y el otro en un estado deplorable y tenga muchos más kilómetros.
Por el contrario, el valor de mercado es una cifra mucho más real ya que sí tiene en cuenta no sólo la antigüedad y equipamiento del vehículo, sino también variables como el kilometraje del vehículo y el estado general del coche, tanto a nivel mecánico como estético. También el valor de mercado viene determinado por la exclusividad del vehículo en cuestión y por la oferta y demanda que puede tener en el mercado de segunda mano. En definitiva, se trata de un precio mucho más específico y acorde a cada vehículo en particular.
La depreciación
Tanto el valor venal como el valor de mercado están sujetos, eso sí, a la depreciación. Este concepto se entiende como la pérdida de valor que tiene un vehículo a lo largo de su vida. Esta devaluación sobre todo tiene en cuenta el envejecimiento del vehículo, por lo que está ligado de manera más directa al precio venal y a las tablas de hacienda, pero también afecta en el fondo al valor real de mercado de cualquier vehículo, ya que las propias características del vehículo en cuestión derivan en una mayor o menor devaluación.
En líneas generales hay que tener en cuenta que es imposible vender un coche por el mismo dinero que se pagó inicialmente por él, ya que se estima que hay una depreciación inicial del 15% en el momento de la matriculación, sólo por el hecho de pasar de ser nuevo a ser un vehículo de segunda mano. A eso se suma una devaluación de en torno al 10% por año de vida, aunque las tablas de Hacienda se mueven en porcentajes menores, ya que al final se trata de tablas de referencia.
En este sentido, hay que tener en cuenta que un coche sufre una mayor depreciación cuanto mayor es su tamaño y menor es su practicidad. También existe una mayor depreciación en los vehículos de mayor potencia y cilindrada, así como en los vehículos más lujosos y de más caro mantenimiento. También se da mayor devaluación en modelos con un historial de fiabilidad negativo, así como en vehículos con mala conservación o mayor kilometraje, así como en los coches con un gran número de unidades producidas.

La pérdida de valor que sufre un vehículo por el paso de los años se conoce como depreciación.
Porcentajes de depreciación
Teniendo en cuenta todos estos términos, las tablas de Hacienda representan el valor venal de cualquier vehículo y el porcentaje de depreciación genérico, por lo que como venimos diciendo es más una herramienta consultiva para conocer el precio estimado de un vehículo de segunda mano que un instrumento para determinar el precio exacto de compra o venta de un coche. De hecho, las tablas de Hacienda estipulan que el valor de cualquier coche en su primer año de vida es del 100% respecto al importe pagado en el momento de su primera matriculación.
Las tablas de Hacienda estipulan que pasado el primer año desde la matriculación y hasta que el vehículo cumpla dos años tiene una pérdida de valor del 16%. En el siguiente año volverá a reducir su precio en un 17%. Cuando el vehículo supera los tres años su devaluación ya alcanza el 44% en total y antes de cumplir el quinto año su precio ya es inferior a la mitad del original, con una depreciación del 53%. A partir del quinto año la devaluación va aumentando y al cumplir los 10 años el coche tendrá un valor venal un 83% inferior al precio de matriculación.
Tabla de Hacienda
Tiempo de la primera matriculación | Porcentaje del valor inicial | Depreciación acumulada |
---|---|---|
1 año | 100% | 0% |
De 1 a 2 años | 84% | 16% |
De 2 a 3 años | 67% | 33% |
De 3 a 4 años | 56% | 44% |
De 4 a 5 años | 47% | 53% |
De 5 a 6 años | 39% | 61% |
De 6 a 7 años | 34% | 65% |
De 7 a 8 años | 28% | 72% |
De 8 a 9 años | 24% | 76% |
De 9 a 10 años | 19% | 81% |
De 10 a 11 años | 17% | 83% |
De 11 a 12 años | 13% | 87% |
De 12 años | 10% | 90% |

El mejor momento para vender un coche es una cuestión muy subjetiva, pero distintos expertos señalan que es entre el quinto y sexto año de vida del vehículo.
Cuál es el mejor momento para vender un coche
Si bien no hay una regla escrita y depende del contexto económico personal, de las posibles necesidades del conductor y de otras cuestiones como el ánimo de apostar por un vehículo más moderno con una nueva tecnología o incluso por otro tipo de movilidad, lo cierto es que muchos expertos señalan que el mejor momento para vender un coche es entre su quinto y sexto año de vida, por tres razones principalmente.
La primera es que la depreciación acumulada crece a un menor ritmo entre el quinto y sexto año de vida del coche y se mantiene en torno al 60%. La segunda es que cinco años representa un espacio de tiempo suficiente como para haber disfrutado del coche sin grandes averías o problemas mecánicos y a la vez un periodo para que el salto tecnológico de un nuevo modelo sea lo suficientemente amplio como para que merezca la pena una nueva inversión. Y en tercer lugar porque muchos planes de financiación que ofrecen las marcas de vehículos son a cinco años, por lo que el coche estaría ya completamente pagado.
Qué mirar al comprar o vender un coche
Con todos estos datos, conocer el precio de compra o venta de un vehículo de segunda mano debería ser una tarea un poco más fácil, aunque como venimos diciendo al final el valor de un coche viene determinado por numerosos detalles.
Si vas a comprar un coche recomendamos comprobar el estado de motor y las revisiones que ha superado, el kilometraje total del coche, el estado de la suspensión, frenos, embrague, neumáticos y sistema de escape, el interior y otros elementos como la carrocería. Además, siempre es conveniente hacer una prueba de conducción y conocer los antecedentes administrativos del vehículo antes de comprarlo.