Conducir un coche con guantes: ¿es legal?

Los guantes son una de esas prendas de ropa que no está claro si se pueden utilizar a la hora de conducir. ¿Podemos utilizar guantes al ponernos al volante?

Conducir un coche con guantes: ¿es legal?
Conducir con diligencia y mantener en todo momento el control del vehículo son los puntos clave que definen el uso de guantes al volante
Publicado en Motor

Pese a que en España no sufrimos un invierno demasiado duro por norma general, hay momentos en los que subirse a un vehículo frío, después de pasar el coche toda la noche a la intemperie, se convierte en un auténtico dolor de muelas para el conductor y los pasajeros. Conducir con frío es una sensación bastante incómoda, por eso hay conductores que no renuncian a las prendas invierno con las que combatir el frío, incluso si esto provoca que tampoco lleven a cabo el ejercicio de la conducción de la manera más fluida y cómoda posible por contar con un exceso de ropa.

En este sentido, hay conductores que usan guantes para lograr mantener cierta temperatura en sus manos, sobre todo si son personas que tienden a tener las manos fríos y sufren incluso de dolores o heridas en la pie por esta circunstancia. Una cuestión que en lo referente a la conducción genera algunas dudas en el común de los conductores, ya que no está nada claro si es legal o no conducir un vehículo usando guantes. Si bien la respuesta no es fácil, vamos a intentar arrojar algo de luz sobre esta cuestión, ya que tiene matices que por ejemplo no existen en la prohibición del uso de auriculares al volante.

Factores que dificultan la conducción invernal

Aunque en verano existen factores como el calor o la incidencia de los rayos del sol pueden afectar a la conducción, por regla general conducir en invierno suele ser más difícil, incluso en un país con el clima de España en el que los inviernos son bastante suaves en relación a otros países de la Unión Europea. La conducción en invierno suele ser más compleja por la presencia de lluvias, nieve, hielo, viento o niebla, factores climatológicos que dificultan la conducción y que suelen derivar en situaciones de peligro como la falta de agarre de los neumáticos o la baja visibilidad.

A esto hay que sumar que, pese a que el invierno español no es demasiado duro -a excepción de algunas regiones concretas-, la tendencia natural de los conductores para combatir el frío es equiparse con prendas de ropa que a veces pueden limitar la movilidad dentro del coche y hacer más difícil la conducción. Circunstancia a la que hay que sumar efectos derivados, como el 'efecto submarino', que se puede producir por la falta de un ajuste correcto del cinturón por el exceso de ropa. En caso de accidente, el conductor puede llegar incluso a escurrirse por debajo de la banda abdominal.

Los guantes nos pueden quitar el frío de las manos, pero también pueden ser un factor limitante a la hora de conducir

Los guantes nos pueden quitar el frío de las manos, pero también pueden ser un factor limitante a la hora de conducir

Vestimenta adecuada para conducir

En este sentido, la Dirección General de Tráfico (DGT) señala que cualquier persona que se ponga al volante de un vehículo debe tener una vestimenta adecuada para llevar a cabo el ejercicio de conducir. Si bien no existe a nivel normativo un código de vestimenta que determine que es correcto y que no lo es, a modo de resumen se podría decir que el conductor debe utilizar prendas de vestir que le permitan tener el control absoluto sobre el volante, el sistema de cambio y los pedales, sin que estas afecten al control de estos sistemas, a la visión o la movilidad dentro del habitáculo.

Una definición un tanto ambigua que deja algunas dudas, sobre todo con aquellas prendas que puedan estar en el límite. Por ejemplo, el uso de chanclas en verano puede llegar a afectar al control de los pedales del vehículo, pero también si mantienen una buena sujeción del pie son perfectamente válidas. En invierno, la prenda que aglutina este tipo de dudas son los guantes y muchos conductores se preguntan si pueden utilizar esta prenda para combatir el frío en las manos o si por el contrario su uso está prohibido.

Uso de los guantes en el coche

Esta incertidumbre en torno al uso de los guantes al volante no se resuelve como decimos a nivel normativo de manera clara, pero sí desde el sentido común -aunque este a veces no sea el mejor consejero-. La utilización de guantes al conducir no está prohibida, pero hay que tener en cuenta lo referido anteriormente. Los guantes en cuestión deben permitir que el volante se pueda agarrar con firmeza y seguridad de igual forma que podríamos agarrar este elemento si no llevásemos esta prenda puesta en las manos.

En este punto, se entiende que los guantes fabricados en material textil, como puede ser la lana, el algodón o los tejidos sintéticos no son adecuados para conducir por muy buena calidad de fabricación que tengan. Este tipo de tejidos provocan que la sensibilidad en la mano no sea igual y que incluso no tengamos la misma capacidad de sujetar volante o a la palanca del cambio, por lo que los agentes pueden alegar este punto como motivo para sancionar al conductor.

Los guantes aptos para conducir están diseñados en piel o polipiel para no afectar al agarre y sensibilidad de las manos

Los guantes aptos para conducir están diseñados en piel o polipiel para no afectar al agarre y sensibilidad de las manos

Guantes válidos para conducir

Otra cuestión es utilizar guantes de tejidos textiles con apliques de goma en la palma y la parte interna de los dedos que sí permiten tener una firme sujeción del volante y de la palanca de cambios. Estos guantes son aptos para conducir, aunque si hay un tipo de guante que se ajusta a las necesidades del conductor y es específico para conducir es el guante diseñado en piel o polipiel, ya que garantizan la sensibilidad y un buen agarre a la hora de conducir.

Este tipo de guantes se han utilizado prácticamente desde la propia invención del automóvil. De hecho, su uso era casi obligatorio por una cuestión de salud, ya que los primeros vehículos construidos emitían vapores que podían dañar la piel de las manos de los conductores mientras estaban a sus mandos. De hecho, el espacio portaobjetos situado en el salpicadero recibe el nombre de guantera porque en la antigüedad era común que ahí se guardasen los guantes para conducir para que el piloto los pudiera tener a mano antes de arrancar el coche.

El uso de guantes para conducir se remonta a los inicios de la industria del automóvil, por una cuestión de salud

El uso de guantes para conducir se remonta a los inicios de la industria del automóvil, por una cuestión de salud

Multa por llevar unos guantes no válidos para conducir

A tenor de todo lo comentado, no existe en el Reglamento General de Circulación un apartado específico que prohíba utilizar guantes a la hora de conducir, como tampoco especifica que no se puedan usar chanclas en verano. Sin embargo, aunque la prohibición no es específica, se podría decir que la norma tiene algo así como una 'letra pequeña', puesto que los agentes se pueden acoger a que esta prenda no te permiten tener en todo momento el control del vehículo, tal y como sí especifica el artículo 17.1 del citado Reglamento.

De igual forma, en el artículo 18.1 del Reglamento General de Circulación se indica que el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo de visión necesario y la atención permanente a la conducción, lo que habilita a su vez a los agentes a poder imponer una sanción por conducir con guantes si estos no permiten la correcta movilidad de la mano o si no permiten llevar a cabo una conducción óptima y segura. De ahí que, aunque no esté prohibido como tal, llevar guantes pueda ser objeto de sanción.

En este sentido, la infracción por llevar guantes puede ser considerada incluso grave si a ojos del agente -también agente de movilidad- la utilización de esta prenda supone un auténtico peligro a la hora de manejar el vehículo. Con todo, lo más normal es que si se impone una sanción, sea de carácter leve, con una multa asociada de unos 80 euros, según la redacción de la misma.

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