Cuál es la velocidad real: ¿la de Google Maps o la del velocímetro?
Este curioso secreto te ha librado alguna que otra vez de una multa

Vas tan tranquilamente por la autopista. La velocidad máxima de la vía es 120 kilómetros por hora. Y tú, para evitar cualquier tipo de multa, tienes activado el control de crucero con la aguja clavada exactamente en ese número. Sin embargo, al mirar de reojo la ruta en el navegador de Google Maps, ves que la aplicación dice que circulas a 114 kilómetros por hora, o incluso menos.
Como es evidente, una de las dos cifras es errónea, o lejana a la real. Pero… ¿cuál de las dos? En este artículo vamos a contarte por qué suele haber esta discrepancia entre el velocímetro de cualquier coche y la cifra de velocidad que nos suele dar Google Maps, Waze o cualquier otra aplicación que funciona con GPS. Además, te daremos las claves para que sepas en qué cifra confiar y en qué casos te puede ser útil incluso confiar todavía más en una alternativa con menos margen de error.
- ¿Por qué el velocímetro y el GPS marcan velocidades diferentes?
- ¿Es real la velocidad que muestra Google Maps?
- La alternativa certera: el velocímetro GPS
¿Por qué el velocímetro y el GPS marcan velocidades diferentes?

Tu coche tiene un pequeño margen de error en el velocímetro que está puesto ahí a propósito
¿Te has preguntado alguna vez cómo sabe tu coche a la velocidad que vas? Parece una pregunta bastante tonta, pero no lo es en absoluto. Todos los vehículos cuentan con una serie de sensores que contabilizan el número de vueltas que dan los neumáticos sobre el asfalto.
Para este cálculo, se usa normalmente la fórmula de la velocidad lineal de la rueda. Sin embargo, hay muchos factores que inducen cierto margen de error al cálculo. Si montamos unos neumáticos más grandes, si las gomas están desgastadas, si cambiamos la llanta o incluso si inflamos en exceso las cubiertas, el radio del neumático va a cambiar. Y con él, se va a ver afectado el cálculo de la velocidad del automóvil en kilómetros por hora.
Pero la diferencia entre el estado de los neumáticos y los pequeños cambios que puede haber entre fabricantes no son los únicos que intervienen aquí. Las normativas de seguridad de la mayoría de los países también han metido mano en los velocímetros. Tanto, que obligan a las marcas a que los cuadros de instrumentos nos mientan a la cara mostrándonos una velocidad inferior a la real. El objetivo de esto es sencillo: hacernos ir ligeramente más despacio.
Por norma general, los velocímetros pueden tener un margen de error del 10%. De ahí que exista esa diferencia tan notable respecto a la mostrada en Google Maps.
¿Es real la velocidad que muestra Google Maps?
Ya sabemos que el velocímetro nos miente por nuestra seguridad —no le echemos la culpa, que son muchos los radares que no nos hemos comido por culpa de esa mentirijilla—. Pero ahora toca saber si nos podemos fiar con los ojos cerrados de la velocidad que nos indica Google Maps.
Google Maps calcula la velocidad usando los datos GPS de nuestro teléfono móvil —o el navegador integrado en el vehículo—. A diferencia del velocímetro, que depende del giro de las ruedas, Maps, o cualquier otra aplicación que usa GPS, detecta la velocidad siguiendo la posición del dispositivo en función de la ubicación y el tiempo transcurrido respecto a la medición anterior.
La conclusión que podemos sacar es que sí, la velocidad que nos muestra Google Maps es v. Pero no es un sistema infalible. En zonas con mala señal, cambios de altura o túneles, el cálculo puede verse afectado.
Esto significa que te puedes fiar de la información de velocidad de la aplicación, pero teniendo muy en cuenta que te estás saltando a propósito ese margen de seguridad que te ponen los fabricantes en el velocímetro. Si quieres ir sobre lo seguro, confía en la aguja del cuadro de instrumentos y tendrás menos sustos.
La alternativa certera: el velocímetro GPS

Si no puedes confiar en la aguja, hay alternativas
Llegados a este punto, podemos hacer varias cosas. Por un lado, confiar en la aguja de nuestro velocímetro, aunque sepamos que no es perfecto. También podemos tener un poco en mente la idea de que la aguja tiene un margen de error. Y por último, también podemos usar Google Maps para saber a qué velocidad real vamos, aunque no es ese su propósito y también tiene su margen de error.
Por último, hay una alternativa que usa bastante gente, y que es la opción más certera si quieres saber con total exactitud a la velocidad que circulas. Se trata de los velocímetros GPS, unos dispositivos dedicados que se pueden instalar en cualquier coche y que tienen mucha más precisión que un velocímetro estándar o el GPS de tu móvil. Hablamos de márgenes de error de ±1 km/h, independiente del estado del vehículo, de la rodada de los neumáticos o del tipo de transmisión que llevemos.
Estos dispositivos los puedes encontrar entre los 100 y los 300 euros. ¿Es recomendable hacerse con uno? Pues todo depende del uso que hagas de tu coche y de lo mentiroso que sea tu velocímetro. Si, tras hacer muchas comprobaciones, has notado que el que viene integrado en tu automóvil es muy poco preciso, puede que adquirir uno de estos productos sea una buena inversión para ti. Como recomendación, quédate con productos que cuenten también con altímetro y brújula, pues son los que dan mediciones más exactas.
Por cierto, estos productos son muy interesantes para equipar en vehículos clásicos, que pueden tener márgenes de error incluso por encima del 10% del que hablábamos antes. En automóviles modificados, tenemos un tanto de lo mismo. Cambiar las gomas por otras distintas, modificar el tamaño de la llanta o modificar la suspensión tiene su efecto sobre lo que se va a ver reflejado en la aguja. Por tanto, si quieres ir a lo seguro, utiliza un producto de estos y tendrás la absoluta certeza de que no estás leyendo una señal equívoca en tu cuadro de instrumentos.