El coche no arranca o tarda en hacerlo: problemas más comunes y posibles soluciones
Si tu vehículo no arranca o tarda bastante en hacerlo, éstas son las principales causas y las posibles soluciones para evitar que ocurra de nuevo.
La batería, el motor de arranque, el alternador, las bujías o la correa de distribución son algunas de las principales causas por las que nuestro coche tarda en arrancar o, directamente, no lo hace. Si estás en esta situación y no sabes a qué se puede deber ni cómo solucionarlo, aquí te dejamos una lista con los problemas más comunes a los que se puede deber y otra serie de consejos útiles si estás en esta situación.
Problemas más comunes
Si tu vehículo no arranca o tarda un tiempo en hacerlo, lo más probable es que te encuentres ante uno de los problemas que se enumeran en esta lista de acontinuación
La batería
La batería es el motivo más común por el que los coches no arrancan
Si al tratar de arrancar el coche suena un chasquido, el motor de arranque gira con fuerza pero el vehículo no arranca y el panel de luces del volante parpadea o directamente no se enciende, probablemente tengamos un problema con la batería. Lo más normal es que el ácido del interior se haya secado o que, directamente, nuestra batería se haya desgastado y haya llegado al final de su vida útil. Si el voltaje de nuestra batería es inferior a 12 voltios, deberemos de sustituir nuestra batería por una nueva.
Éste problema suele ser el más común por el que nuestro coche no arranca. Además, hay que tener un especial cuidado con ella, sobre todo el verano y en invierno. Con las elevadas temperaturas del verano, la batería es uno de los componentes del vehículo que más sufre cuando éste se expone a un calor excesivo. Y con las bajas del invierno, la batería ha de trabajar más que de costumbre al hacer un uso constante de las luces o de la calefacción.
El motor de arranque
Botón Start-Stop de un vehículo BMW
Si nuestro coche tiene un sistema de arranque Start-Stop la situación es un poco más compleja. Los indicios por los que nuestro vehículo no arrancará serán los mismos que los que se aprecian cuando existe un problema con el resto de baterías convencionales, pero no podremos ponerle solución por nuestra cuenta y deberemos avisar a la grúa.
Esto se debe a que los vehículos que montan este sistema poseen una batería especial, con más capacidad y más potente que el resto. Incluso, si la batería se desgasta, no podremos arrancar el vehículo a través de las pinzas, ya que al ser un dispositivo electrónicamente complejo, necesitaremos hacer uso de un equipo de diagnosis que se conecte a la centralita del coche para chequear los parámetros a través de un ordenador. De no hacerlo, el circuito de carga de nuestro vehículo no funcionará correctamente y podremos tener un problema mucho mayor.
El alternador
El alternador averiado, otro de los posibles motivos por los que un vehículo arranque de mala manera
La función de esta pieza es transformar la energía mecánica en eléctrica para que la batería se ponga en funcionamiento por lo que, si nuestro coche no arranca, puede deberse a que el alternador esté averiado. ¿Y eso cómo lo sabemos? Es sencillo: si nuestra batería está en buenas condiciones pero la acción de arrancar el coche da problemas con asiduidad, es bastante probable que el causante de todo sea el alternador o la correa de transmisión del mismo.
Una señal para anticipar un problema con el alternador es fijarse en el chivato de la batería en nuestro panel de luces, ya que si no se apaga y está permanentemente encendido, puede que tengamos una avería en esta pieza de nuestro vehículo.
Las bujías o calentadores
A la izquierda, una bujía sucia. A la derecha, una limpia
Éstas piezas son las encargadas de poner en marcha el motor, ya sea a través de una chispa como en el caso de las bujías de los motores gasolina o a través de calentar el aire presente en la cámara de combustión, como hacen los calentadores de los motores diésel. Para poder identificar un problema con las bujías o calentadores deberemos fijarnos en que si al girar la llave de nuestro coche el chivato de los calentadores tarda mucho en apagarse, es muy probable que éstos no estén funcionando correctamente.
Otro de los indicadores visuales más evidentes es el humo gris o blanco que puede salir por el tubo de escape; una señal inequívoca del mal estado de las bujías o calentadores
La correa de distribución
Hay que extremar las medidas de seguridad y prevención con la correa de distribución si no queremos cambiar todo el motor
Éste es, sin duda, el problema más serio ante el que podemos estar si nuestro coche no arranca cuando se lo pedimos. Y es que aunque no es un problema directo que se pueda relacionar con el no arranque de un vehículo, si al tratar de arrancar el coche éste no responde en absoluto y el problema reside en la correa de distribución, lo más probable es que se haya de cambiar el motor por completo.
Al ser un problema tan sumamente serio, se recomienda no apurar el cambio de dicha pieza, y es que si se hace, el coste de los recambios pueden ser altamente elevados y llegar hasta el punto de tener que cambiar multitud de componentes diferentes dentro del motor.
El inmovilizador electrónico
Tarjetas manos libres de Renault, similares a las de otros fabricantes
La grandísima mayoría de los coches modernos tienen un sistema electrónico de arranque que se activa gracias un chip insertado en la llave del vehículo que se comunica con el cierre centralizado del coche; es decir, que cuando nosotros utilizamos la llave de nuestro coche para abrirlo, ésta se comunique con nuestro coche (y no con otro) y se abra.
Esto quiere decir que si nuestra llave no abre el coche, es posible que se haya quedado sin batería, pero también se puede deber a una posible desconfiguración de la misma tras haber realizado algún cambio en el coche. Si nuestra llave se ha desconfigurado, no tendremos posibilidad de ni tan siquiera abrir el coche a menos que poseamos otra llave.
El depósito de combustible
Tener el vehículo con poco combustible en el depósito puede afectar al arranque del mismo
Puede parecer irónico, pero no. Uno de los principales motivos por los que puede que nuestro coche no arranque sea que no hay la suficiente cantidad de combustible en el depósito del vehículo. Es posible tanto que la aguja de medición se haya atascado y nos esté 'engañando' como que las impurezas del combustible hayan traspasado el filtro del depósito y se hayan depositado en el fondo del tanque o incluso en la bomba de combustible y esto genere una problemática importante a la hora de arrancar el coche.
Cuándo hemos de llamar a la grúa
Una vez se logre identificar el problema que posee el vehículo se ha de tratar de poner solución siempre y cuando las condiciones lo permitan y sea posible pero, sino, se ha de necesitar de ayuda externa de nuestro seguro o de una grúa de asistencia.
Por ejemplo, si el vehículo únicamente tiene la batería descargada y poniendo las pinzas con la ayuda de otro coche éste va a lograr arrancar, es recomendable hacerlo y, una vez el vehículo esté en marcha, dirigirse al taller más cercano para realizar el pertinente cambio en la batería.
Llamaremos a la grúa siempre y cuando no podamos solucionar el problema de nuestro coche de manera autónoma
En cambio, si se ha identificado un problema más serio en el vehículo o que simplemente no está a la vista y para solucionarlo se necesita de la ayuda de un experto o de unas herramientas en concreto, deberemos de ponernos en contacto con la aseguradora del coche y pedir que nos proporcionen una grúa o vehículo de asistencia en carretera para iniciar, reemprender la marcha o ir al taller.
Además existen otros casos más recurrentes y en los que deberemos de ponernos en contacto con una grúa, como lo son un pinchazo o la escasez de combustible. En el primer caso, el vehículo arrancará con total normalidad, pero no podrá circular. En cambio, en el segundo supuesto, es posible que el coche ni tan siquiera arranque, tal y como explicamos anteriormente