El mejor mes del año para sacarte el carnet de conducir: ¿cuál es?
El mes de septiembre es, sin duda, uno de los favoritos por parte de los alumnos

El carnet de conducir es una de las principales prioridades y tareas pendientes de todos aquellos jóvenes que rondan los 17 o 18 años. Y es que en esta época, justo antes de comenzar -o durante- sus estudios universitarios o superiores, es cuando más tienen que escuchar de sus mayores que "el carnet de conducir es básico para el día de mañana". Pero, ¿alguna vez se han preguntado cuándo es el mejor mes del año para examinarse del examen práctico de conducir?
Es por ello que en este artículo vamos a tratar de encontrar el mejor mes del año para examinarse del examen práctico del carnet de conducir. Para ello ofreceremos diferentes argumentos lógicos que permitan fundamentar nuestro razonamiento en base a premisas con sentido.
El mejor mes: septiembre
Si hemos de seleccionar el mejor mes del año para examinarse del examen práctico de conducir es, sin duda, el mes de septiembre. Esto se debe, entre otras cosas, a una serie de motivos que explicaremos a continuación en el punto siguiente, como es la 'especial' preparación del examen durante el verano, concretamente durante el mes de agosto.
Entre otros motivos, el mes de septiembre es ideal para examinarse del práctico debido a dos cuestiones que parecen pasar desapercibidas pero que son fundamentales para entender el por qué de nuestra elección: la densidad del tráfico y las condiciones climatológicas.
La densidad del tráfico
Principalmente en las grandes urbes, como puede ser el caso de Madrid o Barcelona, durante el mes de septiembre la densidad del tráfico en este tipo de capitales es mucho menor que durante el resto del año. Esto se debe a que durante el mes de septiembre muchas son las personas -e incluso familias- que aprovechan los últimos días de verano y calor para realizar sus vacaciones a la playa.
Y es muchos padres y madres aprovechan la primera quincena del mes de septiembre para poder viajar con sus hijos a las costas de nuestro país, debido a que los precios son mucho más baratos si los comparamos con la 'temporada alta' de los meses de julio y agosto. Esto genera que centenares de familias que residen en el centro de la ciudad no se encuentren en sus respectivos domicilios a principios de mes y, por lo tanto, sus vehículos tampoco.
Y es que a menor densidad de tráfico durante nuestro examen, menores riesgos externos correremos. Aunque la atención que deberemos de poner al volante siempre será la misma, a menor cantidad de coches en la carretera y en la ciudad, menores son las posibilidades de que otro conductor nos pueda perjudicar durante nuestra prueba.
Esto, indirectamente, afecta de manera positiva a nuestra confianza y refuerza nuestra convicción de que aprobaremos el examen. Y es que no es ni mucho menos similar sentarse en el asiento del conductor y estar a punto de examinarse uno de los primeros días de septiembre a hacerlo un lunes a primera hora de la mañana en pleno mes de marzo mientras llueve.
Las climatología favorable
Y es que si el punto anterior lo finalizábamos haciendo referencia a la lluvia, el otro factor primordial que nos hace decantarnos por septiembre como el mes ideal para examinarse del práctico de conducir es la climatología favorable.
Durante las primeras semanas de septiembre -y ahora debido al cambio climático casi que durante todo el mes- la temperatura es muy agradable: aunque existen ciertos días de mucho calor, no es la sensación agobiante y asfixiante de lo que puede ser un día de julio o agosto.
Esto nos permitirá poder realizar nuestro examen con una ropa cómoda, como puede ser, por ejemplo, una camiseta de manga corta y un pantalón de chándal. Además, debido a las temperaturas y el calor, podemos hasta hacer uso del aire acondicionado, y es que si hemos realizado las clases prácticas durante los meses previos a septiembre, estaremos acostumbrados a conducir con él y no nos supondrá una incomodidad.
De la misma manera, en el mes de septiembre es raro encontrarnos con lluvias que nos perjudiquen a la hora de conducir o que alteren el tráfico, de la misma manera que es prácticamente imposible encontrarnos con heladas o 'el rocío mañanero' a primera hora de la mañana.

Las condiciones climatológicas y el tráfico en septiembre suelen ser similares a lo que nos encontremos en las clases prácticas durante el mes de agosto
Todo ello favorecerá tanto a nuestra conducción como a la gestión del tráfico mientras se está en movimiento, pues cuanto menos agentes externos que no podemos controlar afecten, mejor.
Así mismo, si las condiciones durante el examen de conducir son similares a las que hemos tenido durante nuestras clases prácticas, el examen nos resultará como si fuese una clase más, y no como una prueba clasificatoria.
La mejor preparación, durante el mes de agosto
Tal y como dijimos anteriormente, la Dirección General de Tráfico cesa sus operaciones durante el mes de agosto para poder brindar vacaciones a todos aquellos trabajadores que forman parte de la DGT. En cambio, las autoescuelas no suelen hacer lo mismo. Aunque hay algunas que sí se mantienen cerradas por vacaciones (principalmente las autoescuelas más pequeñas o las particulares), la gran mayoría permanecen abiertas.
Aunque cabe la posibilidad de que sus horarios varíen, estos a su vez pueden resultarnos más flexibles, y es que también muchas de ellas se adaptan a las diferentes necesidades de sus clientes.
Durante el mes de agosto es muy común observar a decenas de autoescuelas ofreciendo clases teóricas intensivas, así como a lo largo de todo el verano. Un aspecto positivo de esto es que, como muchos de los jóvenes estudiantes que se apuntan a sacarse el carnet de conducir deciden tomarse estos meses de vacaciones para desconectar, el ocio o viajar, quienes verdaderamente deciden asistir a las clases teóricas, reciben una atención mucho más personalizada.
Lo mismo sucede con las clases prácticas que, además, recordemos que por las similitudes entre los meses de verano y septiembre, nos servirán como adaptación al clima y a las condiciones de la vía que nos encontraremos durante el examen.
En definitiva, la mejor preparación posible que podremos obtener, sobre todo si somos adolescentes, es en los meses de verano, concretamente durante el mes de agosto. Y es que durante estos meses tendremos la posibilidad de organizarnos de mejor manera que en los meses próximos, donde deberíamos de compaginar la autoescuela con los estudios que estemos cursando.
En tan sólo dos meses de sacrificio podremos ser capaces de obtener nuestro carnet de conducir de una manera mucho más fácil, sencilla y menos tediosa que intentándolo a lo largo del resto del año.