La historia del Honda ATC, el triciclo motorizado que Estados Unidos acabó prohibiendo

Honda, uno de los fabricantes de automóviles con mayor diversificación en el mercado, apostó por vehículos que, casi inconscientemente, tuvieron un éxito brutal en el ámbito rural. El ATC, conocido especialmente por su gran desempeño en pistas, fue cosechando éxitos de ventas año tras año en países como Estados Unidos. Sus dimensiones, cualidades dinámicas centradas como vehículos de trabajo y, por supuesto, su sencillo mantenimiento, fueron clave.

Este curioso triciclo llamaba la atención por contar con 2 ejes en el que únicamente incorporaba una única rueda. Gracias a la instalación de unas ruedas con tacos con una presión de inflado reducida, no era necesaria la instalación de un sistema de suspensiones. Aun así, su desempeño fuera del asfalto, unido a su precio reducido, provocó que una gran parte de las ventas tuviese lugar más allá de los principales núcleos de población.

Este vehículo, pese a lo interesante que resultaba, terminó siendo prohibido en los Estados Unidos. Su peligrosidad se tradujo en miles de lesiones de gravedad para sus usuarios, habiéndose reportado algunos casos que derivaron en la muerte de sus conductores. He aquí un repaso que detalla las claves históricas del ATC, uno de los vehículos más interesantes que produjo Honda en todo el siglo XX.

Honda ATC, un éxito en ventas que acabó siendo prohibido en los Estados Unidos

La historia del ATC arrancó en 1970 con la introducción de la variante 90. Estaba disponible al público previo pago de 595 dólares, por lo que su éxito no tardó en llegar. Esta primera generación destacaba por ofrecer un comportamiento muy interesante fuera del asfalto, por lo que pronto comenzaron a situarse las ventas en el entorno rural. Tenía una configuración que destacaba por sus 90cc, 4 marchas y 7 CV. La clave, no obstante, radicaba en la presencia de unos neumáticos con tacos de gran tamaño.

En tan solo 8 años, se comercializaron un total de 150.000 unidades, lo cual demostró sus virtudes y la falta de competencia en este peculiar segmento. Como era de esperar, los competidores comenzaron a llegar de la mano de empresas como Suzuki o Yamaha, entre otras. Esto provocó que Honda tuviese que ampliar mercado, por lo que creó una alternativa adicional con una mecánica de 70cc. Tenía como principal objetivo llamar la atención de los niños. Sí, los niños.

El Honda ATC fue un referente en el mercado de los vehículos de 3 ruedas en la década de los ochenta Ventos

Ahí comenzaron los problemas. Tras analizar datos sobre accidentes se pudo comprobar cómo durante años había estado comercializándose un vehículo con serios problemas de diseño y producción. De acuerdo con Slash Gear, no se realizaron ajustes teniendo en cuenta el peso de estos nuevos usuarios, por lo que los vehículos comenzaron a volcar con más asiduidad. Esto marcó un precedente que comenzó a ser objeto de investigación por las Autoridades, las cuales ya mostraban una mayor preocupación por la industria del automóvil y la seguridad.

Un estudio del New York Times de 1988 afirmó que los vehículos todo terreno de estas características, denominados también como ATV, fueron la causa de casi 1.000 muertes y 300.000 lesiones entre 1983 y 1988. Entre las conclusiones de la investigación proponía como principales culpables el alto centro de gravedad de estos vehículos, unido a la presencia de un eje trasero sólido y una falta de suspensiones. De repente, estos vehículos se habían convertido en un auténtico riesgo para la seguridad.

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos, tras analizar el caso, determinó la prohibición de circulación de estos vehículos, así como la indemnización de las unidades adquiridas por los distribuidores. Desde entonces, no se ha podido comercializar esta alternativa debido a la alta probabilidad de vuelco que ha tenido este curioso medio de transporte. Fue un éxito, pero las mejoras en materia de seguridad se lo llevaron por delante.