La historia del Volkswagen Escarabajo que llegó a alcanzar los 330 kilómetros por hora en el desierto de Utah

El 19 de septiembre de 2016, el Volkswagen Beetle LSR alcanzó los 330,11 kilómetros por hora en un evento de velocidad en el desierto de Utah.

La historia del Volkswagen Escarabajo que llegó a alcanzar los 330 kilómetros por hora en el desierto de Utah
Preston Lerner fue el piloto encargado de conducir este radical Volkswagen Beetle en el Salar de Bonneville , situado en Wendover.
Publicado en Motor

La industria del automóvil tiene casi la necesidad de buscar récords de todo tipo con los que las marcas realzan sus productos. Y cuando hablamos de los registros más extremos, sobre todo si tienen que ver con la velocidad y no son marcha atrás, muchos de ellos se llevan a cabo en lagos secos y en el desierto. En este punto a todos se nos puede venir a la cabeza los registros impresionantes del Thurst SSC, el vehículo terrestre más rápido del mundo. Sin embargo, hoy venimos a hablar de uno de los Volkswagen Beetle más radicales que jamás han existido.

Nos tenemos que remontar al año 2016 para conocer al Volkswagen Beetle LSR. Un vehículo radical, no tanto en su imagen como en su interior, que alcanzó una velocidad de infarto para el icónico 'Escarabajo'. El 19 de septiembre de ese año y con todo el empuje de Volkswagen América detrás, el Beetle LSCR alcanzó la velocidad de 205,122 millas por hora, lo que significa que este vehículo supero los 330 kilómetros por hora. Una cifra que es la velocidad más alta jamás registrada para un Beetle. Y todo con un motor de gasolina TSI de 2.0 litros y cuatro cilindros.

Salvaje mecánica

El récord de este intrépido Beetle se llevó a cabo en el famoso salar de Bonnevile, situado en Wendover, Utah. Como este intento de alcanzar la máxima velocidad posible estuvo bajo las reglas de la Asociación de Cronometraje del Sur de California (SCTA), Volkswagen América y todos los actores detrás de este proyecto no pudieron hacer grandes cambios en el exterior del vehículo. Sin embargo, el trabajo bajo el capó fue intenso para que el motor TSI DE 2.0 litros que montaba el Beetle R-line pudiera ofrecer más del doble de potencia que su versión de serie.

Los ingenieros de Volkswagen América, bajo la supervisión de Tom Habrzyk, veterano piloto especializado en récords de velocidad, realizaron todo tipo de ajustes en el propulsor EA888 TSI y a la transmisión de seis velocidades que montaba el vehículo de serie para lograr unas prestaciones de infarto. Entre las modificaciones se sumaron dos turbos, se montaron pistones y bielas forjados, se modificó el tren motriz y también se cambio el sistema de suspensiones del Beetle. El Beetle LSR pasó así a ser el Escarabajo más rápido del mundo.

El Volkswagen Beetle LSR tenía un motor modificado que ofrecía 543 CV de potencia.

El Volkswagen Beetle LSR tenía un motor modificado que ofrecía 543 CV de potencia.

Como resultado de los trabajos en su mecánica, el motor del Beetle SLR pasó a ofrecer 543 CV de potencia, por los 210 CV originales. Además, el propulsor pasó también a generar 570,8 Nm de par. Prestaciones de infarto que no se vieron afectadas por un aumento de su peso final por el doble turbo o por la utilización de unos neumáticos especiales para rodar en un salar, ya que para la ocasión el habitáculo de este Beetle sólo contaba una jaula antivuelco, un asiento y un sistema de sujeción de competición y un sistema de extinción de incendios.

El periodista y piloto Preston Lerner fue el encargado de conducir este salvaje Volkswagen Beetle SLR hasta alcanzar los 330,11 kilómetros por hora, poniendo así el broche de oro a un proyecto que arrancó casi dos años antes. Y es que el Beetle más rápido del mundo ya se había enfrentado al Salar de Bonnevile sin éxito, ya que en su primer intento para batir el récord de velocidad del Beetle se vio abortado por un problema en la bomba de agua. Por suerte para todos los integrantes del proyecto, el final de la aventura fue feliz.

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