Los consejos de la DGT para conducir durante una ola de calor

¿Qué recomendaciones ofrece la DGT para poder conducir con seguridad en plenas olas de calor? He aquí algunas cuestiones que resultan clave.

Los consejos de la DGT para conducir durante una ola de calor
Beber agua durante la conducción podría ser motivo de imposición de multa. Freepik
Publicado en Motor

El calor es un claro enemigo de los conductores en la carretera. Hay múltiples estudios que informan sobre las distracciones que es capaz de generar el simple hecho de conducir con temperaturas altas en el habitáculo. El verano es una de las peores épocas que hay para conducir, ya que hay mayor probabilidad de sufrir un accidente de tráfico. La Dirección General de Tráfico (DGT) inicia nuevas campañas de concienciación cada año por el mes de junio y julio. El objetivo es informar a los usuarios sobre lo que puede producir el calor al ponerse al volante.

Seguir una serie de consejos puede ser la diferencia entre llegar al destino o sufrir las consecuencias de un fatal siniestro. Las olas de calor están a la vuelta de la esquina, por lo que merece la pena conocer cuáles son algunos de los consejos que nos ofrecen las Autoridades para evitar cualquier susto. Al fin y al cabo, la mayor parte de los desplazamientos durante los meses estivales se asocian, al menos durante un rato, con episodios de un gran calor.

Veamos, por tanto, qué nos dice la DGT para evitar que el calor nos juegue una mala pasada al volante, cuáles son las claves más importante a tener en cuenta si has dejado el coche expuesto al sol y, por supuesto, hasta qué punto esto puede ser suficiente para reducir notablemente la posibilidad de sufrir un accidente en plena ola de calor.

Por qué la DGT nos advierte sobre el calor y qué podemos hacer al respecto

Lo primero que cabe destacar es ver qué hace el sol cuando dejamos nuestro vehículo expuesto. Es cierto que depende del color del automóvil, pero, por término medio, se puede elevar la temperatura del habitáculo hasta 20 grados centígrados respecto de la que hay en el exterior. Por este motivo, es muy importante hacer uso del clásico parasol, ya que se evitará que una gran parte de dicho calor acceda al interior. Y bien, ¿qué consejos nos ofrece la DGT?

Abanica una puerta del coche para eliminar el calor

Imagina que llegas al coche y el calor que hay en el interior es sofocante. ¿Cómo podemos eliminar una buena parte del mismo? Basta con ir a la puerta del acompañante y bajar la ventanilla. Posteriormente vas a la del conductor y abanicas la puerta en varias ocasiones. Gracias a este sencillo truco, verás eliminada una buena parte del calor presente en el habitáculo. Es un método infalible.

Las estimaciones hablan de una reducción drástica de hasta 10 grados centígrados, convirtiéndose este proceso en una alternativa diferencial. Gracias a este método, gastarás menos aire acondicionado y, adicionalmente, obtendrás un mayor nivel de seguridad al mejorar el confort.

Realiza paradas periódicas durante los largos desplazamientos

Si vas a realizar un desplazamiento de varias horas, algo muy común en la estación veraniega, es muy recomendable parar cada cierto tiempo a estirar las piernas. En este caso, no hay un estudio que demuestre cada cuanto tiempo se requiere realizar la parada. Sin embargo, establecer un baremo de un parón de unos 15 minutos cada 2 horas puede ser una opción interesante. Puede parecer una tontería, pero no vale exclusivamente con parar. El conductor debe bajarse del coche y andar, aunque sea, unos metros alrededor del vehículo.

El objetivo de dejar atrás cualquier episodio de somnolencia pasajera. Mantenerse hidratado con agua o una bebida refrescante puede ser otras de las alternativas a tener en cuenta durante estos cortos parones. La llegada del coche eléctrico permite aprovechar esto, además, para cargar las baterías, pero dependerá de la posible existencia de los cargadores a lo largo de la ruta.

La indumentaria puede ser más importante de lo que crees

Antes de subir al coche debes comprobar que estás cómodo/a con la ropa que portas. Vestir indumentarias holgadas contribuye a tener una menor sensación de estrés, lo cual puede ser muy peligroso si el Sol aprieta más de la cuenta. Utilizar combinaciones con tejidos transpirables puede ser un elemento a tener en cuenta si te vas a poner a conducir en verano en momentos de muy altas temperaturas.

Del mismo modo, es importante escoger tonos claros, ya que absorben una menor parte de los rayos solares. Mantener el cuerpo fresco es primordial. A ello hay que sumar la presencia del aire acondicionado, el cual no debe dirigir su chorro a áreas delicadas, tales como el pecho o la cara.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que no es posible conducir sin camiseta o con un calzado inapropiado. El uso de chanclas, muy demandado en verano, puede ser un gran obstáculo a la hora de controlar los pedales, por lo que las Autoridades podrían multarte si así lo considerasen oportuno.

Asegúrate de que tu vehículo no tiene averías antes de un largo viaje

Realizar mantenimientos periódicos al vehículo puede no ser suficiente para evitar alguna que otra avería. Los episodios de muy altas temperaturas pueden provocar sobrecalentamientos en el vehículo, así como problemas en el sistema del climatizador. Por este motivo, se recomienda acudir a tu taller de confianza para la realización de una inspección sobre aquellos elementos más importantes.

¿Imaginas sufrir una avería en mitad de una autovía y tener que esperar a la grúa bajo el Sol de las 2 de la tarde? Echar un vistazo antes de salir puede ser suficiente como para detectar un problema antes de que sea demasiado tarde. Del mismo modo, comprobar el estado de los neumáticos puede ser un factor de interés primordial, ya que son el único elemento del vehículo que se encuentra en contacto continuado con el asfalto. Al fin y al cabo, esta superficie puede alcanzar temperaturas superiores a los 50 grados durante algunos picos del día.

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