La obsolescencia programada desde el punto de vista de Tesla y su Autopilot
El coche autónomo es la mejor prueba para mostrar los estragos de la obsolescencia programada. He aquí un buen ejemplo venido directamente desde Tesla.
La movilidad sostenible nos ha traído mejoras en múltiples apartados. Desde hace un tiempo, hemos asistido a la llegada de automóviles más propios de un par de décadas posteriores al momento actual. El mejor ejemplo de ello nos lo muestra Tesla, compañía que ha sido un soplo de aire fresco a un mercado en el que el segmento basado en combustibles fósiles hubiera seguido siendo el referente.
Ahora, la electrificación ha llegado para quedarse y, como es lógico, la mayoría de empresas del sector no quiere perder el tren. Mecánicas enchufables, híbridas o, por supuesto, puramente eléctricas, están comenzando a popularizarse. Ahora bien, ¿y si la obsolescencia programada tiene por jugar un importante papel a lo largo de los próximos años? Hay varias claves que apuntan a ello.
En los últimos días hemos asistido a una situación un poco comprometida para Tesla. Cabe destacar que todos los automóviles que salen de la cadena de producción, cuentan con todo el equipamiento disponible. Es por ello que un modelo de la marca dispone, por ejemplo, de un subwoofer en el maletero, pero solo aprovecharán sus ventajas aquellos usuarios que lo hayan contratado.
Con el sistema de conducción autónoma Autopilot ocurre algo parecido. La firma de coches eléctricos más laureada ofrece todo el arsenal de medidas disponible, pero no es activable hasta que el cliente adquiere el programa en cuestión en sus diversas modalidades. En este sentido, todo parece indicar que la compañía ha cometido un error con su política de comercialización.
¿Por qué es muy difícil garantizar que el equipamiento que incluye el automóvil servirá cuando, finalmente, se desarrolle el sistema de conducción autónoma definitiva? Al parecer, la compañía con sede en Palo Alto ha incorporado tecnología que, debido a los avances, ha podido quedar un tanto anticuada. He aquí la repercusión que ha tenido esta medida al respecto.
Sistema Autopilot, una mejora deja sin efecto su tecnología anterior
Según se puede leer en el portal especializado Electrek, el sistema de conducción autónoma Autopilot es una tecnología que llama la atención, sobre todo, por disfrutar de un conjunto de cámaras y una centralita, la cual es la que se encarga de gestionar todo lo relacionado con la toma de decisiones. Ahora, algunos usuarios con tecnología descatalogada deberán afrontar el pago de 1.500 dólares.
Hasta aquí, todo parece algo completamente corriente. Sin embargo, el problema llega cuando Tesla prometió, en su día, que el usuario ya contaba con la tecnología suficiente como para poder circular de forma completamente autónoma en su día. Esto ha tenido lugar, sobre todo, en aquellas unidades anteriores a 2016. La clave está en ver cómo ha afectado al sistema tradicional.
Esto no es más que un ejemplo nuevo de obsolescencia programada que está afectando al coche eléctrico y a todos los sistemas de inteligencia artificial relacionados con la conducción autónoma. Se trata de una tecnología que, en la actualidad, está en un profundo desarrollo, por lo que no es fácil ofrecer un producto diferencial al respecto por un gran periodo de tiempo.
Tesla está solucionando un problema que está más ligado, sobre todo, con una campaña de márketing poco afortunada. Habrá que esperar, por tanto, para ver qué es lo que ocurre a lo largo de las próximas semanas en relación con un problema que puede deteriorar, en cierto sentido, la imagen de marca de la compañía. ¿Está siendo el Autopilot un quebradero de cabeza para Tesla?
El Autopilot como tecnología diferencial más cerca que nunca
El sistema de conducción autónoma como tal ya es una realidad en Tesla. Sin embargo, regulaciones a nivel legal hacen muy difícil su llegada al mercado por el momento. Aun así, la firma de coches eléctricos ofrece ya un paquete denominado Full Self-Driving, más conocido como FSD. ¿Estamos ante el programa relacionado con la movilidad sin conductor más destacado?
Navegar en piloto automático, contar con cambio de carril automático, aparcamiento automático e invocación en determinados espacios o control de semáforos y señales de alto son algunas de las cualidades de esta tecnología. Aun así, se trata de una innovación que debe superar ciertas barreras relacionadas, sobre toco, con el aspecto legal. Ahora bien, ¿hasta qué punto es un sistema competitivo?
En la actualidad, se puede acceder a esta tecnología a través de una suscripción mensual de 199 dólares o pagando, en una única vez, un total de 10.000 dólares. Bajo este propósito, nos encontramos ante una propuesta que solo es accesible, por tanto, para un porcentaje de usuarios un tanto reducido. Habrá que esperar para ver si se reduce un precio que ha ido subiendo a lo largo de los últimos años.