Porsche celebra su 75 cumpleaños presentando un hiperdeportivo que te dejará sin aliento
Porsche acaba de presentar el Mission X, un hiperdeportivo que aspira a ser un gran sucesor de los Carrera GT y 918 Spyder.

Porsche es uno de los fabricantes más importantes de la historia de la automoción. A lo largo de los últimos años, no obstante, ha sabido posicionarse como un referente en deportividad y uso de nuevas tecnologías. La mejor prueba de ello es la combinación de su catálogo convencional y la presencia de una línea de productos completamente eléctrica. La celebración del 75 cumpleaños de la firma alemana se ha saldado con la presentación en sociedad del prototipo Mission X, un hiperdeportivo con la tecnología más avanzada del mercado.
La histórica empresa, propiedad del grupo Volkswagen, presente todo tipo de propuestas diferenciales con el objeto de conmemorar sus aniversarios. En esta ocasión, se ha querido hacer gala de la llegada de un bólido que tiene como objetivo marcar una época en el seno de la marca. La denominación Mission es suficiente para entender la increíble importancia que tiene una propuesta de estas características en las oficinas de la compañía. ¿Quién no recuerda el Mission E y su posterior salto a la denominación Taycan?
Veamos, por tanto, cuáles son las claves que explican por qué Porsche es un referente en innovación a través de este modelo, por qué nos encontramos ante una opción que sirve para explicar el futuro de la gama de la empresa y, por supuesto, hasta qué punto Porsche puede liderar la carrera por la deportividad a lo largo de los próximos años mediante la introducción de las mecánicas puramente eléctricas.
Porsche Mission X, el prototipo definitivo para entender los hiperdeportivos del futuro
A lo largo de la historia hemos visto modelos icónicos salidos de la factoría de Stuttgart. En la mayoría de los casos, las ediciones estaban limitadas a muy pocas unidades y, teniendo en cuenta las características de este modelo, parece que este modelo no será una excepción si termina en la cadena de montaje. De acuerdo con la información disponible, cuenta con una relación peso potencia de 1 CV por cada kilogramos de vehículo. Este dato apenas ha podido conseguirse en los últimos años, lo cual denota el increíble trabajo desarrollado durante meses.








Uno de los detalles que rompen con el clasicismo de estos modelos particulares ha sido el empleo de la pintura ocre metalizada denominada Rocket Metallic. A falta de las cifras oficiales, dispone de todo un arsenal tecnológico de gran calado. Es una oda a la arquitectura, ya que sus líneas están creadas para que pueda ser uno de los automóviles con mejor coeficiente aerodinámico. Para ello, además, se han utilizado cámaras en sustitución de los convencionales retrovisores.
Una de las principales premisas que había a la hora de producir este vehículo era lograr una longitud idéntica a la de los anteriores hiperdeportivos de la marca, los 918 Spyder y Carrera GT. Por este motivo, tiene 4,5 metros de largo, habiéndose conseguido una batalla de 2,73 metros. Curiosamente, si nos centramos en el interior, además de la distinción del reloj analógico que hay en cualquier Porsche, se pueden observar levas al volante. ¿Está Porsche pensando en la introducción de una especie de cambio automático en un coche eléctrico?
Esta solución no sería nueva del todo. El mejor ejemplo de ello nos lo muestra el Taycan, el cual dispone de 2 marchas claramente diferenciadas con el objeto de exacerbar las emociones del conducto durante el pilotaje. Se espera que una primera versión llegue al circuito de Nürburgring para, posteriormente, sacar el modelo de producción. ¿Volverá a ser la opción de producción más rápida del mundo en el Infierno Verde? Está por ver, pero lo que es seguro es que el Mission X ya se ha convertido en uno de los referentes del mundo de los prototipos.