Principales problemas y desventajas de los coches eléctricos
Explicamos algunos de los principales problemas e inconvenientes ante los que nos podemos encontrar de manera directa e indirecta a la hora de hacernos con un vehículo eléctrico.

Aunque la industria eléctrica avanza a pasos agigantados y se dan numerosos avances en cuanto a la carrera de desarrollo que requiere se requiere para que el funcionamiento de esta tendencia eléctrica sea totalmente sostenible y respetuosa con el medio ambiente, también surgen numerosos problemas. En este artículo vamos a repasar algunos de los problemas más comunes, frecuentes y las principales desventajas que tienen hoy día los vehículos eléctricos y todo lo que les rodea.
Para llevar a cabo este artículo vamos a dividir los inconvenientes en dos: el primer grupo de desventajas hará referencias a problemas directos con la compra o adquisición de un vehículo eléctrico mientras que el segundo grupo tratará todos aquellos problemas indirectos que aparecen una vez poseemos un vehículo de transporte propulsado gracias a la electricidad.
Problemas directos
Tal y como acabamos de mencionar, los problemas directos son aquellos que pueden aparecer directamente en nuestro coche o moto por el mero hecho de ser un eléctrico enchufable. Es por ello que estableceremos una serie de cinco problemas los cuales son bastante probables que les tengamos que hacer frente.
Baterías con poca vida
En la mayoría de los casos, las baterías híbridas son más débiles que otras baterías de coches. En consecuencia, los propietarios necesitarán reemplazar la batería híbrida con más frecuencia de lo que lo harían en un coche propulsado por diésel o gasolina (la media de vida de una batería de un coche convencional está entre los cuatro y cinco años). Esto deriva en un sobrecoste del vehículo pero, se contrarresta con el 'ahorro' en combustible que haríamos si tuviésemos un vehículo que no fuese eléctrico.
Es por ello que depende de cada usuario si el balance entre un gasto u otro le es más rentable o no que el combustible, pero lo cierto es que un cambio de una batería de un vehículo eléctrico, dependiendo de la marca, puede ir desde los 2.000€ la más barata hasta los 20.000€. Mientras tanto, según unos estudios recientes, estiman que el gasto medio en combustible de un particular en España oscila entre los 800 y los 1500 euros al año.
La carga de la batería mientras se conduce
Aquí nos encontramos con el problema de la frenada regenerativa. La frenada regenerativa es un sistema que utilizan los coches eléctricos para recuperar parte de la energía que se consume a través de la acción de frenar. De esta manera, existe un convertidor que transforma la energía calorífica de los frenos en energía eléctrica, pero dicho sistema puede fallar. Por tanto, si este sistema no funciona correctamente, el vehículo no acumula energía por sí mismo, por lo que deberemos de parar a cargar el coche en numerosas ocasiones.

Cambiar la batería de un vehículo eléctrico puede ir desde los 2.000 hasta los 20.000 euros
Si posees un vehículo eléctrico y en tu panel de instrumentos ves que ves que la pila que te aparece en la pantalla no cambia de color, entonces tienes un problema con dicho sistema. Además, también se aprecia en que la batería pierde energía más rápido de lo normal, sobre todo cuando circules en ciudad, que es donde más se utiliza la frenada regenerativa.
Por si fuera poco, dicha frenada regenerativa no es nada eficiente cuando se conduce por una autopista, donde no se frena con tanta frecuencia como en ciudad, por lo que las baterías se desgastan mucho más rápido y, de manera directamente proporcional, aumenta el número de veces que se ha de parar en una electrolinera. De este modo, los trayectos de largas distancias entre dos puntos conllevan más tiempo que de normal.
Problemas con el software
A medida que los vehículos se van modernizando y, por ende, introduciendo nuevas innovaciones tecnológicas, estas normalmente son principalmente mejoras en el apartado eléctrico del coche, y esto puede generar diversos problemas. Los coches eléctricos suelen utilizar un software que se actualiza cada cierto tiempo, sin embargo, en ocasiones, dicho software puede tener problemas tan graves que acaben generando incluso que el coche no arranque y necesite de la asistencia de un experto para resetearlo por completo.
Y es que el proceso de actualización del software del coche, como si se tratase del de un ordenador o teléfono móvil, es compleja y peligrosa, ya que no debes arrancar el coche porque puede incluso llegar a bloquearse y no responder más. Incluso, puede que la actualización, a pesar de seguir todas las recomendaciones del fabricante, sea fallida y por más que lo dejemos actualizando este no acabe nunca de hacerlo.
Mala manipulación del conector
Otro problema muy común en los vehículos eléctricos es el derivado de hacer una mala manipulación de los enchufes a la hora de conectarlos y desconectarlos del puerto del vehículo. Si se le dan golpes, se realizan movimientos bruscos, se presiona más de la cuenta o incluso se quita el cable cuando el vehículo está cargando, el propio coche se bloqueará.
Y es que los coches eléctricos están preparados para que cuando el conector se enchufa en él, éste lo bloquee para que no se pueda quitar y se pueda realizar la carga de forma segura y correcta, sin embargo, hay numerosos propietarios que pasan esto por alto y acaban perjudicando a sus propios vehículos. Lo correcto es abrir el coche para poder desbloquear el conector y después reemprender la marcha.
Incendios provocados por las baterías

No es algo que suceda frecuentemente, pero es más probable que suceda en un vehículo eléctrico si existe alguna anomalía con las baterías
No es que sea habitual, pero ya son varias ocasiones en las que hemos presenciado cómo un vehículo eléctrico, debido a diversos problemas derivados de las baterías han salido ardiendo, y esto es realmente peligroso. Esto puede ser aún más grave si el incendio se produce tras un accidente de tráfico, ya que aumentaría los daños de los ocupantes del coche y se incrementaría considerablemente el riesgo de muerte.
Problemas indirectos
Llegados a este punto, vamos a hacer lo propio con una lista de problemas que afectan a los vehículos eléctricos de una manera indirecta, pero que siguen siendo inconvenientes, y también son cinco.
El precio de los vehículos
Evidentemente, el primer problema sobre el que podemos hablar es el precio de los coches eléctricos. Bien es cierto que existen numerosos vehículos eléctricos que acaban resultando baratos y cuyo precio es bastante asequible, o incluso ayudas, promociones y formas de financiación a través de los cuáles podemos ahorrarnos dinero a la hora de comprarnos un coche eléctrico, pero por norma general, son bastante caros.
De media, los vehículos eléctricos son un 50% más caros que los de combustión, y es que el principal motivo por el que los vehículos eléctricos son tan caros en su mayoría es por motivos como los que hemos dado anteriormente: sus baterías, su estudio sobre la electrónica, su investigación, desarrollo e innovación, los costes de explotación y fabricación, etc.
El precio de la electricidad
Este es un problema reciente, sobre todo para los españoles, y es que no mucha gente contaba con él -prácticamente nadie lo hacía- pero con las recientes subidas del precio de la luz. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, el precio de la energía eléctrica en España ha experimentado un notable incremento. Tanto fue así que durante el mes de enero de 2022 se reportó un coste medio de 24,3 euros por cada 100 kWh, lo que representa un aumento del 47 % en comparación con el mes de enero del ejercicio anterior.
Por lo tanto es bastante probable que la industria del automóvil eléctrico pueda verse afectada a medio y largo plazo, ya que los consumidores pasarán de no darle importancia a este condicionante a la hora de comprar un vehículo a tenerlo muy en cuenta, casi tanto -o más- como el elevado precio o los problemas de autonomía de las baterías.
La escasa autonomía y la escasez de estaciones de carga
A pesar de que ya son más de 21.000 los cargadores y puntos de recarga distribuidos a lo largo y ancho de nuestro país, la comparación con las gasolineras de los vehículos de combustión es apabullante. Bien es cierto que se están haciendo progresos para aumentar de manera considerable tanto las estaciones como los puntos de recarga y los enchufes disponibles, pero aún es una tarea pendiente que puede hacer inclinar la balanza hacia otro lado al consumidor.
Y es que esto, sumado a la poca autonomía que suelen poseer los vehículos eléctricos, supone un quebradero de cabeza para los usuarios de los vehículos eléctricos, ya que se ven en la obligación de trazar itinerarios muy exactos planeando de manera precisa las paradas a realizar.

Aunque su red es la más extensa de España, Iberdrola posee 5.500 puntos donde recargar vehículos eléctricos, pero sólo 3.500 están en activo
Es cierto que si se posee un vehículo eléctrico en una gran población o ciudad es mucho más probable que tengamos un punto de recarga muy accesible, ya sea en el propio edificio donde vivamos o incluso cuando vayamos a un hotel, restaurante, supermercado o grandes almacenes. En cambio, este problema se acrecienta notablemente si nos encontramos en un área rural, donde no son para nada frecuentes las electrolineras.
Estaciones de carga en mal estado o inactivas
Directamente relacionado con el punto anterior, casi 8.000 estaciones de puntos de carga existen en nuestro país que aún no han recibido el permiso para comenzar su actividad o están inactivas. Y eso sin contar que, en muchos de los emplazamientos en activo, alguno de los enchufes no funcionan, están estropeados o simplemente se encuentran fuera de servicio.
Además, a pesar de que ya son varias las aplicaciones de geolocalización las que nos indican dónde podemos encontrar puntos de recarga cerca de nosotros, muchas de ellas aún no tienen la capacidad de decirnos el estado de éstas, pudiendo llegar a la electrolinera en cuestión y encontrárnosla a rebosar de usuarios que están recargando sus coches. Entonces es cuando, si tenemos poca batería disponible, tendremos un verdadero problema, ya que tocaría buscar un nuevo punto de recarga (sin saber si estará igual) o esperar.
Dependencia del litio
Las baterías de los vehículos eléctricos están compuestas de litio, un recurso natural que se extrae en su gran mayoría de las minas de Australia, China y América del Sur y que se transporta hacia todo el mundo a través de aviones y barcos. El caso es que la extracción de litio es perjudicial para el medio ambiente, ya que los entornos en los que se encuentra son explotados sin miramientos y generan un panorama contaminado por el ser humano que nunca jamás volverá a ser igual.
Por si fuera poco, el 79% de la producción española de baterías de litio está en peligro según un análisis de Transport & Environment. Dicho estudio también enuncia que Europa está perdiendo la carrera de la extracción de litio frente a Estados Unidos y China, generando esto una desventaja notoria de los productores y fabricantes europeos de la industria del automóvil respecto de los estadounidenses y chinos.