El problema al que se enfrenta Tesla en cuanto a la recopilación de datos en China

¿En qué situación se encuentra Tesla en relación con la comercialización y gestión de datos de automóviles en China? Se cierne un conflicto entre ambas entidades.

El problema al que se enfrenta Tesla en cuanto a la recopilación de datos en China
Tesla lleva varios años manteniendo una relación de colaboración con China. Puros Autos

Tesla ha conseguido, en apenas una década, ser el principal productor de automóviles eléctricos en el mundo. A través de un intenso impulso de su ventaja competitiva, se ha podido establecer una competitividad jamás antes vista en cuanto a esta tecnología. La disposición de servicios exclusivos, de forma conjunta a sus cualidades dinámicas y de seguridad, hace que cada vez sean más los usuarios convencidos en renovar su automóvil por una de la firma comandada por Elon Musk.

Además, es importante señalar que esta empresa no es, solamente, un fabricante de vehículos eléctricos. Gracias a las sinergias de otras filiales propiedad del magnate sudafricano, nos encontramos ante un gigante tecnológico, capaz de extraer lo máximo de todas estas divisiones. Gracias a ello, es posible distinguir 2 principales referentes en la diferenciación de Tesla; la tecnología relacionada con las baterías y el sistema de conducción autónoma Autopilot.

Y bien, ¿qué es necesario, sobre todo, para desarrollar la segunda principal línea de desarrollo de Tesla? Datos. Se dice que la recopilación y tratamiento de datos es el petróleo del siglo XXI. Al fin y al cabo, conocer la tipología media de los usuarios y consumidores puede servir para descubrir potenciales líneas de negocio o, simplemente, cuáles son las áreas en las que los fabricantes deben tener una mayor incidencia. Tesla, aquí, es una empresa referente.

¿Cuál es el principal problema en una política de obtención de información? Por un lado, la privacidad y, por el otro, el grado democrático del país en el que se compita. Y es aquí, como es conocido, donde la firma fundada en Palo Alto tiene una piedra en el zapato. ¿Imaginas si los vehículos de Tesla se vieran limitados por la política que se llevó a cabo contra Huawei? La sangre no ha llegado al río, pero se está viviendo una guerra psicológica trepidante.

Veamos, por tanto, qué puede suponer la limitación de Tesla a la hora de obtener información, por qué nos encontramos ante una tecnología que puede marcar un antes y un después en el seno de la compañía y, por supuesto, qué razones puede haber de que China esté imponiendo restricciones a la recopilación de datos a mansalva.

Un problema de convivencia que radica en la recopilación de datos

Conocido es el hermetismo que hay tras el régimen chino. Desde la perspectiva de tipo de mandato de estas características, que una empresa extranjera utilice datos obtenidos dentro de sus fronteras no parece que vaya a sentarles muy bien, ¿verdad? Esto es justo lo que ocurre en este caso. China pretende que los datos recopilados por los fabricantes no puedan salir del país, algo que puede dificultar el desarrollo de tecnologías de la marca de automóviles.

Elon Musk y su equipo decidieron producir en su día automóviles en tierras del país oriental con el objetivo de abastecer a menor coste la demanda del continente asiático. En términos principales, el modelo más destacada en la factoría es el Model 3, el cual está siendo un auténtico éxito. El desarrollo del Autopilot, uno de los programas más interesantes de la compañía, dependerá en cierta medida de la información conseguida de sus clientes actuales.

A estos efectos, cabe recordar cómo hace tan solo unos meses, las instituciones chinas dictaron una orden de inmediato cumplimiento. Desde primera mitad de año, los automóviles con el logo de Tesla no pueden circular y, por supuesto, acceder por áreas destinadas al uso militar. ¡Ni siquiera los soldados podían acudir a las instalaciones con este tipo de vehículos! Todo ello, pese a que la compañía ha querido defender una postura claramente contraria a las supuestas prácticas de espionaje.

Tal y como se puede leer en el portal especializado InsideEV's, la relación entre China y el fabricante de coches eléctricos parece algo parecido a una Guerra Fría, salvando las diferencias lógicas entre este episodio y el ocurrido durante el siglo XX entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Pese a ello, lo cierto es que ambas entidades, el Gobierno chino y Tesla, están llamadas a entenderse y mantener una postura de colaboración.

Una obligada colaboración como una única situación al conflicto

Tesla es un fabricante de automóviles que entendió que el mercado norteamericano no era suficiente para comandar la transición hacia una movilidad sostenible. Por su parte, China dio ciertas ventajas a Tesla en su objetivo de introducir un producto capaz de reducir los altos niveles de contaminación presentes en el país. Como ves, el objetivo de ambas firmas es común en algunos aspectos. La recopilación de datos, sin embargo, sí entraña algún que otro problema.

El problema al que se enfrenta Tesla en cuanto a la recopilación de datos en China

La fábrica de Shanghai, en China, suministra automóviles a todo el continente asiático. Movilidad eléctrica

Por un lado, Tesla requiere de dichos datos para acelerar su programa de conducción autónoma y, ya sea de paso, estandarizar nuevos servicios a través de su sistema de infoentretenimiento. Por su parte, a China no le interesa que una entidad externa no haga más que obtener información visual sobre aquellos lugares en los que pueden circular los vehículos de Tesla.

Habrá que esperar un tiempo para ver cómo se soluciona un problema que, seguro, tiene más capítulos a lo largo de los próximos meses. Y tú, ¿cuál crees que será el resultado de esta historia? Cada vez queda menos tiempo para saberlo.

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