Qué es el efecto pantalla al conducir y cómo puedes evitarlo

Así puedes evitar esta mala pasada que te puede jugar el viento en carretera

Qué es el efecto pantalla al conducir y cómo puedes evitarlo
¿Te ha pasado esto alguna vez?
Publicado en Motor

Uno de los fallos más comunes de los conductores noveles es el de tenerle miedo al volante. Por otro lado, otro error bastante común, pero en los conductores más experimentados, es precisamente el perderle el respeto a la conducción. Hay que circular con tranquilidad, pero siempre manteniendo la precaución. Solo así se puede actuar con frialdad cuando las cosas se tuercen, es decir, cuando nos surge un imprevisto y hay que responder con contundencia.

El efecto pantalla es un fenómeno bastante peligroso que se puede dar durante la conducción. En las autoescuelas aprendemos lo que es a nivel teórico. Sin embargo, durante el corto periodo de prácticas con el profesor, no es muy común que el caso se llegue a producir como para poder aprender a torearlo. Por tanto, tarde o temprano, acabará sucediéndote este fenómeno y tendrás que enfrentarte a él sin un profesional sentado a tu derecha.

Pero, ¿qué es el efecto pantalla? ¿En qué condiciones suele darse? ¿Se puede evitar? ¿Hay coches más propensos que otros a sufrir este fenómeno? Quédate y salimos de dudas en unos minutos.

¿Qué es el efecto pantalla? ¿Cómo se produce?

Qué es el efecto pantalla al conducir y cómo puedes evitarlo

Los camiones son los principales causantes de este efecto Actualidad Motor

El efecto pantalla es uno de los fenómenos más peligrosos que pueden sorprender a un conductor en carretera. Suele darse especialmente en condiciones de viento fuerte. Cuando se produce, lo que ocurrirá es que una ráfaga de viento va a comprometer la estabilidad del vehículo, lo que puede llegar a provocar un accidente.

El efecto pantalla se produce realmente solo cuando una ráfaga intensa de viento golpea el vehículo en los laterales. Es una sensación muy desagradable, pues, como conductor, notarás como si momentáneamente perdieras el control del automóvil. El viento desequilibrará durante unos segundos el coche, cambiando ligera o bruscamente su trayectoria en función de lo fuerte que sea la ráfaga.

El fenómeno se llama así, efecto pantalla, porque se produce justo después de que otro vehículo o superficie obstaculice el viento, es decir, cuando un vehículo sale de zonas en las que no hay viento y se enfrenta directamente a un cambio brusco de presión. A continuación te vamos a dar unos cuantos ejemplos, pero debes recordar que solo vas a experimentar algo así en días con bastante viento:

  • Al salir de un túnel, por ejemplo, el vehículo pasará de un tramo en el que no hay corrientes de aire a enfrentarse al viento del exterior. Si el cambio es muy brusco y la ráfaga llega de lateral, notaremos este efecto.
  • Mucho más común y peligroso es este efecto cuando en días con mucho vendaval, tratamos de adelantar a vehículos grandes, como camiones o autobuses. Estos vehículos harán de “pantalla”, tapando el aire. Y, al sobrepasarlos, el viento nos puede dar lateralmente con mucha violencia, haciéndonos perder completamente el control del coche.
  • Lo mismo puede ocurrir al circular cerca de edificaciones, barreras naturales, laderas de montañas o cualquier otro elemento que pueda bloquear temporalmente las ráfagas de viento.

Cómo actuar al experimentar el efecto pantalla al volante

El precio de las reparaciones por avería en la dirección puede ser muy diverso, pero conviene prestar atención a los ruidos para atajar un problema mayor.

Las dos manos siempre en el volante

Ya sabemos qué es este fenómeno y cómo se produce. Pero ahora nos toca saber lo más importante, que es conocer cómo hemos de actuar en el caso de vernos involucrados en una situación así, pues tendremos apenas décimas de segundos para reaccionar.

Lo primero, como decíamos al principio, es actuar con calma. Hay que ser rápidos de reflejos, pero sin perder los nervios. Tan pronto como notemos la ráfaga —aunque dé en el lateral del coche, la vas a sentir como en el estómago—, debes girar suavemente el volante hacia la dirección del viento, con la intención de contrarrestar el empuje. Eso sí, por lo que más quieras, evita cualquier movimiento brusco, ya que podrías desestabilizar todavía más el automóvil.

Un error muy común es clavar los frenos o hacer deceleraciones bruscas. Si tienes que reducir la velocidad, hazlo de forma progresiva y con anticipación. Frenar bruscamente puede hacer que pierdas el control de la dirección, lo que se va a traducir en accidente en el caso de que el pavimento esté resbaladizo, o tenga poca adherencia.

También es muy importante agarrar el volante bien, con firmeza. En casos como este, es clave tener las dos manos sobre el aro. Tener una mano fuera de él te impedirá reaccionar correctamente.

Cómo evitar el efecto pantalla al conducir

Ya que hemos abierto el melón, conviene también saber qué está en nuestra mano para evitar este efecto:

Evita adelantamientos innecesarios

Esto es mejor explicarlo con un ejemplo. Carretera con límite a 100 kilómetros por hora. Sigues a un autobús que va a 90. Hace un día horrible, con ráfagas muy salvajes que soplan desde la derecha del vehículo y está empezando a llover.

¿Adelantamos al autobús? Lo ideal es que no. Si lo haces, al ponerte en paralelo, el vehículo estará tapándote el viento. Pero, tan pronto como te asomes por la parte delantera, lo más seguro es que sientas el coletazo. Si te pilla en una curva, la situación se va a complicar. Y, con el suelo resbaladizo, no merece la pena jugársela —aunque sea solo el susto—, con tal de ir 10 metros por delante.

Evita llevar carga en la baca

Llevar portaequipajes, bicicletas sobre una baca o baúles abiertos incrementa la resistencia al aire. Esto no solo empeora el consumo de combustible, como decimos siempre, sino que amplifica el empuje del viento, especialmente en autopistas o zonas expuestas. En resumidas cuentas, es como si le pusieras una vela a tu coche.

Mantén tus neumáticos en buen estado

Esto siempre es clave, pero nunca sobra recordarlo. El viento nos desestabiliza el vehículo. Podremos devolverlo a su cauce tan pronto como recuperemos la adherencia. Pero claro, si tenemos el dibujo gastado, las gomas no van a agarrarse al suelo con tanta facilidad, lo que puede dificultar enormemente la recuperación del control en un momento tan crucial.

Recuerda siempre mirar el nivel de desgaste de los neumáticos cada ciertos meses y comprobar la presión de las ruedas todos los meses. No es un capricho, es por seguridad.

Sé progresivo en el adelantamiento

Si, por las condiciones que sea, tienes que adelantar sí o sí al vehículo que tienes delante, haz lo siguiente:

  1. Señaliza la maniobra, cámbiate de carril y agarra el volante con firmeza y estabilidad.
  2. Acelera de forma progresiva: no trates de quitarte el obstáculo con mucha rapidez, pues será peor. Aumenta la velocidad con suavidad. Esto también hará que la exposición que luego tengamos al viento lateral no sea tan repentina y violenta.
  3. Tan pronto como tu coche ya comience a asomarse por delante del vehículo voluminoso, prepárate para reaccionar con el volante, pero con tranquilidad y sin brusquedad.
  4. Aléjate gradualmente del vehículo que has adelantado. No vuelvas al carril de la derecha de inmediato. Aumenta la distancia con él, siguiendo por el carril izquierdo para evitar el efecto succión, que es la función derivada del efecto pantalla.
  5. Cuando ya tengas suficiente espacio y notes que la maniobra es segura, vuelve al carril original.

En todos estos pasos, es posible que tengas que hacer algún movimiento de volante para corregir la trayectoria. Como decíamos, hay que hacerlo sin miedo, pero con respeto y calma.

¿Qué vehículos son los más propensos a experimentar el efecto pantalla?

Furgoneta de trabajo

Más superficie significa más probabilidades de sufrir este efecto

No todos los vehículos se comportan igual a la hora de ser golpeados por una masa fuerte de aire. El peso y la aerodinámica juega un papel fundamental.

Vehículos pequeños y poco pesados

Hablamos de los típicos utilitarios y coches tipo city car. Son pequeños y pesan poco, lo que hace que tengan menor adherencia al asfalto. Ante una ráfaga fuerte —venga o no del efecto pantalla, ojo—, un vehículo pequeño o una moto tiene más posibilidades de ser desplazado por la masa de aire.

Vehículos voluminosos

Comenzando con vehículos para particulares, los monovolúmenes son muy propensos a sufrir este efecto. Son voluminosos, altos y con una estructura a nivel chasis que los hace poco rígidos. De ahí que, ante un soplo fuerte de aire se muevan como un barco.

Este efecto también te va a ocurrir más con un coche tipo SUV que con un vehículo más bajo como una berlina. Al haber más superficie lateral, tienes más papeletas de que te ocurra este efecto.

Por último, los propios causantes del efecto pantalla también lo experimentan en sus propias carnes. Autobuses, camiones, autocaravanas y todo tipo de vehículos grandes también son muy vulnerables a este efecto. Al fin y al cabo, tienen el centro de gravedad ubicado en una zona muy alta y tienen mucha superficie. En ellos, las ráfagas no es que puedan desestabilizarlos, sino que pueden hacer que incluso vuelquen.

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