T-Zero, así fue el coche eléctrico que inspiró a Tesla para crear su primer modelo en el mercado
¿Sabías que Tesla se basó en el T-Zero a la hora de producir el Roadster de primera generación? Estas fueron las conclusiones que sacaron.

La historia de Tesla comenzó con la producción del Roadster, un biplaza que traía el chasis de un Lotus. El fabricante apenas produjo unos pocos miles de unidades, pero sirvió para crear, unos años más tarde, el afamado Model S. Ahora bien, ¿cuál fue el vehículo que sirvió de inspiración para la compañía de coches eléctricos? Su nombre era T-Zero y llamaba la atención por su enfoque deportivo. De hecho, inspiró a Tesla para crear su propio biplaza. Se sabe que este fue el primer paso para disfrutar de un modelo diferencial.
El T-Zero había sido producido unos cuantos años años. Pertenecía a la compañía AC Propulsion, una empresa creada para ofrecer un gran desempeño en las carreras de aceleración. La década de los noventa no será recordada como la que impulsó el coche eléctrico, pero sí dio visibilidad de algunas de las cualidades de esta tecnología. Al fin y al cabo, este curioso biplaza tenía la capacidad para ser un referente en lo que se refiere a aceleración. Se trató de una inspiración que permitió lograr importantes avances al Roadster unos años más tarde.
Veamos, por tanto, cuál es la historia del modelo que sirvió para crear el primer automóvil de Tesla, por qué disponía una tecnología diferencial hace ya casi 30 años y, por supuesto, hasta qué punto su producción permitió entender que la innovación eléctrica tenía un largo camino por delante en el mercado. ¿Quién dijo que las mecánicas basadas en baterías no iban a tener un gran desempeño unas pocas décadas después?
AC Propulsion T-Zero, el biplaza eléctrico que fue modelo para crear el Tesla Roadster
El AC Propulsion T-Zero no era, ni mucho menos, el biplaza más bonito de cuantos podíamos encontrar en el mercado. Sin embargo, tenía una característica que lo hacía único. Su mecánica eléctrica ofrecía unas sensaciones diferenciales, ya que tenía la capacidad de contar con el par máximo desde parado. Esto lo convertía en una opción muy interesante para las carreras de aceleración, las cuales tienen un gran protagonismo en Estados Unidos.

El T-Zero sirvió de inspiración para crear el primer modelo de Tesla de la historia. Wikipedia
El conjunto usado en este automóvil se basada en la incorporación de hasta 28 baterías de plomo-ácido. Su autonomía, manteniendo una velocidad media de unos 95 km/h, ascendía a unos 160 kilómetros en total. Su potencia de carga ascendía hasta los 20 kW, pero lo cierto es que podía ser enchufado, directamente, a una toma de carga convencional. Entre sus prestaciones más destacadas estaba su capacidad para alcanzar los 100 km/h en tan solo 4,1 segundos, una cifra muy interesante para la época en la que competía en este tipo de pruebas.
Fue una apuesta por la innovación, ya que AC Propulsion apostó desde el primer momento por la reducción del peso. Por este motivo, los asientos estaban creados en fibra de carbono. Al fin y al cabo, las baterías ofrecían un peso extra muy notable respecto a cualquier otro modelo competidor de aquel momento. De hecho, no disponía de aire acondicionado, ahorrándose de esta manera unos cuantos kilogramos de peso. La única solución para combatir el calor era desmontar las ventanas laterales, pudiendo guardarlas cuidadosamente en el maletero.
En relación con Tesla, empresa fundada en el mes de julio de 2003, se decidió que la empresa tenía que basarse en uno de estos automóviles crear su propia gama de producto. En total se produjeron 3 unidades, llegándose a usar una de ellas por Tesla para obtener información sobre el rendimiento de sus baterías de ion litio. Finalmente, decidieron descartar la apuesta por esta base y se decantaron por la plataforma que ofrecía Lotus en uno de sus modelos por aquel entonces.