Fairphone 6, el nuevo teléfono móvil sostenible con batería reemplazable y 8 años de actualizaciones
Ya no se hacen teléfonos así, con batería reemplazable y slot para tarjetas microSD. Sin olvidar sus 8 años de actualizaciones de software

El gran problema de los smartphones, desde hace unos años, es que cada vez son más difíciles de reparar, además de que las marcas los dotan cada vez de menos «extras»: el slot para tarjetas de expansión y el jack de 3,5 mm para auriculares por cable están prácticamente extintos, sobre todo en los modelos de gama media y alta. Lo que resulta paradójico, porque al ser más caros deberían ser mucho más completos que los de gama de entrada.
Fairphone lucha contra esta situación. La compañía con sede en Ámsterdam (Países Bajos) ofrece teléfonos móviles inteligentes diseñados para ser éticos, sostenibles y fácilmente reparables, con el objetivo de cambiar la forma en que se fabrican los smartphones, y poniendo el foco en la justicia social y ambiental en toda la cadena de suministro.
Los dispositivos de Fairphone permiten a los usuarios reemplazar las piezas, como pantalla, batería y cámara, de manera relativamente sencilla y sin disponer de conocimientos técnicos avanzados. De hecho, es uno de los pocos terminales que ha recibido una puntuación altísima en iFixit, un sitio web dedicado a evaluar la reparación de los productos electrónicos. Además, la compañía colabora con fábricas que ofrecen mejores condiciones laborales y salariales para los empleados. Acaba de presentar el Fairphone 6.
Un teléfono móvil reparable disponible en dos «sabores» que parte de los 599 euros
El Fairphone 6 mantiene la esencia de las anteriores generaciones: un smartphone reparable de buenas características que viene cargado de accesorios, como un tarjetero, cordón y correa para el dedo que se puede fijar en el panel trasero para mayor seguridad (ojalá el resto de marcas «malcriara» tan bien a los usuarios).
Cuenta con una pantalla LTPO OLED Full HD de 6,3 pulgadas con una densidad de píxeles de 431, frecuencia de actualización de hasta 120 Hz y brillo máximo de 1.400 nits. Su corazón es el procesador Snapdragon 7s de 3ª generación. Fabricado con materiales reciclados y con clasificación IP55 para resistir el polvo y las salpicaduras, incorpora doble ranura SIM para poder utilizar dos líneas telefónicas en un único dispositivo (por ejemplo, la personal y la de trabajo).
El smartphone viene de serie con el sistema operativo Android 15 con una muy agradable sorpresa: tendrá soporte mediante actualizaciones de software hasta 2033, lo que significa que los usuarios que se hagan con él podrán utilizarlo durante muchos años mientras disfrutan de parches de seguridad y nuevas funciones.
El procesador Snapdragon 7s Gen 3 está acompañado de 8 GB de RAM LPDDR5 y 256 GB de almacenamiento interno UFS 3.1 que se puede ampliar hasta 2 TB mediante una tarjeta microSD. Si bien el apartado fotográfico no es comparable al de los smartphones de gama alta, no está nada mal: cámara trasera principal Sony Lytia 700C de 50 MP con zoom digital de hasta 10 aumentos y estabilizador óptico de imagen (OS). La frontal es de 32 MP, suficiente para selfies y videollamadas.
En cuanto a conectividad, incorpora Wi-Fi 6E, Bluetooth 5.4, GPS, NFC y puerto USB-C. Integra sensor de huellas dactilares en el lateral, acelerómetro, barómetro, brújula electrónica, giroscopio, sensor de luz y sensor de proximidad. La batería extraíble es de 4.415 mAh, pudiendo recargarse por cable a 30 W. La compañía promete más de 12 horas de autonomía navegando por Internet con una sola carga.
Con funda protectora, funda plegable, protector de pantalla, tarjetero y cordón incluidos en la caja, el teléfono es 100% neutro en residuos electrónicos. Su precio parte de los 599 euros y ya se encuentra disponible en el Reino Unido. Existe una versión «desGoogleada» (sin los servicios de Google, por lo que respeta más la privacidad) por 649 euros.