Más y mejores actualizaciones: así es como la Unión Europea quiere aumentar la esperanza de vida de tu móvil
¿Cómo acabar con la obsolescencia programada en la industria del _smartphone_? La Unión Europea tiene un plan.

La obsolescencia programada es un problema que las Autoridades públicas pretenden evitar en el medio y largo plazo. Al fin y al cabo, tú también habrás notado esto a la hora de comprar un dispositivo electrónico, ¿verdad? En el pasado, una televisión podría durar fácilmente 15 años, mientras que las de ahora, ya sea por mejora exponencial de la calidad o por cualquier avería pasados unos pocos años, han reducido su vida útil. Algo más destacado ha ocurrido en la industria del smartphone.
¿Quién no recuerda cómo Apple, a propósito, redujo el rendimiento de determinados terminales al actualizar una nueva versión de iOS? La firma californiana alegaba, principalmente, que el objetivo consistía, básicamente, en una reducción de las prestaciones con el objetivo de no dañar la batería y resto de componentes. Lo que ocurría en realidad es que el usuario, ante una peor experiencia, decidía cambiar, finalmente, su teléfono móvil por uno nuevo. La Unión Europea pretende acabar con este tipo de prácticas y, por ello, promete mano dura.
La clave de la nueva normativa tiene como objetivo incrementar el número de actualizaciones y que, además, estas sean mejores. Incrementar la esperanza de vida de los terminales es una medida que pretende luchar contra el cambio climático. Al fin y al cabo, reducir el número de unidades producidas tiene especial interés a la hora de reducir las emisiones de carbono en la producción y, además, reducir el uso de materias primas escasas como el litio.
La Unión Europea y su nueva política relacionada con la industria del smartphone
Desde hace un tiempo vienen viéndose medidas que tienen como objetivo reducir la tasa de renovación de productos electrónicos. Hace unos meses, se anunció un tipo de cargador estándar para terminales, una medida que perjudicará principalmente a Apple. La instalación de una estación compatible con USB-C será obligado en todos los terminales próximamente. Ahora, el problema está relacionado, directamente, con el universo Android. ¿Te has quejado alguna vez de que tu dispositivo no incluía actualizaciones periódicas pasado un tiempo?
Si no eres un usuario de Pixel de Google, muy posiblemente te habrás encontrado con este problema. Actualizar un terminal que funcione con Android como sistema operativo no es tarea fácil si dispone de algún que otro año de vida. Al fin y al cabo, los fabricantes son libres de introducir novedades en sus equipos, por lo que solo suelen actualizar los dispositivos más nuevos. Se trata de una política que, como es lógico, tiene implicación en el rendimiento de los terminales pasados unos años.
La Unión Europea ha propuesto disponer de actualizaciones en todos los dispositivos por un plazo mínimo de 3 años y la instalación de parches de seguridad por un plazo de 5 años. Esta nueva reglamentación podría ayudar a mejorar las expectativas de uso de terminales con varios años de uso. Cabe resaltar que hay aplicaciones básicas como WhatsApp que, a su vez, deciden en qué terminales ya no será posible seguir utilizando su app. Este tipo de prácticas son las que hacen viejo a un teléfono móvil que solo se use para fines sencillos.
De acuerdo con el portal especializado Android Authority, la Unión Europea también ha expresado su interés en que el objetivo de las actualizaciones es adaptar los sistemas operativos a las nuevas necesidades de los usuarios. Sin embargo, no deben incorporar ralentizaciones en dichos terminales. Esto es una clara referencia al caso de Apple planteado en las primeras líneas.
Habrá que esperar todavía un tiempo para poder disfrutar de estas novedades si, finalmente, son aprobadas. No obstante, su debate pone encima de la mesa un problema relacionado directamente con la obsolescencia programada. Nos encontramos ante una economía de consumo en la que este mantra está muy presente.