¿Te acuerdas de los Segway? Fue un fracaso absoluto, pero empezó el camino de los patinetes eléctricos

¿Por qué el Segway fue un completo fracaso frente al éxito del patinete eléctrico? He aquí algunos motivos que establecen esta clara diferenciación.

¿Te acuerdas de los Segway? Fue un fracaso absoluto, pero empezó el camino de los patinetes eléctricos
Segway marcó el camino de lo que es hoy la tecnología del patinete eléctrico. Segway Travel Madrid
Publicado en Movilidad Urbana

La movilidad urbana ha tenido múltiples cambios en la última década. Dadas las restricciones en las ciudades, así como la incorporación de nuevas fórmulas de transporte público, ha provocado que el usuario, si pretende moverse de forma personal, pueda acceder a otras alternativas. El patinete eléctrico o la bicicleta se han convertido en soluciones capaces de adaptarse a las nuevas necesidades del público, algo que, en su momento, no supo entender, por ejemplo, el Segway.

Este tipo de tecnología no supo, quizás, adecuarse a lo que pretendía la demanda. Con unos precios prohibitivos y una oferta muy reducida, no pudo posicionarse como una opción diferente al clásico transporte en automóvil, metro o autobús. Nadie puede dudar de que esta tecnología fue un completo fracaso comercial, habiendo quedado como una propuesta para empresas turísticas capaces de ofrecer un servicio en flota para poder visitar espacios turísticos emblemáticos.

Los denominados Segway no son opciones que veamos a diario en las ciudades. Al fin y al cabo, su diseño futurista no casaba con la orografía de las ciudades. Su peso destacado, unido al gran tamaño que poseen las unidades más populares, provocó que fuera un intento fallido a la hora de revolucionar el transporte urbano. Ahora, unos años después de la fiebre de este curioso medio de transporte, podemos constatar cuáles fueron los problemas que provocaron que no fuera un éxito.

Ahora, echando un vistazo al pasado, se puede observar cómo hay grandes diferencias entre estos modelos y los patinetes eléctricos actuales. Veamos, por tanto, qué es lo que aprendió la industria del patinete eléctrico para no caer en los problemas que supusieron el fracaso del Segway. La industria actual nos ha permitido contar con propuestas renovadas, mucho más eficientes y, por supuesto, que han sabido dar respuesta a los requerimientos de una parte de los consumidores.

Segway, un fracaso en la industria debido a la falta de publicidad

Segway produjo la primera unidad del modelo original, el PT, en el año 2001. El problema fue que esto significó un vuelco para los consumidores, los cuales no supieron asimilar que esta podría ser la forma de entender el transporte personal. El secretismo del programa de diseño y desarrollo tenía como principal objetivo que la idea no fuera copiada por fabricantes ya consolidados. Esto, no obstante, impidió que el público pudiera tener constancia de la revolución que podría generar.

Esto, por tanto, provocó un shock de demanda, la cual era muy inferior a las expectativas que podrían haberse generado si se hubieran realizado las cosas de otra manera. De hecho, la fiabilidad siempre ha demostrado ser uno de sus principales referentes. Cabe destacar que estamos ante un producto que llegó a ser rentable durante 4 años tras su lanzamiento. Esto afianza la hipótesis de la increíble demanda que podría haber tenido si una buena política de publicidad se hubiese realizado.

Llama la atención, no obstante, cómo este producto, el cual parece de una generación pasada, se mantuvo en producción hasta el año 2020, de acuerdo con la información de Slash Gear. Esto demuestra cómo, pese a todos los problemas y la competencia presente en la actualidad, se ha mantenido como una opción para determinados usos específicos. Al fin y al cabo, su mantenimiento barato, unido a la posibilidad de ser incorporado como parte de una flota, es lo que le permitiría obtener una rentabilidad a medio plazo.

Por otro lado, tal fue el interés que llegó a tener en el transporte urbano que Ninebot se hizo con su adquisición pocos años después del comienzo de su producción. Tras ello, se mantuvo en el catálogo, habiendo introducido mejoras continúas sobre la base para adaptarse a las nuevas innovaciones presente en el mercado. La pandemia, sin duda alguna, provocó la retirada de su línea de montaje para dar lugar, como es lógico, a productos más rentables, tales como el patinete eléctrico.

Ausencias de publicidad y, además, una estrategia de marketing nula

El posicionamiento de un vehículo de nicho requiere, sobre todo, establecer pautas de consumo para determinar el público objetivo. El ejemplo de Segway debería estudiarse en las mejores escuelas de publicidad para determinar qué es lo que nunca hay que hacer para comercializar un producto. En vez de establecer un perfil determinado de uso, se prefirió promocionar el modelo sin atender a un sector de la población concreto.

Al fin y al cabo, se pensaba que cualquier persona que caminase en su día a día podría ser objeto de venta del producto. La historia ha demostrado que este modelo de negocio no ha sido viable, cuyo ejemplo más notable nos lo muestra este fabricante de medios de transporte destinado a satisfacer necesidades de movilidad en la ciudad.

Si observamos la industria del patinete eléctrico, pese a que se puede observar un tipo de público bastante heterogéneo, se pueden encontrar similitudes entre los usuarios. Jóvenes que van a la universidad u otros centros de estudios o, por supuesto, otros adultos que acuden a los centros de trabajo en patinete eléctrico. Si a ello unimos la posibilidad de contar con un medio de transporte mucho menos aparatoso, obtenemos las principales claves de la situación actual.

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