Detecta problemas, infecciones y fugas de gas. Este robot nace para ayudar a los humanos en momentos de peligro

ugo es la empresa líder en robótica de servicios en Japón, y su robot ahora tiene una "nariz"

Detecta problemas, infecciones y fugas de gas. Este robot nace para ayudar a los humanos en momentos de peligro
Las empresas están finalizando la fase de desarrollo de la interfaz de usuario y ajuste de los parámetros sensoriales | Imagen de ugo
Publicado en Robótica

La SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica) estima que la intoxicación por monóxido de carbono provoca, de media, 125 muertes al año en España. Estas muertes son más comunes en los meses de invierno debido al uso de calefacción en casa. Como este gas e0s inodoro e incoloro (no tiene olor ni color), no es fácil descubrir si hay una fuga en casa que pueda ser mortal.

Entre finales del siglo XIX y buena parte del siglo XX, los mineros empleaban canarios vivos en las minas de carbón como una forma de detectar gases tóxicos como el monóxido de carbono o el metano (grisú), ya que, como hemos comentado, son incoloros, inodoros y letales. En aquella época no existían dispositivos electrónicos que permitieran detectarlos.

Pero los tiempos cambian, y la tecnología evoluciona. En los años 80 aparecieron los detectores de gas electrónicos portátiles, y ahora, en plena era de la inteligencia artificial, a los robots se les ha dotado de narices para que puedan "oler" los problemas, enfermedades y fugas de gas.

Un conjunto de sensores de gas de alta precisión, procesamiento de señales en tiempo real y algoritmos de IA para crear una "nariz"

Ainos (combinación de "AI" y "Nose", inteligencia artificial y nariz en inglés, respectivamente) es una empresa estadounidense de biotecnología y tecnología médica dedicada al desarrollo de una tecnología que simula el sentido del olfato mediante sensores de gases y algoritmos. Acaba de instalar su «supernariz» a un robot humanoide construido por ugo, la empresa líder en robótica de servicios de Japón.

Con esta colaboración llega un nuevo tipo de robots capaces de percibir el mundo no solo a través de la vista y el oído, sino también del olfato, de modo que puedan tomar decisiones más intuitivas e inteligentes. El objetivo es transformar las industrias, la salud pública y la vida cotidiana. Es la primera vez que un robot humanoide de grado comercial para uso en mundo real integra esta tecnología.

El sistema de Ainos combina un conjunto de sensores de gas de alta precisión, procesamiento de señales en tiempo real y algoritmos avanzados de IA para identificar una amplia gama de olores, convirtiéndolos en "identificadores de olor" únicos. Los identificadores permiten al robot detectar olores y condiciones ambientales de forma similar al olfato de los seres humanos.

Esto marca un punto de inflexión para la detección basada en IA. Al incorporar el olfato a la pila sensorial, los robots ahora pueden comprender su entorno de maneras que antes estaban reservadas a los seres vivos. En mi opinión, es un punto de inflexión para la salud, la industria y la vida cotidiana - Chun-Hsien (Eddy) Tsai, presidente y director ejecutivo de Ainos

Por su parte, Ken Matsui, director ejecutivo de ugo, calificó la innovación como un gran avance para la robótica de servicios: "el olfato es una pieza clave que faltaba en la percepción robótica. Con AI Nose de Ainos, les damos a nuestros robots el sentido que les falta, uno que transformará su forma de navegar e interactuar con los espacios del mundo real".

Actualmente, las empresas están en la fase de desarrollo centrada en el diseño de la interfaz de usuario y la integración del sistema de control backend, así como el ajuste de los parámetros sensoriales y la lógica de respuesta. Se prevé que esta fase se complete en alrededor de cuatro semanas, puede que menos. Después, el sistema se someterá a pruebas en entornos reales, como edificios públicos.

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