Los restos radioactivos de Fukushima serán retirados sin peligro para los humanos. Estos robots van a hacer todo el trabajo sucio

La Compañía Eléctrica de Japón planea finalizar la retirada de los sacos de arena contaminados para el cierre del año fiscal 2027 de Japón

Los restos radioactivos de Fukushima serán retirados sin peligro para los humanos. Estos robots van a hacer todo el trabajo sucio
Expertos del OIEA parten de la Unidad 4 de la central nuclear de Fukushima Daiichi de TEPCO el 17 de abril de 2013 | Imagen de Greg Webb / OIEA
Publicado en Robótica

El 11 de marzo de 2011, la planta nuclear de Fukushima Daiichi sufrió fallos en el sistema de enfriamiento de los reactores y una serie de explosiones e incendios debido a un terremoto de magnitud 9.0 y el posterior tsunami de 14 a 15 metros de altura, dejando a la planta sin electricidad, lo que desató el desastre nuclear de Fukushima.

Se produjo la fusión del núcleo en varios reactores, provocando la liberación de radiación. Esto obligó a evacuar a más de 150 mil personas. El agua y suelo de la región quedó contaminada, suponiendo un impacto ambiental y de salud a largo plazo. El suceso generó una crisis, pues se cerraron otras plantas nucleares por el miedo a que volviera a ocurrir lo mismo.

Si bien Japón ha realizado tareas de descontaminación en la planta nuclear de Fukushima, construyendo también una barrera subterránea de hielo para evitar la filtración de agua radiactiva, la limpieza y desmantelamiento sigue en curso. Los expertos estiman que dichas tareas tomarán décadas, aunque ya no habrá "peligro" para los trabajadores, pues se encargarán los robots.

Una exposición de apenas unos minutos puede dañar gravemente la salud de las personas

La Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) anunció hace unos días que robots operados a distancia comenzarán a trabajar en los sótanos de la central nuclear de Fukushima Daiichi. Su misión será la de retirar los sacos de arena altamente contaminados por la radiación tras el desastre nuclear de 2011.

Estos sacos han permanecido demasiado tiempo en zonas altamente peligrosas para la salud de las personas, ya que la arena se ha utilizado para absorber el agua contaminada con partículas radiactivas. Las mediciones apuntan a que los sacos de arena muestran tasas de exposición de 4,4 sieverts por hora.

El límite anual recomendado para trabajadores expuestos a radiación es de 0,005 sieverts por hora. Exponerse a 4-6 Sv supone una tasa de mortalidad del 50% en un mes sin tratamiento. Se considera que una dosis de más de 1 Sv/h es altamente peligrosa y puede ser letal en pocas horas si la exposición es prolongada.

Por tanto, los robots son una alternativa muy necesaria, ya que el contacto directo a estas intensidades, como hemos comentado, puede ser mortal para los seres humanos. Los medios japoneses creen que aún quedan aproximadamente 2.850 sacos de arena en el lugar, con un total de 41,5 toneladas de material radiactivo. No obstante, las cifras no han sido confirmadas.

Cuando se retiren los sacos, se sellarán en contenedores específicos y se trasladarán a un área de almacenamiento temporal fuera del perímetro inmediato de la central nuclear de Fukishima. TEPCO ya ha instalado dos robots especialmente diseñados en las secciones subterráneas de los edificios del reactor dañado. La compañía pretende finalizar la extracción de los sacos de arena para el cierre del año fiscal 2027 de Japón, como informa la fuente.

Los trabajadores que se exponen a estas zonas utilizan equipos de protección completos, con mascarillas con filtro, guantes multicapa, chaquetas impermeables y monos de protección. Cuando la radiación es muy alta, el tiempo que pueden estar expuestos se reduce a apenas unos minutos. Por eso son tan importantes los robos para esta misión, ya que la salud de los humanos se merma considerablemente.

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