Ya está aquí y ha dejado de ser ciencia ficción: tenemos el primer robot humanoide volador
Durante las pruebas, fue capaz de elevarse del suelo 50 centímetros y mantenerse estable en el vuelo

Cuando parecía imposible innovar más en la industria de los robots humanoides (Ameca todavía nos da pesadillas por sus expresiones faciales ultrarealistas y respuestas escalofriantes a preguntas sobre si la inteligencia artificial nos quitará el trabajo en un futuro próximo), llega un grupo de investigadores italianos que nos deja boquiabiertos con su último invento.
Sí, hemos visto que los Tesla Optimus de Elon Musk ahora saben limpiar, aspirar y sacar la basura. Y sí, también nos ha quitado el sueño los movimientos hiperrealistas del Protoclone V1, suspendido del techo con unas cuerdas porque no tiene estabilidad. Por no hablar del interés de Amazon en entrenar robots humanoides para entregar sus paquetes en la puerta de la casa del comprador. Pero no esperábamos ver a uno volador.
El iRonCub3 es el primer robot humanoide propulsado por chorro del mundo. En una prueba, fue capaz de elevarse el suelo unos 50 centímetros y mantener el equilibrio durante todo el tiempo de vuelo. Si también te ha resultado tan curioso como a nosotros, te contamos todos los detalles acerca de este curioso invento desarrollado por el Instituto Italiano de Tecnología (IIT).
Un robot humanoide diferente que tiene mucho potencial
Basado en la tercera generación del robot humanoide iCub, el iRonCub3 es teleoperado y cuenta con cuatro motores a reacción: dos en los brazos y dos en una mochila. Esta configuración le permite flotar y permanecer estable incluso en presencia de viento o perturbaciones físicas.
Con un peso aproximado de 70 kilogramos, es capaz de generar más de 1.000 newtons de empuje (la fuerza necesaria para levantar una moto de 100 kg). Sus turbinas expulsan gases de escape a 800 ºC, por lo que es necesario que su nueva columna vertebral sea de titanio y disponga de cubiertas protectoras resistentes al calor.
El desarrollo y las pruebas del robot duraron dos años. Según Daniele Pucci, jefe del Laboratorio de Inteligencia Artificial y Mecánica (AMI) del IIT: "Esta investigación es radicalmente diferente de la robótica humanoide tradicional y nos obligó a dar un salto sustancial".
Uno de los aspectos más complicados del iRonCub3 fue la estabilidad durante el vuelo. A diferencia de los drones, que son simétricos y compactos, este robot humanoide cuenta con extremidades móviles y un cuerpo alargado, lo que genera una aerodinámica variable y un centro de masas dinámicos. Sin embargo, los investigadores hallaron una solución.
Desarrollaron nuevos modelos de control de vuelo y estimadores aerodinámicos en tiempo real. El equipo del ITT colaboró con el Politécnico de Milán para realizar pruebas en un túnel de viento, además de con la Universidad de Stanford para aplicaciones de aprendizaje automático. Antonello Paolino, primer autor del artículo, comentó que:
Nuestros modelos incluyen redes neuronales entrenadas con datos simulados y experimentales y están integrados en la arquitectura de control del robot para garantizar un vuelo estable
Aunque todavía se encuentra en fase de pruebas, se cree que robots humanoides del tipo del iRonCub3 podrían utilizarse en zonas de desastre, entornos tóxicos o misiones que requieran tanto vuelo como manipulación de elementos. Las pruebas futuras se realizarán en una zona de vuelo específica en el Aeropuerto de Génova.