La compañía creadora de la Roomba se declara en quiebra: ¿qué significa esto para quienes ya tienen el robot en casa?
La empresa estadounidense se ha declarado en quiebra, pero en lugar de cerrar ha cedido el control a su proveedor chino para seguir operando
iRobot, la empresa que popularizó la Roomba en millones de hogares, ha entrado en quiebra en Estados Unidos y ha acordado vender el control de la compañía a su principal socio industrial, el grupo chino Shenzhen PICEA Robotics y su filial en Hong Kong. Este es un cambio importante para una marca que ha liderado la robótica doméstica, pero que también ha ido perdiendo fuerza por la competencia y los problemas económicos acumulados en los últimos tiempos.
Dudas tras la reestructuración financiera de iRobot
En un comunicado oficial, publicado en la página web de iRobot, la empresa norteamericana detalla la firma de lo que se conoce como un Restructuring Support Agreement. Esto, en definitiva, es un pacto para que la compañía y sus principales acreedores se pongan de acuerdo sobre la deuda pendiente antes de ir al juzgado. Según la compañía, el objetivo es reducir la deuda, asegurar la continuidad del negocio y sentar las bases para seguir desarrollando nuevos productos en el futuro.
Pero, ¿qué pasa con los productos repartidos por todo el planeta? La empresa afirma que, durante este proceso, seguirá operando con normalidad, sin que se produzcan cortes en la aplicación móvil, sin problemas con socios comerciales y con el mismo soporte a los actuales clientes. Gary Cohen, consejero delegado de iRobot, asegura que "la transacción fortalecerá nuestra posición financiera y ayudará a brindar continuidad a nuestros consumidores, clientes y socios".
Este comunicado, sobre todo si eres propietario de una Roomba, pretende despejar dudas tras el anuncio de la quiebra. A la pregunta de si los robots continuarán funcionando, la compañía aclara que no se espera ningún impacto inmediato en el servicio, en la aplicación o en las actualizaciones. Sin embargo, aún queda por ver si algunas funciones dependientes de la nube podrían verse afectadas si la empresa reduce su inversión en esos servicios.
La compañía, fundada en 1990 por ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts, ha visto como sus ingresos se han ido reduciendo en los últimos años, sobre todo debido a la llegada de fabricantes asiáticos más baratos y a una oferta de compra de Amazon, por un valor de 1.700 millones de dólares, que, finalmente, fue cancelada por las autoridades reguladoras europeas.
El plan de reorganización contempla que, tras la aprobación judicial que se espera a inicios de 2026, iRobot deje de cotizar en bolsa y pase a ser una empresa privada bajo el control de Shenzhen PICEA Robotics. La parte negativa de ese proceso implicará que los accionistas actuales vean canceladas sus participaciones, sin recibir ninguna compensación económica por sus inversiones.
A pesar de esta noticia, iRobot insiste en que seguirá ofreciendo productos fiables y dando soporte a los usuarios de Roomba. Para quienes ya tienen uno en casa, el mensaje a corto plazo es tranquilizador: la empresa no desaparece ni deja de prestar servicio. Sin embargo, su futuro dependerá de la nueva dirección. iRobot sigue viva, pero entra en una etapa decisiva para intentar conservar a sus clientes y a una marca que fue sinónimo de robótica para el hogar.