Alitas de pollo cocinadas a gravedad cero: China prueba el primer horno espacial para sus astronautas
Los taikonautas de la misión Shenzhou 21 estrenan un horno sin humo capaz de asar carne en microgravedad, acercando la vida rutinaria de la Tierra a nuestra órbita
China ha vuelto a marcar un hito en su ambicioso programa espacial y, por primera vez, sus astronautas han cocinado carne en órbita. A bordo de la estación espacial Tiangong, los taikonautas de las misiones Shenzhou 20 y Shenzhou 21 utilizaron un horno experimental para preparar unas alitas de pollo que parecen estar cocinadas como lo haríamos cualquiera de nosotros en casa. La diferencia es que lo hicieron a 400 kilómetros de altura, en un entorno donde la gravedad es apenas una fracción de la terrestre.
China enciende la primera barbacoa espacial
El Centro de Astronautas de China ha sido quien se encuentra detrás de este curioso experimento, que nos ha permitido observar a los taikonautas, que es la denominación de los astronautas de procedencia china, horneando carne en un entorno de lo más particular. Sabemos, gracias a la información publicada en la página web Global Times, que el horno ha desarrollado específicamente para asar en microgravedad y que funciona sin humo ni aceite, cumpliendo así las normas de emisiones internas de la estación.
Según el ingeniero Liu Weibo, este dispositivo ha logrado "avances técnicos en el control de temperatura, la recolección de residuos, la catálisis a alta temperatura, la filtración multicapa y otras tecnologías". De esta manera, puede operar de manera continua hasta quinientas veces sin fallos. Hasta el momento, la cocina espacial era un terreno más experimental que práctico, aunque a finales de 2019, astronautas de la NASA hornearon una galleta a bordo de la Estación Espacial Internacional, tardando más de dos horas en conseguirlo.
El nuevo horno chino, en cambio, consiguió asar las alitas de pollo en tan solo 28 minutos. Un salto de eficiencia que refleja el esfuerzo del país por hacer de Tiangong no solo un laboratorio, sino un hogar funcional. Y es que Kang Guohua, profesor de Ingeniería Aeroespacial en la Universidad de Nankín, asegura explica, en declaraciones recogidas en el medio Interesting Engineering, que "una barbacoa que reconforta el alma no se trata solo de satisfacer el apetito, sino también de mantener los pies en la tierra psicológicamente".
En estos momentos, los taikonautas disponen de más de 190 platos, que van rotando cada diez días, incluyendo frutos secos, pasteles y verduras frescas. De hecho, parte de esos ingredientes provienen del pequeño huerto de la estación espacial, donde se cultiva lechuga, tomates cherry o boniatos. Hasta el momento, se han conseguido obtener hasta 4,5 kilos de cosecha.
China ha conseguido convertir a la estación espacial Tiangong en un entorno no solo a la vanguardia de la ciencia y la tecnología, sino también en un hogar a kilómetros de distancia de la Tierra. Cocinar alitas en microgravedad simboliza la capacidad de llevar el sabor de los hogares hasta el rincón más remoto de nuestra órbita. Zang Peng, portavoz del Centro de Astronautas de China, deja claro el espíritu que impera en la estación: "preparamos banquetes para los astronautas con motivo de festivales tradicionales chinos como el Festival de Primavera. Incluso hay paquetes de regalo que solo se pueden abrir el día del festival".