China cada vez invierte más en drones: podría empezar a usar submarinos robóticos para misiones clave

Estos nuevos ingenios, tan grandes como un submarino tradicional, introducen una nueva forma de guerra naval y complica la defensa de Estados Unidos y sus aliados

China cada vez invierte más en drones: podría empezar a usar submarinos robóticos para misiones clave
Imagen de un posible dron gigantesco operado por las fuerzas navales chinas
Publicado en Tecnología

China está probando una nueva generación de drones submarinos de gran tamaño, que son capaces de operar de forma completamente autónoma y recorrer distancias intercontinentales bajo el océano. Además, parece que estos vehículos no tripulados podrían emplearse en misiones de vigilancia, colocación de minas, ataques a infraestructuras submarinas o servir como presencia disuasoria prolongada en puntos estratégicos del planeta.

China y los drones submarinos para misiones de largo alcance

Simplemente con el término Extra-Extra-Large Uncrewed Underwater Vehicles, que se podría traducir como Vehículo Submarino Extra- Extra-Grande Sin Tripulación, te puedes hacer una idea clara de las dimensiones de estos drones, también conocidos por las siglas XXLUUV. Tienen una longitud de más de 40 metros y se acercan al tamaño de un submarino convencional.

Uno de los puntos clave de estos drones es que no cuentan con tripulación a bordo. Esta ausencia es la que cambia por completo las reglas de su diseño. Pero, ¿cómo? El espacio que normalmente ocuparían marineros, sistemas de soporte vital y áreas habitables se destina a combustible, baterías, sensores y armamento.

Gráfico con los submarinos sin tripulación que podrían estar en posesión de China

Gráfico con los submarinos sin tripulación que podrían estar en posesión de China

No tenemos información oficial al respecto, pero medios de comunicación como Nordic Defence Review creen que estos drones emplean un sistema de propulsión híbrido, combinando combustión diésel y un sistema eléctrico, que integraría grandes bancos de baterías, ya sean de litio o de litio-ferrofosfato.

Gracias a esta hibridación, los drones podrían operar de forma silenciosa durante largos periodos de tiempo y alcanzar autonomías estimadas de hasta 10.000 millas náuticas, alrededor de 18.520 kilómetros. Esto es más que suficiente para cruzar el océano Pacífico y permanecer semanas, o incluso meses, en una zona concreta. Por tanto, estamos ante un dispositivo militar de última generación.

Entre las tareas que podrían desempeñar, estas serían similares a las de un submarino clásico, pero con menos riesgos políticos y humanos. Podrían desplegar minas, lanzar torpedos o actuar como plataformas de apoyo para otros drones más pequeños. También parece que podrían atacar infraestructuras críticas bajo el mar, como cables de comunicaciones o redes de sensores, un ámbito cada vez más sensible para las potencias occidentales.

Este tipo de drones encaja bien con la estrategia naval de China, que dispone de menos buques de guerra que Estados Unidos. Al no llevar tripulación, pueden emplearse en misiones arriesgadas y permanecer ocultos más tiempo sin poner vidas humanas en peligro. Llama la atención, además, el bajo perfil de este programa. A diferencia de otras tecnologías militares chinas, el país ha evitado exhibirlos, lo que sugiere que el proyecto podría estar más avanzado de lo que se admite oficialmente.

China podría estar operando más drones submarinos de gran tamaño que cualquier otro país. En un desfile reciente, sin ir más lejos, se identificaron al menos ocho unidades de estos ingenios militares. Para Estados Unidos, el desarrollo no supone una amenaza inmediata, pero sí obliga a reforzar la vigilancia submarina. Y es parece que los sistemas automatizados bajo el mar serán clave en las próximas décadas de contiendas navales.

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