China prueba su nave espacial de nueva generación y las cosas están yendo muy bien
El país asiático demuestra una tecnología crucial para su programa de exploración lunar tripulada, con el primer ensayo de este tipo en 27 años

Un rugido breve, pero intenso, rompió recientemente la calma del desierto de Gobi, marcando un hito crucial en la ambiciosa carrera espacial de China hacia la Luna. Este martes 17 de junio, el país asiático ejecutó con una precisión impecable la prueba de escape a altitud cero de su nave espacial tripulada de nueva generación, conocida como Mengzhou, que podría traducirse como Barco de los Sueños.
China da un paso de gigante hacia la Luna
Desde el histórico centro de lanzamiento de satélites de Jiuquan, la maniobra ha sido todo un éxito, aunque no solo estamos ante una proeza técnica. Esta es la confirmación de que el programa de exploración lunar, con tripulantes, avanza con paso firme en China. La secuencia de la prueba, que duró apenas dos minutos y que ha sido narrada a través de un reciente comunicado, se desarrolló según un guion casi perfecto.

Separación de la cápsula de retorno de la nave china Mengzhou
A las 12:30 horas, en horario local de Pekín, se dio la orden de ignición. Fue entonces cuando el motor de escape de la Mengzhou cobró vida e impulsó a la nave y su torre de salvamento lejos de la plataforma. En unos 20 segundos, ya consiguió alcanzar la altitud programada, momento en el que la cápsula de retorno se separó de forma limpia y segura. Poco después, tras un despliegue sin fallos de su sistema de paracaídas, la cápsula aterrizaba suavemente a las 12:32 horas en la zona designada, amortiguada por sus airbags.
Este ensayo es el primero de estas características que China realiza en 27 años, desde que la nave Shenzhou hiciese lo propio en 1998. Sin embargo, a diferencia del modelo anterior donde el cohete era responsable del escape y la nave del salvamento, el sistema de la Mengzhou asume todas las funciones. Es la propia nave la que se encarga de alejar a los astronautas de la zona de peligro ante un fallo catastrófico en el lanzamiento, con lo que esto sirve para simplificar y reforzar la seguridad.

Regreso a la Tierra de la nave Mengzhou
La prueba, además, ha permitido validar el nuevo diseño y también ha permitido obtener datos de vuelo indispensables para futuras misiones. La Mengzhou es la piedra angular sobre la que China edificará su futuro en el espacio y está desarrollada de forma completamente autónoma, contando con un diseño modular, capaz de adaptarse a distintas misiones. Tiene la capacidad para transportar hasta siete astronautas, lo que representa más del doble que la Shenzhou.
El éxito de esta prueba de escape acerca más el objetivo final: llevar astronautas a la Luna. Mientras la Mengzhou demuestra su fiabilidad, el resto del ecosistema lunar chino avanza a ritmo similar. El desarrollo de componentes clave como el potente cohete Long March 10 y el módulo de aterrizaje, que llevará a los astronautas hasta la superficie lunar, acercan cada vez más a China hacia una era de exploración espacial donde su nombre se inscriba con letras doradas en la historia.