El chip Bluetooth que no necesita batería

Grandes empresas ya se han interesado por esta innovación, que promete revolucionar la manera en que conectamos con nuestros dispositivos.

El chip Bluetooth que no necesita batería
Así luce el chip Bluetooth de Wiliot. Wiliot

Todos nuestros dispositivos, ya estemos hablando de teléfonos móviles, tabletas, ordenadores o videoconsolas, ocultan tal cantidad de pequeños elementos en su interior, que conseguir mejorar la manera en que éstos interactúan entre sí en beneficio del usuario, es uno de los mayores retos. Ahora, una empresa cree haber encontrado la solución al gasto energético de los chips Bluetooth.

Un chip tan fino como una hoja de papel

La firma que se encuentra detrás del desarrollo, y futura comercialización, de este producto se denomina Wiliot. Con la idea principal de dotar de conexión a elementos que las empresas utilizan en el día a día, como podría ser una caja con productos, esta compañía pretende anticiparse a lo que nos aguarda en la próxima década. En un comunicado emitido por la propia empresa, Wiliot asegura que entre los inversores de su chip Bluetooth se encuentran empresas de la talla de Amazon o Samsung.

Poder convertir cualquier objeto en inteligente es la gran apuesta de Wiliot

Con un total de 50 millones de dólares ya recaudados, Williot quiere promocionar su chip. En realidad, lo que la empresa ha desarrollado es una especie de pegatina o etiqueta que incluye un procesador ARM que únicamente se nutre de la energía que emana de las radio frecuencias que se encuentran en el ambiente. La independencia de otro tipo de fuente de energía hace que el chip sea ideal para, como te contaba anteriormente, incluirlo en paquetes y poder tener localizados los envíos, además de conocer más datos como el peso o la temperatura del mismo. La innovación de Wiliot viene dada por una tecnología basada en la Informática de Nanovatios. En sus propias palabras:

Creemos que los equipos electrónicos desechables sin batería, en sistemas de bajo coste, son los cimientos del futuro de los sistemas del Internet de las Cosas. Estamos al borde de cambiar radicalmente la manera en que los productos son fabricados, cómo son distribuidos, dónde y cuándo son vendidos y cómo son utilizados y reciclados.

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