El arma más decisiva de la Segunda Guerra Mundial no fue el tanque sino esta máquina para enviar mensajes
¿Sabías que Enigma pudo cambiar el sentido de la Segunda Guerra Mundial? Alan Turing, afortunadamente, dio con el programa de cifrado de esta increíble máquina.

Al pensar en la Segunda Guerra Mundial, lo más probable es que nos vengan imágenes a la cabeza sobre desfiles de Ejércitos de ambos bandos, combates por aire mar y tierra y devastación por doquier. Podría pensarse que la presencia de equipamiento militar de primer nivel fue lo que acabó con la contienda, pero lo cierto es que una máquina fue lo que provocó que el bando vencedor saliese victorioso. El descubrimiento del código secreto de Enigma permitió descifrar códigos ocultos y mensajes criptados informando sobre las estrategias a seguir por el enemigo.
Este tipo de codificación ya fue empleado por el ejército alemán en la Primera Guerra Mundial. De no haber sido identificado el código secreto, el resultado podría haber sido distinto. Esto provocó que los nazis volviesen a emplear este tipo de máquinas con un cierto avance tecnológico para dificultar el descubrimiento de los mensajes cifrados. Pese a ello, el bando formado por Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos consiguió obtener información muy valiosa sobre posiciones y potenciales ataques organizados por el bando liderado por Adolf Hitler.
Enigma, el verdadero arma sin munición que contribuyó a terminar con la Segunda Guerra Mundial
Con un total de 30.000 unidades utilizadas durante la guerra, permitía contar con un elemento de comunicación increíble. El funcionamiento de esta propuesta se basada, principalmente, en la existencia de una serie de rotores. Cada uno de ellos permitía desplazar el alfabeto una posición, consiguiendo así un mensaje aparentemente infranqueable. Los alemanes, en la Segunda Guerra Mundial, añadieron un panel inferior llamado clavijero. Esta tecnología permitía incrementar el número de posibles resultados, haciendo más inexpugnable el acceso a la información.
Alan Turing, considerado como uno de los padres de la tecnología informática, consiguió dar con el sistema de cifrado de los alemanes. Gracias a un proceso matemático, se logró dar con el método utilizado para el envío y recepción de mensajes encriptados. De esta manera, se podía conocer información de relieve respecto a la estrategia a seguir, la posición determinada de las tropas nazis y, por supuesto, mensajes de gran relevancia del campo de batalla. Se cree que, gracias a este descubrimiento, se salvaron millones de vidas y se acortó la duración de la guerra.
El matemático y lógico británico, en el seno del programa secreto Ultra, creó el ordenador 'Colossus'. Esta solución informática permitía detectar y transcribir los mensajes incautados de los nazis, pudiendo tomar decisiones con cierta ventaja. Se trató de un programa al que únicamente tenían acceso muy pocas personas. El objetivo era mantener en secreto el máximo tiempo posible que Enigma había sido destruido. Los alemanes, de haber sabido que sus mensajes ya no se encontraban cifrados, habrían tardado muy poco en cambiar de método.
Fue gracias al programa Ultra que ganamos la guerra. Winston Churchill
¿Qué hubiese ocurrido si la descodificación no se hubiese producido nunca? ¿Cuál habría sido el desenlace de la guerra? Este tipo de cuestiones, afortunadamente, nunca encontrarán respuesta. Durante mucho tiempo después de la guerra no se conocieron detalles al respecto. Es importante recordar que en la Primera Guerra Mundial ya se lograron avances en la materia, lo que permitió a los nazis mejorar el propio sistema de encriptación.