El escándalo del reconocimiento facial de IBM que implica a la policía de Nueva York

En los últimos años, el uso de los datos por las empresas se ha convertido en una de las fuentes de información más importantes. La ciencia encargada del manejo de estos valores, más conocida como Big Data, se ha posicionado como una alternativa que será vital en los próximos años para entender el mercado digital.

Algunas redes sociales, tales como Facebook, han estado compartiendo sus datos con terceros con el objetivo de encontrar nuevas líneas de negocio. El escándalo que supuso Cambridge Analytica no sería más que la punta del iceberg de todo lo que podría ocurrir en el futuro. Ahora bien, en la actualidad, ¿cómo se obtiene toda esta información de interés?

En la práctica totalidad de las ocasiones, somos los propios usuarios de aplicaciones móviles, programas informáticos y dichas redes sociales, los que consentimos que se haga un procesamiento de parte de nuestra información personal a cambio de disfrutar de los contenidos que ofrecen dichas plataformas. Ahora bien, ¿por qué IBM se debe enfrentar a un problema mayor?

El foco de la polémica está relacionado con el uso de la inteligencia artificial y, más concretamente, con el reconocimiento facial. Al parecer, a raíz de las informaciones vertidas por el medio de comunicación The Intercept, se ha llevado a cabo una operación en fase de pruebas para probar una solución junto a la policía neoyorquina.

Esta implementación no tendría que haber significado ningún problema, pero todo se ha puesto más difícil cuando se ha sabido que no informaron sobre las intenciones de efectuar este programa. Como consecuencia de ello, tanto el Departamento estadounidense como la firma tecnológica, se han visto envueltos en una serie de protestas por el tratamiento de los datos.

Detección de la persona, lugar de estancia y momento exacto

El control por parte de la Policía está legitimado en el marco de actuaciones para dar captura a posibles fugitivos o delincuentes peligrosos, más todavía en un distrito tan concentrado como la isla de Manhattan. No obstante, el problema radica cuando esto solo ha servido para la recopilación de información por la firma especializada en informática.

De hecho, tal y como se puede leer en Engadget, al parecer, esto se hizo sin un anuncio previo, cuando todo parecía indicar que sería anunciado previamente por el organismo previo. De hecho, de las 512 cámaras que se destinarían a esta prueba piloto, tan solo tuvieron implicación un total de 50, menos del 10% de lo que se había propuesto en un principio.

Lo cierto es que este no es el primer movimiento que relaciona al servicio público de seguridad con el empleo de esta tecnología. En 2012, de hecho, el Departamento de Policía de Nueva York ya quiso comenzar a probar una tecnología experimental en esta línea, pero por aquel momento, no se tenían los medios necesarios para lograr unas conclusiones claras.

El problema principal de este último movimiento en este sentido está relacionado con el secretismo que se ha llevado a cabo frente a la población. Todo se ha sabido a posterior. El problema es que ahora IBM cuenta con información detallada sobre qué personas han discurrido por Nueva York en un momento concreto, lo que pone en tela de juicio la privacidad de los viandantes.

Una solución que tendría varios usos destinados a la seguridad

En la actualidad, existen miles y miles de personas prófugas de la justicia. Algunos de ellos pueden llegar a desaparecer por tiempos superiores al que prescriben los supuestos delitos cometidos. La gran mayoría de ellos, además, suele cambiar de estética con el objetivo de pasar inadvertidos frente a las autoridades.

Una patrulla del Departamento de Policía de de Nueva York. <a href="https://eldiariony.com/" rel="nofollow" target="_BLANK">El Diario NY</a>

Esta solución permitiría detectar, de manera fehaciente, aquellas personas que, en su día, fueron solicitadas en un juicio por un delito que posiblemente pudieron cometer. La instalación de estas cámaras portátiles, capacitadas para detectar el rostro de las personas, podría servir para saber la localización exacta en un momento determinado.

Sistemas de reconocimiento facial como el Face ID de Apple han supuesto un gran avance en este sentido, pero lo cierto es que todavía queda mucho recorrido por realizar. El principal problema, por supuesto, radica en disponer de una base de datos con capacidad para incluir millones de imágenes de personas y necesitar muchos menos puntos del rostro para detectar personas.

¿Cuándo se podrían popularizar estos nuevos servicios? ¿Llegará algún día que se puedan llevar a cabo misiones de captura gracias a estos sistemas? Todavía es pronto para legitimar esta tecnología experimental, pero lo grave es su correspondiente tratamiento de imágenes sin el consentimiento de las víctimas.