Esta empresa prometía una plataforma de IA potentísima. En realidad eran 700 ingenieros fingiendo ser una inteligencia artificial
Builder.ai se tuvo que declarar en bancarrota también por una serie de problemas financieros

La inteligencia artificial lleva poco tiempo con nosotros, pero sus desarrolladores prometen que va a cambiar el mundo para siempre. De momento, ChatGPT, uno de los bots conversacionales más populares del mundo, ya se ha vuelto una herramienta imprescindible para millones de personas de todo el mundo. Se estima que más de 400 millones de usuarios lo utilizan cada semana, y alrededor de 10 millones pagan su suscripción para acceder a funciones más avanzadas.
Aparte de OpenAI, encargada del desarrollo de ChatGPT, también están Google, Microsoft, Amazon, Meta y otras grandes tecnológicas del sector exprimiendo al máximo la nueva gallina de los huevos de oro. Y es que cada vez hay más empresas especializándose en inteligencia artificial, lo que dificulta seguir la pista a cada una de ellas.
Una muy prometedora, que consiguió ser respaldada por la propia Microsoft y el fondo soberano de riqueza de Qatar, era Builder.ai. Lo decimos en pasado porque se ha declarado en quiebra. El motivo es simple: tras ella no había ninguna IA, sino cientos de ingenieros que se hacían pasar por una para atraer a los inversores.
Otro caso más de empresa tecnológica muy prometedora que en realidad era un fraude

Sitio web oficial de Builder.ai
Builder.ai fue una startup tecnológica con sede en Londres fundada en el año 2016 por Sachin Dev Duggal y Saurabh Dhoot. La empresa se presentaba como una plataforma de desarrollo de aplicaciones potenciada por inteligencia artificial, permitiendo a los usuarios sin conocimientos técnicos crear sus propias apps de forma rápida y económica para el bolsillo.
En 2023, Fast Company la incluyó en la lista de las empresas más innovadoras del mundo, además de haber sido galardonada como Hottest AI Startup en los premios Europas 2020. Obtuvo tanta atención que recibió más de 250 millones de dólares en una ronda de financiación Serie D liderada por el Fondo Soberano de Qatar (QIA), además del apoyo de Microsoft.
Todo fue bonito hasta que hace unos días, una investigación reveló que Builder.ai era un fraude. En lugar de utilizar un sistema basado en inteligencia artificial para desarrollar aplicaciones, la empresa empleaba a unos 700 ingenieros en la India que simulaban ser una herramienta de IA. En otras palabras: un gran engaño para el mundo tecnológico.
La investigación también reveló una serie de problemas financieros, como la necesidad de restablecer ingresos debido a incumplimientos por parte de revendedores en Oriente Medio, lo que llevó a Builder.ai a declararse en bancarota. Sachin Dev Duggal, uno de sus fundadores, está acusado en India de delitos como lavado de dinero, aunque él ha negado las acusaciones. No obstante, renunció como CEO de la empresa.
El caso de Builder.ai no se suma al de la lista de casos emblemáticos de fraudes tecnológicos. En ella se encuentra el de Theranos. Elizabeth Holmes, su fundadora, prometía un dispositivo llamado Edison capaz de realizar cientos de análisis médicos con solo unas gotas de sangre. En realidad, todo era falso; las pruebas se hacían en máquinas convencionales, pero para cuando se supo ya se había engañado a muchos inversores y a la prensa. Holmes fue condenada a más de 11 años de prisión por fraude. En Disney+ está la serie The Dropout, protagonizada por Amanda Seyfried, que cuenta la historia.